En julio, en Puerto Carreño, Vichada, será inaugurada la primera planta de alta tecnología para el procesamiento de marañón. Detrás de este proyecto productivo está Sara Beltrán, una abogada de 34 años que lleva 6 consolidando Marañones de la Orinoquía, que tiene el objetivo de posicionar el fruto de esa región en Colombia y el mundo.
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Con financiación de bancos, recursos de familiares y de amigos, pudo cristalizar su iniciativa, cree que otros jóvenes empresarios se pueden animar a avanzar en proyectos agroindustriales. “Vi en el campo una posibilidad de ayudar y de construir país con los pequeños productores”. El trabajo se ha hecho con adecuadas prácticas agrícolas, desde la operación agroforestal hasta la transformación final del producto.
La planta importada ocupará 1.400m2 y tendrá una capacidad instalada de procesamiento de 1.000 toneladas de nuez al año.
Según Sara Beltrán, son muchas las ventajas del marañón, considerado una de las nueces más nutritivas del mundo, por su alto valor alimenticio. De este producto se puede aprovechar la mayoría de sus partes. El fruto o manzana sirve en la industria cosmética, farmacéutica y alimenticia para pulpas, jugos, jaleas y hasta jarabes para la tos.
La almendra sirve para snacks, harinas y leches vegetales. Por ultimo, está la cáscara de la que sale aceite de cardol, para la industria aeroespacial y aeronáutica.
Uno de los mayores atractivos de este proyecto, comenta la empresaria, es el carácter inclusivo, con un impacto social, ambiental y económico en su zona de influencia. Genera más de 20 empleos directos para siembra, mantenimiento y cosecha, y alrededor de 70 indirectos, con lo que se beneficia a varias familias. Igualmente, la posibilidad de procesamiento le permite comprar producto a cultivadores de la zona.
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En el aspecto ambiental, con el mínimo uso de agroquímicos, da prioridad a insumos biológicos que cuidan el medio ambiente. Marañón de la Orinoquía tiene uno de los mejores viveros del Vichada, donde se producen plantas de alta calidad genética, fisiológica y fitosanitaria, avalado por el ICA, con una capacidad productiva de 85,000 plantas para satisfacer necesidades propias y las de la región.
CONSTANZA GÓMEZ
Fuente: Portafolio
