Son 20 los puntos críticos de hambre aguda en el mundo, de acuerdo con el más reciente estudio de La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Uno de ellos, es Colombia.
El organismo internacional emitirá una alerta temprana en mayo de 2022 pues en estos lugares la población podría enfrentar un deterioro de la inseguridad alimentaria hasta poner su vida en peligro y su sustento.
(Lea: La desigualdad económica mata a una persona cada 4 segundos).
El conflicto y la violencia serían la principal causa de esta problemática según la ONU. Con la llegada del coronavirus esta situación se acentuó más.
De acuerdo con el ente internacional, es probable que la inseguridad alimentaria en Colombia se deteriore aún más debido a la inestabilidad política y económica que vive el país. A su vez, por el impacto continúo de la crisis migratoria amplificada por el desplazamiento interno.
El informe expone que 7,3 millones de colombianos sufre de inseguridad alimentaria y necesitarán asistencia para 2022.
La ONU identificó que los retrasos en la implementación del Acuerdo de Paz, entre el Gobierno y las Farc-EP, han provocado una ola de ataques violentos. Generando así el desplazamiento interno de 61.00 personas entre enero y septiembre de 2021. Tres veces lo que se había registrado en 2020.
(Además: Inflación en Latinoamérica: la otra víctima de la pandemia en 2021).
Junto a ello, prevén que las elecciones de 2022 podrán generar algunas perturbaciones económicas, como aumentar el desplazamiento.
LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA
El incremento de la subnutrición varía entre regiones y en América Latina y el Caribe afectó a un 9,1 % de la población.
Santiago Saldarriaga. EL TIEMPO
Tras la llegada del coronavirus a Colombia, en marzo de 2020, la ONU determinó que se han amplificado más las disparidades existentes en el país. Estos efectos se seguirán sintiendo en los hogares más vulnerables, a pesar del repunte económico del 2021.
Aún cuando las pérdidas de empleo, causadas por la pandemia, se han recuperado por completo, el organismo internacional alerta que la tasa de desempleo sigue siendo alta. Así mismo la inflación, que se situó en 12,4% en septiembre del año pasado y que, sin duda, tiene un impacto muy grande en el poder adquisitivo de los hogares vulnerables.
(Vea: Pobreza extrema en Latam se dispara: ya son 86 millones de personas).
LA CRISIS MIGRATORIA
Según el BID, actualmente la migración en América Latina está caracterizada por cinco tendencias.
Julián Ríos. EL TIEMPO
Colombia es el país con mayor número de migrantes venezolanos en la región. Hasta agosto de 2021, eran más de 1,8 millones de ciudadanos del país vecino dentro del territorio. Esto representaría un aumento de 100.000 personas desde inicios de 2021.
Con la apertura de fronteras, se cree que los flujos migratorios van a aumentar en los próximos meses. Además, el número de personas en tránsito desde América del Sur y el Caribe a través el cruce de Darién a Panamá aumentó considerablemente en 2021.
Entre enero y septiembre de 2021, más de 91.000 migrantes cruzaron el Paso del Darién, tres veces el número récord anterior de 30.000 en todo 2016.
En cuanto a la inseguridad alimentaria, la ONU estima que el 64% de los migrantes venezolanos, es decir 1,1 millón de personas, sufren te este problema. Aunque la situación ha ido mejorando progresivamente, las cifras todavía son alarmantes.
Para la organización internacional hay restricciones para el acceso a ayudas humanitarias por el conflicto. Situación que no parece mejorar según la violencia que se ha registrado en los primeros días del 2022.
¿QUÉ NECESITA EL PAÍS?
El estudio determina que es necesario suministrar insumos agrícolas esenciales para la supervivencia de los animales y la producción de este campo. A su vez, mayor asistencia técnica en la conservación de alimentos. Para ello, es útil la preparación de fertilizantes con insumos locales y crear bancos de semillas.
(Siga leyendo: Migración interna a Bogotá cayó durante la última década).
Junto a ello, recomiendan hacer transferencias de dinero a las familias más vulnerables de las áreas rurales y urbanas del país para así mitigar el impacto del aumento de los precios de la canasta familiar.
Finalmente, se debe apoyar a los migrantes venezolanos y las comunidades de acogida en las zonas rurales limítrofes, rehabilitando los sistemas de agua, estableciendo
áreas para la producción rápida de alimentos y apoyo a la producción rápida de forraje.
PORTAFOLIO
Fuente: Portafolio