La cadena Decathlon cumple cinco años en el mercado colombiano y además de los planes de expansión, también tiene previsto entrar activamente en la economía circular. Se trata de habilitar el mercado de segundo uso de artículos deportivos en sus tiendas, explica a Portafolio su CEO en Colombia, Borja Suárez.
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El directivo también destaca la importancia de Cartagena como punto de distribución de los productos que importa la marca hacia varios países de la región.
¿Cuál es el balance de estos cinco años?
Llegamos en el 2017 y la verdad es que creemos que la evolución del deporte en Colombia es muy satisfactorio. La calidad precio de nuestros productos permite nuestra misión de hacer accesible el deporte al mayor número de personas, por lo cual trabajamos y hemos venido a Colombia. En cinco años hemos podido abrir 10 tiendas, comenzamos por Bogotá, luego nos fuimos a Barranquilla, seguimos en Cali, en Medellín y ya empezamos este año a desarrollar otras ciudades.
¿Qué aperturas vienen?
Tenemos una previsión de tres. En breve tendremos una en Bogotá, en Mallplaza NQS, estará la primera tienda en Bucaramanga y otra en Pereira. Para el año que viene tenemos firmados dos proyectos. Uno, en Manizales y la segunda tienda en Cali. Eso es lo planeado hasta ahora, pero no cabe duda que continuaremos con el desarrollo y con más aperturas, ojalá para el 2023.
(La formalidad en el turismo local creció 25,6% en 2021).
¿Se aplicarán formatos pequeños?
La variabilidad del tamaño de nuestras tiendas es algo en lo que hemos trabajado desde el año pasado. Es claro que a los formatos con los que llegamos en las grandes ciudades, de 3.000 a 4.000 metros cuadrados, les hemos hecho variaciones. En El Poblado, abrimos el más pequeño de 400 metros cuadrados, y en Mallplaza NQS será de 2.000 metros cuadrados. Nos vamos adaptando para poder llegar al mayor número de sitios.
¿Cómo les ha ido con las ventas virtuales?
Hemos podido desarrollar nuestra página Web que cada vez ha podido coger mucho más peso. Todo eso lo soportamos con una gestión logística y de stock que hemos conseguido desarrollar con una bodega en Tenjo, Cundinamarca, y que nos garantiza la entrega de los productos en Colombia. También cumplimos un papel muy importante con la bodega que tenemos en Cartagena. Ahí recibimos toda la importación de todo el stock de todos los países de producción para, desde ahí, enviar a México, a Chile, Estados Unidos, a Colombia desde luego, y desde noviembre del 2021 a Uruguay, donde se realizó la apertura.
Por esta razón el país cobra un papel fundamental de lo que es ese ‘hub’ de distribución para los diferentes países de Latinoamérica. Detrás de toda nuestra operación hay un equipo de 700 personas de Decathlon en Colombia, del cual estamos muy orgullosos.
¿Cuáles son las ventajas de Colombia?
Ha sido estratégica la elección de Cartagena, nos puede garantizar un muy buen escenario. Hoy contamos con una bodega de 22.000 metros cuadrados en Contecar, con la expectativa de seguir creciendo a futuro con probables aperturas y el desarrollo de los países para que el país sea fundamental en el desarrollo de Decathlon en la región.
(Bolívar, Atlántico y Valle lideran la recuperación desde las regiones).
¿Qué otras estrategias desarrollan?
Estamos trabajando en lo sostenible, a nivel global, y muchos de nuestros productos están ecodiseñados, con una conciencia muy grande en torno a la protección del ambiente. Y hemos avanzado en la venta de segunda mano de artículos deportivos para que los clientes puedan venir con sus artículos deportivos que ya no usen.
La idea es que otros clientes puedan comprarlos dentro de nuestras tiendas porque creemos que es una manera de hacer economía circular y complementar nuestra misión de hacer más accesible el deporte. El modelo lo hemos llamado Trocathlon y lo queremos poner en marcha cada vez más. También aprovechamos ese espacio para los productos que tenemos en prueba en las tiendas y ofrecerlos también como de segundo uso.
¿Cómo han enfrentado la crisis de contenedores?
La gestión del año pasado fue bastante ‘soportable’. Esperamos en dos o tres meses recuperarnos y ponernos a nivel.
¿Han considerado proveedores locales?
Estamos centrándonos en el desarrollo del modelo de nuestras tiendas y en la capacidad logística. Al día de hoy los volúmenes que movemos no nos dan una capacidad de producción que pueda competir con la importación. A futuro tenemos planeado valorar todos los pasos, pero somos una compañía muy joven y en plena construcción. Es un tema que siempre está encima de la mesa pero concretamente no lo tenemos para este año.
CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
PORTAFOLIO
Fuente: Portafolio