El destino de Erling Haaland (21 años) está lejos de decidirse en los próximos días a pesar de que todo apuntaba a que sería así. El delicado estado de salud de su representante, Mino Raiola, ha detenido en seco un proceso que ya se había iniciado y en el que el futbolista debía decantarse sobre su futuro. La reunión entre el jugador, su padre, el agente y el Borussia se ha postpuesto sine die. Ahora no sólo ellos esperan, también los hacen los principales equipos que pugnaban por la contratación del delantero del momento.
El entorno de Mino Raiola es muy hermético con respecto a la situación médica del agente, de la que no ha trascendido ninguna noticia al exterior. Tampoco a los principales implicados en la situación del futbolista. Raiola fue intervenido el 12 de enero en el Hospital San Raffaele de Milán, un centro especializado en oncología. De esa operación trascendió muy poco. El entorno de Raiola se limitó a decir que era una situación “programada”, simplemente, “una intervención en la que era necesaria la sedación”. Sin embargo, una semana después el diario alemán Bild revelaba que Raiola estaba otra vez hospitalizado, en esta ocasión, en la unidad de cuidados intensivos. Aunque el agente se encuentra ahora en su domicilio, su estado de salud sigue siendo una incógnita y Haaland, el Borussia Dortmund y los clubes que le pretenden mantienen una calma tensa a la espera de nuevas noticias. Sin Raiola, nada se pondrá en marcha.
El Borussia tenía la esperanza de que el futuro de Haaland quedara resuelto durante el pasado parón invernal de la Bundesliga, que volvió a arrancar, precisamente, a mediados de enero. Justo para antes de la primera operación de Raiola estaba prevista una reunión entre el club de la cuenca del Rhur, el futbolista y su padre y el propio agente en la que Haaland debía decidir, de una vez, si apostaba por quedarse otro año en el Borussia o salir en verano. El club alemán quiere planificar la siguiente temporada con tiempo, buscar un sustituto en caso de salida, y por eso le había dado una especie de ultimátum apremiándole. Una situación adelantada por AS el 21 de diciembre y que luego, el propio Haaland, confirmó públicamente: “El Borussia me está presionando para que tome una decisión sobre algunas cosas. Pero yo sólo quiero jugar al fútbol. Eso significa que tendré que poner las cosas en marcha pronto. Nunca he hablado antes para respetar al club. Las cosas van a suceder pronto. Lo ideal sería no tener que decidir ahora porque hay muchos partidos y me gustaría centrarme en eso, pero no puedo…”.
Una revelación que entonces Watzke dio por buena: “Haaland es una persona espontánea, un muchacho joven. No hay problema con Erling. Pero también debe comprender nuestra situación. No podemos esperar hasta finales de mayo”. Aunque, luego, el dirigente se desdijo: “Hablar de ultimátum es una gilipollez. No hay plazo para que Haaland decida”. Con todo, la reunión prevista sigue pendiente. La agencia de Raiola es muy personalista, no hay un movimiento que se haga sin que sea aprobado e ideado por él y la estructura de la empresa se reduce a un puñado de personas entre las que se encuentra una asesora de imagen, un ayudante personal, un economista y un abogado.
El futuro equipo del futbolista no es lo único que está por decidirse en torno a él. La enfermedad del agente también ha coincidido con la neociación del patrocinador personal del jugador, que terminó su vínculo contractual con Nike el pasado 31 de diciembre. Puma (también patrocinador del Borussia) ha puesto una oferta sobre la mesa para que cobre ocho millones de euros netos por temporada, intentando que se quede más tiempo en Dortmund, pero es la alemana Adidas (que viste al Madrid) la que parecía llevar la delantera, lo que le acercaba a jugar en el Bernabéu. Esta negociación también ha quedado postergada sine die.
A día de hoy todavía es una incógnita si hay una cláusula firmada que permita salir a Haaland del Borussia este verano por una cantidad determinada de dinero. Según aseguró Wtazke a este periódico, sólo existe un pacto verbal entre Raiola y el Borussia para facilitar su salida (es decir, negociar) por una horquilla que oscilaría de los 75 a los 100 millones. Una cantidad inferior a su valoración en el mercado, que según Transfermarkt es de 160 milloines, el jugador más caro del momento. Madrid, Manchester City, United y PSG son los equipos que están pujando por su fichaje. Pero todos se mantienen, como el Borussia, a la espera.
Fuente: AS