La Decimocuarta colmó de felicidad a los madridistas, especialmente a los que pudieron asistir al encuentro en el Stade de France. Sin embargo, la alegría por la consecución de un nuevo trofeo para las vitrinas merengues se tornó, tras la final, en miedo y escenas de pánico provocadas por grupos de delincuentes que se concentraron en los aledaños de la sede de la final para robar, agredir y saquear a los aficionados.
El Stade de France se encuentra ubicado en el barrio marginal de Saint-Denis, un suburbio con mayoría de comunidad musulmana. La escasez de efectivos policiales ‘se alió’ con los numerosos grupos de delincuentes que camparon a sus anchas provocando el pánico entre los aficionados madridistas. “Venían a quitárnoslo todo, a robarnos, pero eran los gendarmes quienes nos lanzaban gas pimienta y pelotas de goma a nosotros. Bajamos al Metro y ya se había convertido en una ratonera. Si intentabas salir para buscar un taxi, te pedían 300 euros por sacarte de allí”, relata a El Mundo Enrique Cazorla, socio del Real Madrid desde 1987, veterano de otras cinco finales. “Echamos a correr y escuchamos los disparos de la policía. Cogimos en brazos a nuestro niño de seis años y le tapamos la cara para que no viera ese espanto”, añade.
Otra víctima de los delincuentes de Saint-Denis fue Luis Francisco Abañades, que también cuenta en El Mundo su lamentable experiencia: “Iban a saco, empujando a todo el que se pusiera por medio. Vi a uno que le había quitado la pistola a un policía y salió corriendo con ella. Viendo el peligro, cogimos unas botellas rotas del suelo para intentar defendernos, aunque no tuvimos que usarlas”. En la misma línea se manifiesta Marcos Bernabéu, de la Peña Capote y Montera: “Venían en grupos de cuatro y te gritaban ‘Hala, Madrid’ antes de rodearte. En busca de tu móvil, tu cartera o tu mochila. Alguno salía a la carrera con el dinero en los calcetines”.
También Davud Hugues, hincha del Liverpool, y que aún tiene en la memoria la pérdida de su padre en la trágica avalancha de Hillsborough que se cobró 97 vidas, no dudó en culpar a la policía francesa: “Lo más fácil es culpar a los hinchas, es lo que hacen siempre“
Fuente: AS