Un reciente informe del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre, Oxfam, sobre la desigualdad resaltó que los ingresos del 99% de la población mundial se habrían deteriorado a causa del covid-19. Para esta organización, este fenómeno contribuyó a la muerte de al menos una persona en el mundo cada cuatro segundos. Asimismo, dicho estudio resaltó que 231.000 personas podrían perder la vida en países pobres a causa de la crisis climática de cara a 2030.
(América Latina se ratificó como la región más desigual del mundo).
Así las cosas, Carlos Esteban Mejía Solano, director ejecutivo de Oxfam Colombia, abordó cuáles situaciones se acrecentaron en el país, producto de la desigualdad generada por la emergencia sanitaria.
¿Cómo afectó la pandemia a los problemas de desigualdad en el país?
Para el caso colombiano tenemos información que preocupa mucho. Debido a que se confirma a este país como uno de los más desiguales en el mundo. El segundo más afectado por este fenómeno entre los 18 que conforman América Latina y El Caribe. Además de ocupar el primero entre los miembros de la OCDE, en la región. Estas cifras son del Banco Mundial.
¿Qué indicadores se hallaron en Colombia que confirmen esta situación?
Solamente el 10% de la población más rica de Colombia recibe 11 veces más que el 10% más pobre del país. Esto es una brecha de desigualdad dramática. Además, de las formas de pobreza multidimensional que en los hogares rurales colombianos corresponde a tres veces más que en las zonas urbanas.
¿Qué pasó con la pobreza durante este periodo?
La pandemia en Colombia entre el 2020 y 2021, significó que 3,6 millones de personas cayeran en la pobreza, y la pobreza extrema subió 5,5%, dejando, por lo menos, 2,8 millones de colombianos sin poder cubrir adecuadamente sus necesidades alimentarias. Es decir comen mal y poco.
Uno de los factores que mide la desigualdad es la repartición de tierras, ¿cómo va el país en esto?
Colombia se ubica entre los cinco más desiguales del mundo en términos de concentración de tierra, y esto es fundamental porque este aspecto está vinculado al proceso la paz de este país. Solamente el 81% de la tierra privada se concentra en manos de un 1%.
¿Y en términos de empleo?
El empleo formal de Colombia es solo del 40%, es una de las tasas más bajas de América Latina, de acuerdo con cifras del Banco Mundial.
(Casi el 40 % de los bogotanos se consideran pobres, según encuesta).
Por otro lado, tuvimos una tasa de desempleo de 13,7% en 2021, que aunque bajamos con respecto al 2020, todavía está 3,2 puntos arriba de lo registrado en el 2019, antes del inicio de la pandemia.
Eso significa, por ejemplo, que casi un millón y medio de personas pasaron a la categoría de población inactiva.
Uno de los datos que más importa a Oxfam, en este análisis, es que de las personas que cayeron en el desempleo fueron las mujeres, y se encuentran con la inhabilidad de regresar al trabajo por dedicarse al cuidado del hogar.
Hablemos de la afectación de las mujeres en la pandemia…
La falta de justicia de género no es un asunto ni de la pandemia, ni reciente, es un acumulado histórico. Sin embargo, en este periodo, en América Latina 9,8% de las mujeres perdieron su empleo.
Además este género, en su conjunto, perdió 800.000 millones de ingresos en dólares en el 2020, que es mayor que el PIB de 98 países del planeta. Incluso, 252 hombres en el mundo tienen la riqueza que corresponde a 1.000 millones de mujeres de África, América Latina y el Caribe.
¿Qué sucedió con las comunidades étnicas en términos de desigualdad?
Con un enfoque étnico faltó comprensión de sus universos y la capacidad de consolidar acceso de calidad a la salud para responder a la crisis sanitaria. Con una infraestructura muy precaria y largas distancias para acceder a centros de salud.
¿Qué recomendaciones hace Oxfam para disminuir este fenómeno?
Sin duda, para controlar la riqueza extrema, que es la que genera desigualdades, es muy importante seguir ajustando los impuestos al dinero de esa población que vive en estas condiciones, para poder cerrar las brechas y al lado eso, seguir aportando en el fin de los paraísos fiscales y corrigiendo la estructura fiscal.
(Las otras desigualdades que son preocupantes, según Thomas Piketty).
Por otro lado, que no se sigan generado violencias económicas, por lo que es necesario vigilar los recursos y reinvertirlos en acceso a los derechos.
¿Cuál es el papel de la ciudadanía en esta situación?
Una recomendación muy urgente es que los ciudadanos colombianos tomen conciencia de la responsabilidad ciudadana.
Es muy importante hacer uso del voto.
JULIANA PEÑA
leisol@eltiempo.com
Fuente: Portafolio