El Banco Central de Brasil (BCB) elevó su tasa de interés de referencia 1,5 puntos porcentuales hasta 10,75%, alcanzando los dos dígitos por primera vez en cinco años, para frenar una inflación que siguió “sorprendiendo negativamente”.
En línea con las expectativas del mercado, el Comité de Política Monetaria (Copom) aplicó, al cierre de su primera reunión del año, la octava subida consecutiva desde marzo de 2021, pese al impacto que supone para el crecimiento de la primera economía latinoamericana, en recesión.
Las autoridades del BCB afirmaron que “la inflación al consumidor continuó sorprendiendo negativamente” y destacaron además el desafío de la “persistencia inflacionaria” en el frente externo, que ha impactado el precio de los alimentos.
Este nuevo incremento en la Selic, el tercero de esta magnitud tras los implementados en octubre y diciembre pasados, la llevó a un nivel no visto desde el segundo trimestre de 2017 (11,25%).
Sin embargo, el BCB dio señales de estar llegando al fin del ciclo de alzas ininterrumpidas iniciado en marzo de 2021, cuando la tasa de referencia se ubicaba en 2% tras varios meses en un mínimo histórico para impulsar a la economía deprimida por la pandemia.
“En relación a sus próximos pasos, el Comité prevé como más adecuada en este momento la reducción del ritmo de ajuste de la tasa básica de interés”, indicó el Copom sobre su curso de acción en la próxima reunión, el 15 de marzo.
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Las subidas de precios minoristas acumularon 10,06% en 2021, la peor disparada en seis años. Y aunque se espera que este año se moderen, las proyecciones sobre el 5% superan el techo de la meta del Banco Central (entre 3,5% y 5%) por segundo año consecutivo.
Con las tasas en alza, las previsiones de crecimiento del PIB han ido en dirección opuesta. El propio BCB recortó su expectativa de crecimiento de 2,1% a 1%, y el mercado espera apenas 0,30%, según la última encuesta Focus, en contraste con una expansión de alrededor del 4,4% estimada para 2021.
Menor ritmo
Un informe del Banco Itaú Unibanco, que acertó en la dimensión de esta subida, indicó que el movimiento “es consistente” con el objetivo de la autoridad monetaria.
Es decir, “perseverar en la estrategia de ajuste monetario, avanzando significativamente en territorio contractivo, hasta consolidar tanto el proceso de desinflación como el anclaje de expectativas en torno a las metas”.
Pero también predijo la moderación del ritmo de alzas.
El presidente del BCB, Roberto Campos Neto, dijo recientemente que el ciclo de subidas “está llegando al final”, algo que algunos economistas esperan para mayo.
Para Étore Sánchez, economista jefe de Ativa Investimentos, “las señales de moderación del ajuste son incoherentes con el avance de las expectativas de inflación de la propia autoridad”, que elevó su pronóstico de 4,7% a 5,4% para 2022.
Al cabo de los incrementos, la Selic podría llegar hasta 12%, según un relevamiento de mercado del diario Valor.
El escenario económico estará marcado este año por la incertidumbre generada por las elecciones en octubre, en las que el presidente Jair Bolsonaro buscará la reelección, sumadas al persistente riesgo fiscal por el incremento del gasto público.
Mientras, algunos indicadores del último trimestre de 2021 dieron cuenta de una mejora en la actividad económica con desempeños por encima de lo esperado, ponderó el Copom, que destacó la recuperación del mercado de trabajo.
El índice de desempleo bajó al 11,6% en el trimestre septiembre-noviembre, aunque con alta informalidad.
Por otra parte, el Comité indicó que un eventual ajuste monetario por parte de Estados Unidos, como anunció la Reserva Federal a partir de marzo, impondrá condiciones financieras más desafiantes para las economías emergentes. Y ponderó el posible impacto de la pandemia, que ha anotado nuevos récords de contagios en el país en los últimos días.
Fuente: El Nuevo Siglo