Juventus se apuntó una victoria clave y muy meritoria contra el Chelsea, campeón de Champions League, en un partido bien planeado y mejor ejecutado.
El dueño de casa en Turín se impuso por 1-0, haciendo de sus debilidades una gran fortaleza.
Los 3 puntos van enteros a la bolsa del técnico Allegri, quien planteó un partido para los primeros 45 minutos y otro radicalmente distinto para el complemento, en el que se aseguró la victoria.
La estrategia de Juventus era descaradamente defensiva en la primer mitad, en la que apenas si hubo excursiones ofensivas y en cambio se limitó a aguantar y aguantar, sabiendo que llegaba sin el poder ofensivo de los lesionados Morata y Dybala, y entendiendo que saldría con todo el campeón de Champions, cuya única baja era Kanté.
Fue poco vistoso y a Chelsea le faltaba el asedio que se presentía: tuvo el equipo de Tuchel la pelota y las mejores opciones, con Lukaku y Kovacic y alguna respuesta esporádica de Rabiot a manera de respuesta.
Y en el primer minuto quedó en evidencia el plan: una brillante asistencia de Alex Sandro a Chiesa y una mejor definición, arriba y potente del talentoso italiano, abrió la cuenta a los 10 segundos de juego y puso el partido en el escenario ideal, que era aguantar desde la comodidad de la ventaja.
Espectacular era la asistencia de Cuadrado para Bernardeschi quien, increíblemente, envió la pelota muy elevada. Pero también, para su tranquilidad se lo perdió Lukaku, quien hizo todo bien menos meterle el pie tan abajo a la pelota.
Se barría Cuadrado a los 66 para evitar un remate y se llenaba de defensores Juventus para aguantar hasta el pitazo final, mientras Havertz era el más inquieto con dos cabezazos bien controlados.
Gran cosecha en un partido durísimo, reponiéndose de las dificultades y encaminando el grupo en Champions League, logró Juventus. El deber se cumplió. Nada mejor que un plan bien ejecutado.
Fuente: Futbolred