El Milan no se rinde

La lucha por el scudetto sigue muy viva. El Milan logró un agónico triunfo remontando en el campo de la Lazio y continúa liderando la Serie A, con dos puntos y un partido más que el Inter. El conjunto de Simone Inzaghi sigue dependiendo de sí mismo, pero ahora sabe que los milanisti no van a entregarse fácilmente: la cita del Olímpico era la más complicada de las cinco que quedaban y haber regresado de la capital con una victoria es un gran golpe sobre la mesa de los milanisti.

Los de Sarri empezaron muy fuerte y se adelantaron enseguida. En en el minuto 4, Milinkovic-Savic penetró desde la banda derecha y puso un centro perfecto en el corazón del área chica, que Immobile empujó entre palos al primer toque. El italiano, muy criticado por su rendimiento con la selección, sigue siendo imparable en su club y en este curso suma 31 tantos.

Después del golpe, el Milan tomó gradualmente las riendas del choque, y no las volvió a soltar. Antes del descanso, los de Pioli, que en la víspera recordó polémicamente las actuaciones de los árbitros en contra de su club, protestaron por una posible mano de Luis Alberto ante el un toque de Brahim, que salió de inicio.

La reanudación comenzó con el mismo guion. Los rossoneri presionaron y lograron rápidamente un empate merecido, que nació con un pase largo de Theo para Leao, que llegó hasta el fondo con su enorme rapidez y centró para Giroud, autor del 1-1 con una estirada.

El arreón milanista continuó, con alguna pausa, hasta el tramo final, en el que fueron decisivos los revulsivos de Pioli. El técnico cambió la delantera con Rebic e Ibrahimovic, y ambos participaron en la jugada del 1-2, que se materializó en el 93′. El croata le robó la cartera a Marusic y el sueco, tras un mal despeje de Acerbi, asistió con un testarazo a Tonali, que controló el esférico con el muslo y batió a Strakosha. Es uno de los goles más importantes de la temporada, y certifica que los dos equipos de Milan, tras los desastres del Nápoles, se jugarán el título hasta el final. La calentísima mitad rossonera del Olímpico lo celebró a lo grande.