Durante el debate presidencial organizado este martes por EL TIEMPO Casa Editorial y el Grupo Semana quedaron en evidencia diferentes posturas, ideas y personalidades de los 10 precandidatos invitados a este cara a cara en el que pudieron dar a conocer sus propuestas en distintos frentes, uno de ellos en materia económica.
(Debate presidencial: qué dijeron los candidatos en materia económica).
Aun así y pesé a las grandes diferencias que los alejan, existen coincidencias entre sus posturas, una de ellas en torno a la lucha contra la corrupción, un flagelo que todos piensan combatir si llegan a la Presidencia. No obstante, y más allá de un tema tan obvio, hay más elementos en los que también concuerdan entre sí.
Pero, ¿en qué más pueden coincidir figuras tan dispares como Gustavo Petro, Oscar Iván Zuluaga, Alejandro Gaviria, Francia Márquez, Sergio Fajardo y Camilo Romero?
Todos ellos manifestaron que en caso de ser presidentes de Colombia realizarían una reforma tributaria en su Gobierno.
(El país que proponen los precandidatos presidenciales).
Por su parte, en la otra línea se encuentran Ingrid Betancourt, Federico Gutiérrez, Rodolfo Hernández y Juan Manuel Galán, quienes manifestaron que antes de recurrir a una reforma tributaria se deben pensar en otras fórmulas para tapar el hueco fiscal sin que se recurran a los impuestos.
Betancourt y Hernández coinciden en que el gran problema radica en la corrupción política e insisten en que el camino para evitar tocar el bolsillo de los colombianos es desterrar la corrupción en sus niveles más altos.
“El problema no es la reforma tributaria, de hecho tenemos una ‘reformitis tributaria’ cada año y eso lo causa el sistema de corrupción política. Con eso tenemos que acabar”, manifestó Ingrid Betancourt durante una de sus intervenciones.
Cercano a esa línea se encuentra Juan Manuel Galán, quien dijo que, además de erradicar la corrupción política para evitar una reforma tributaria, también se debe pensar en “enfrentar las estructuras criminales y mafias del narcotráfico, contrabando, despojo de tierras, minería criminal y contratación pública, que nos roban billones de pesos al año y que no nos dejan avanzar como sociedad”.
Por su parte, Federico Gutiérrez apuntó que para evitar la reforma tributaria, su gobierno buscaría crecer por encima del 5 % bajo un sistema en el que “no se evada impuestos”, basado en la austeridad y en la reducción del gasto público.
UNA REFORMA Y ‘MIL CAMINOS’
Entre el grupo de quienes sí harían una reforma tributaria también se pueden encontrar varias diferencias en los principales ejes.
Entre las coincidencias fundamentales de los ‘pro reforma’ se encuentra disminuir las exenciones actuales.
Gustavo Petro y Francia Márquez utilizaron el término “justicia tributaria” para referirse a que quienes más acumulan capital en el país deben ser quienes más tributen para contribuir al bienestar social de las mayorías empobrecidas. Al quitar esas excepciones se lograría que aquellos que tienen más recursos aporten más y no lo contrario.
Petro agregó que a través de su reforma se crearía una renta presuntiva para evitar paraísos fiscales.
Gaviria, por su parte, propone una reforma tributaria pensada para crear puestos de trabajo. Para ello reduciría las tarifas a empresas para que estas puedan contratar. Su meta es generar 1,5 millones de puestos de trabajo. Además, crearía más impuestos al carbono.
Según Sergio Fajardo, las bases de la reforma tributaria se sentarían en que se apliquen impuestos a patrimonio, a los dividendos y se eliminen excepciones con el fin de que las personas más ricas paguen más impuestos.
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Para Camilo Romero, los pilares de su reforma tributaria serían tan distintas a la actual que él mismo la catalogó como la “contrarreforma”.
“Sin duda alguna habrá una reforma. El país requiere una reforma tributaria progresiva, equitativa y eficiente (…) Esto se logra, por supuesto, quitando la sinvergüencería de tantas exenciones que los grandes capitales finalmente terminan pagando en tasa efectiva mucho menos que un ciudadano del común de este país”.
Finalmente, Oscar Iván Zuluaga insiste en eliminar el 4 X 1.000, impuesto que considera antitécnico y apunta, en su reforma, a eliminar los gastos de funcionamiento, con base en el ahorro y la cultura de la austeridad.
JAVIER ACOSTA
PORTAFOLIO
Fuente: Portafolio