El total de jóvenes desempleados en el mundo debería reducirse a 73 millones en 2022, dos millones menos que en 2021, según un informe de la ONU publicado este jueves que advierte que en América Latina el paro juvenil sigue siendo muy “elevado”.
En todo el mundo “sigue habiendo seis millones de jóvenes desempleados más que antes de la pandemia de 2019” y este grupo fue el más perjudicado por la crisis, indicó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La pandemia ha exacerbado los retos que afrontan los jóvenes de 15 a 24 años en el mercado laboral, al padecer desde principios de 2020 una pérdida porcentual de empleo mucho mayor que entre los adultos, agrega el informe de 300 páginas, titulado “Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2022”.
Muchos jóvenes salieron de la población activa o nunca lograron ingresar a la fuerza laboral debido a la dificultad de encontrar empleo durante los confinamientos o debido al cierre de empresas por la crisis derivada de la pandemia.
La OIT advirtió de que los jóvenes sin empleo son “especialmente vulnerables a la ‘cicatrización’, el fenómeno por el que su desempeño futuro en el mercado laboral será peores que los de sus compañeros, incluso cuando las condiciones macroeconómicas vuelven a mejorar”.
Brechas de género
La crisis de covid-19 evidenció las deficiencias “en la forma de abordar las necesidades de los jóvenes, en particular las de los más vulnerables”, señaló Martha Newton, directora general adjunta de Políticas de la OIT.
La responsable identifica entre esos sectores a quienes buscan empleo por primera vez, abandonan su formación escolar o a los recién licenciados con poca experiencia.
“La necesidad más acuciante de los jóvenes es contar con un mercado de trabajo eficaz, que brinde oportunidades de empleo decente a los jóvenes que ya forman parte de ese mercado de trabajo y oportunidades de educación y formación de calidad a aquellos que aún no se han incorporado al mismo”, añadió.
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El informe revela que se proyecta que un 27,4% de las mujeres jóvenes trabajen en 2022, en comparación con un 40,3% de los hombres.
Esta brecha de género “ha mostrado pocos signos de cerrarse en las últimas dos décadas”, indicó la organización, que advirtió que hay una gran dispersión entre países ricos, donde la diferencia es de 2,3 puntos porcentuales, y naciones de ingresos bajos y medios, donde llega a 17,3 puntos.
Con respecto a América Latina, la OIT señaló que históricamente el índice de desempleo ha sido más elevado entre las mujeres, aunque “la crisis exacerbó esa tendencia”.
En el mundo, el porcentaje de jóvenes “ni-ni”, que ni estudiaron ni trabajaron en 2020, el último año para el cual existen estimaciones, fue de 23,3%, un alza de 1,5 puntos respecto a 2019, que representa un nivel inédito en 15 años.
Diferencias regionales
La tasa global de desempleo juvenil se proyecta en 14,9% en 2022 y el informe destaca las grandes disparidades entre regiones.
En Europa y en Asia Central, se estima una tasa de 16,4%, “pero el golpe actual y potencial de la guerra en Ucrania probablemente afecte los resultados”.
En “los países de América Latina, el índice de desempleo juvenil sigue siendo muy elevado, y se prevé que alcance el 20,5% en 2022″, en relación a un 14,9% en la región Asia Pacífico y a un 8,3% en América del Norte, que en este informe incluye solamente a Canadá y Estados Unidos.
En África, la tasa de un 12,9% “esconde el efecto de que muchos jóvenes decidieron retirarse del mercado laboral”.
Dentro de las regiones, los Estados árabes sufren una aceleración de la tasa de desempleo juvenil, que llega a un 24,8% y que en el caso de las mujeres asciende de 42,5%.
Fuente: El Nuevo Siglo