El Barcelona-Atlético acabó con un jugador lesionado de más o menos gravedad, con otro que se libró de milagro por una entrada peligrosa del rival, con un manotazo que el colegiado pasó por alto… El Barcelona realizó quince faltas y el Atlético, trece. Wass estará de baja entre mes y medio y dos meses y en el Atlético están indignados por el hecho de que el colegiado no pitara ni falta en esa acción. Carrasco pudo acabar el encuentro y el manotazo a Hermoso pasó inadvertido (algunos recuerdan la acción de João Félix y el Athletic). Gil Manzano sólo vio una de estas acciones, la de Alves, aunque tuvieron que avisarle desde el VAR. La de Ferran y la de Adama no merecieron ningún castigo según el árbitro.
Desde el club madrileño consideran que no tiene suerte el Atlético en este sentido. En la visita al otro campo de los grandes, al Bernabéu, Griezmann tuvo que dejar el partido por una entrada de Carvajal que para Mateu Lahoz ni fue ni amarilla. Una entrada que acabó con el francés lesionado. Y Mateu o no se enteró o no quiso enterarse. Nadie alza la voz, pero el descontento es mayúsculo.
Sin excusas por el arbitraje
El Atlético entiende que no perdió en el Camp Nou por el árbitro. Ni mucho menos. En el equipo rojiblanco saben que son una madre en el área propia. El Atlético cayó porque cada llegada del rival fue gol y porque no hay nada de ese conjunto que intimidaba atrás… El Barcelona tuvo más ganas, más acierto, más intensidad, más juego… Pero en el Atlético no pueden ni imaginarse lo que hubiera pasado si en el Bernabéu o en el Camp Nou el lesionado hubiese sido un jugador local por una entrada de un futbolista rojiblanco…
¿Y los recogepelotas?
En el conjunto del Cholo mostraban también su asombro por el hecho de que los recogepelotas desaparecieran del Camp Nou a partir del minuto 70. La imagen de los jugadores del Atlético buscando balones con el 4-2 es bastante elocuente. Dentro del conjunto madrileño entienden que cuando un equipo está ahogado y necesita ganar… saca lo que sea para hacerlo. El Barcelona de Xavi jugador miraba al milímetro hasta las medidas de la altura del césped rival. El Xavi de juego estilista se mostró eufórico al final del encuentro por la entrega y la pasión que mostraron los suyos en el campo. El Barcelona exhibió ese otro fútbol que tantas veces se le ha criticado a Simeone. Ese rol que ha perdido el Atlético y que el Cholo necesita encontrar. Simeone ya tiene otra carta con la que motivar a sus jugadores de cara a un final de temporada en la que necesitaba meterse entre los cuatro primeros.
Fuente: AS