Pablo Sarabia vuelve a escena como un objetivo del Atlético de Madrid

EI Atlético maneja los nombres de tres jugadores españoles para apuntalar su plantilla de cara a la 2022-23. Uno es el de Carlos Soler, un futbolista deseado también por el Barcelona, pero al que la crisis económica culé puede llevar al Metropolitano. Tanto a Simeone como a la dirección deportiva les encandila. Le creen la pieza ideal para esta plantilla, ya sin Herrera, en el centro del campo. Otro está en la delantera, con el ojo puesto en la evolución de Raúl de Tomás mientras se negocia las opciones de futuro de Morata. Pero, además, hay un tercero: Pablo Sarabia. El interés también viene de lejos. Desde que Sarabia jugaba en el Sevilla. Su contrato con el PSG termina en 2023 y el centrocampista ofensivo ha aprovechado muy bien su cesión en el Sporting de Portugal. Con minutos y presencia, con un gran rendimiento. El Atlético le ha seguido muy de cerca.

Que el Mundial se juegue por primera vez en la historia en invierno, partiendo en dos las ligas europeas, de noviembre a diciembre, condiciona también mucho las elecciones de los futbolistas en este mercado. No será uno más. Para los internacionales la prioridad será jugar. Le pasa a Morata en su regreso al Atlético una vez que la Juventus no ha ejercido la opción de compra de 35 millones. Le ocurre también a Sarabia. En el Sporting ha jugado un 77% de los minutos en Liga, fijo en el once (87%), con un total de 21 goles y nueve asistencias. Su polivalencia es uno de sus grandes valores. Puede jugar en las dos bandas y en Portugal, este año, ha jugado, incluso, de carrilero zurdo.

Con España

El propio Sarabia declaraba desde la concentración con España, con quien está concentrado estos días para disputar los cuatro partidos de la Nations League, que aún no piensa en su futuro. “Ahora mismo, como le dije a mi agente, quiero estar centrado en estos cuatro partidos de la selección. Es el objetivo más cercano que me propongo. Cuando acabemos la convocatoria habrá que valorar la mejor opción. Yo quiero jugar y sentirme importante, veremos si es en París o no”, afirmó desde la sala de prensa. De momento no hay contactos con sus representantes, pero a partir del 12 de junio que juega España su último partido, todo puede cambiar.

Fuente: AS