El salario mínimo para 2022, el cual llegó a un millón de pesos por su incremento de 10,07 %, marca un dato histórico para los trabajadores del país. Sin embargo, no todo es color de rosa, pues el alza significativa también ha despertado preocupaciones sobre su efecto en la generación de empleo formal, especialmente sobre algunos sectores más propensos a la informalidad y en las pymes.
El sector con mayor proporción de trabajadores informales es el de comercio, hoteles y restaurantes, en el cual, según el último boletín de informalidad del Dane para el trimestre agosto-octubre de 2021hay 3,68 millones de ocupados y de ellos 2,42 millones son informales, alrededor de 65,7%.
(Vea: ‘Este es un triunfo de Colombia’: Duque sobre incremento del mínimo).
Desde de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés), su presidente ejecutivo Henrique Gómez París, aseguró que “la decisión es políticamente adecuada, pero tiene algunos efectos inconvenientes que no podemos desconocer”.
Según el representante gremial tras la pandemia varios elementos presionan a los negocios, como el aumento en el precio de los alimentos, o la reactivación del Impoconsumo y el IVA por cuenta de la reforma tributaria, y aseguró que con ese incremento no solo sentirán el aumento en los salarios, sino también en el costo de operación, pues el mínimo es referente de reajustes de tarifas como arriendos comerciales y servicios públicos.
“Toda esa serie de costos, más un salario mínimo reajustado a esos porcentajes, lo primero que sacrifica es la contratación de más personas, y además, seguramente muchos negocios van a tener que despedir gente”, aseguró Gómez.
(Vea: Salario mínimo 2022: un millón más $117.172 de subsidio de transporte).
Según Gómez, en el sector el mínimo es el salario más prevalente, y se complementa con incentivos no salariales como las propinas. “Realmente son pocos los establecimientos que pagan el mínimo, porque es uno de los sectores con más alta informalidad en la economía colombiana, antes de pandemia cerca de 70% era informal, y cuando el negocio formal se ve presionado por altos costos, se incentiva que se vuelva informal”, aseguró el representante de los restaurantes.
Sin embargo, el presidente de Acodrés reconoció que, por otro lado, ese aumento significativo le da más capacidad de consumo a la gente, y en la medida en que esto sucede, las empresas tienen a quien venderle, y eso puede amortiguar un poco los efectos adversos.
Por el contrario, desde la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), la visión es diferente. “No consideramos que con el alza del salario mínimo se incremente la informalidad o se frenen las contrataciones. Esperamos poder seguir apoyando a los empresarios para mejorar las condiciones laborales de sus equipos de trabajo y que las Agencias de Viajes continúen su senda de crecimiento hacia la reactivación”, aseguró Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de Anato.
(Vea: Qué pasó con las otras peticiones que se llevaron a la mesa del mínimo).
Cortés Calle mencionó también que las ventas del segmento están entre 55% y 65% de su nivel de 2019, y que esto ha permitido un avance importante en su reactivación. De allí que los empresarios estén dispuestos a “un gran esfuerzo para apoyar el aumento del salario para sus funcionarios”.
Otro sector con un alto nivel de informalidad es el de Transporte, almacenamiento y comunicaciones, donde hay 1,09 millones de trabajadores según el Dane y 671.981 son informales (61,2%).
José Yesid Rodríguez, presidente de Aditt, asociación que representa al transporte intermunicipal, destacó que si bien el incremento llega en un buen momento para compensar los aumentos generalizados que han tenido los precios de la canasta familiar, desde las empresas el incremento genera una presión importante sobre los costos operacionales.
“Los salarios siempre son un costo representativo dentro de la estructura de costos del sector transporte, estamos hablando de casi 15%, pues no solo son los conductores, también los auxiliares y el personal administrativo de las empresas, y la perspectiva que tenemos en este y los próximo años es poder mantener el empleo. De todas formas, ese aumento va a tener una presión sobre los costos”, aseguró Rodríguez.
(Vea: ¿Afectará el mínimo a trabajadores con otros rangos salariales?).
EFECTO SOBRE LAS PYMES
Desde el gremio de los micro, pequeños y medianos empresarios, Acopi, su presidente Rosmery Quintero emitió en los últimos días una carta en la que reconoce que “respetan y acatan el incremento propuesto”, pero también enfatiza en que los pequeños empresarios se han “visto enfrentados a un incremento de costos que difiere según las regiones y en donde los insumos de las cadenas productivas oscilan entre el 200% y 300%”, por lo que piden que se extienda el subsidio gubernamental a las nóminas (Paef) así como que se revisé una propuesta de reforma laboral.
Así mismo, un análisis elaborado desde la Facultad de Economía de la Universidad de lo Andes muestra algunos de los efectos en estas firmas. Hernando Zuleta, profesor titular de la facultad, señaló que “más del 85% de los trabajadores con un salario mínimo o menos están en firmas pequeñas, con menos de cinco empleados. Esto quiere decir que en realidad ese salario mínimo está afectando a una parte del mercado donde no hay un gran poder de negociación por parte de las empresas, de modo que un incremento grande del salario mínimo probablemente va a reducir el empleo en esas firmas pequeñas”.
(Vea: Qué sube con el salario mínimo y qué con la inflación).
Zuleta reconoció, sin embargo, que este incremento se está dando en un momento de recuperación en que la economía está creciendo mucho, “lo que genera cierta inercia y es posible que no haya una gran destrucción del empleo formal en la medida en que la recuperación siga”.
CAFETEROS, CON CAUTELA
En el marco de la coyuntura, desde el comité directivo de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) se emitió un comunicado que se expresa preocupación por mayores costos en el presente año y “se ve con cautela el aumento anunciado del salario mínimo”.
El comité menciona que los costos de insumos como los fertilizantes ya han mostrado fuertes incrementos, y a estos “se suma ahora el de la mano de obra, con un alza muy por encima de la inflación”, considerando que el sector cafetero es intensivo en mano de obra, genera más de dos millones de empleos directos. Dentro del agro el 49,1% de los trabajadores son informales, según cifras del Dane.
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE
Twitter: @LauraB_Elejalde
Fuente: Portafolio