El grave acto de indisciplina que protagonizó Samu Saiz cuando fue sustituido en el minuto 35 ante el Málaga puede costarle muy caro. El jugador rojiblanco se expone a una dura sanción por parte de la entidad y de su técnico. La imagen que dejó en Montilivi fue deplorable porque tras ver que debía salir del campo, se quitó la camiseta y la tiró de manera violenta a la grada, dedicó insultos hacia donde, presumiblemente estaba su entrenador, Míchel (que cumplía su segundo partido de sanción por la roja que vio ante el Ibiza) y se marchó directamente al vestuario.
Fuente: AS