La discusión sigue abierta. El pasado 28 de enero, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), incluyó a Colombia en una lista sobre los países en riesgo de sufrir hambre durante 2022.
(Vea: Los esfuerzos del Colombia para reducir el hambre en el país).
En el listado, como ‘representantes’ de América Latina, también están Haití y Honduras.
“Es probable que la inseguridad alimentaria se deteriore aún más en Colombia en los próximos meses debido a una combinación de inestabilidad política, desafíos económicos y el impacto continuo de la crisis migratoria regional amplificada por el desplazamiento interno”, se lee en el informe.
El 31 de enero, el Gobierno Nacional publicó su posición y dijo que no se estaban reconociendo los esfuerzos que se realizan contra el flagelo del hambre. Por eso, pidió que el país fuera retirado del listado.
(Vea: Gobierno criticó informe sobre hambre en Colombia y la FAO respondió).
En respuesta, el representante de la FAO en Colombia, Alan Bojanic, intervino para asegurar que “el informe tenía otra intención“, que precisamente era “llamar la atención sobre la inseguridad alimentaria aguda de algunas poblaciones, sobre todo de migrantes venezolanos“.
“Sin embargo, el mapa no ayudó y hace parecer que Colombia está en el mismo punto que otros países que están en inseguridad crónica“, admitió el representante.
Pero el tema, lejos de concluir, sigue abierto.
Una semana después, el Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco) dio a conocer su posición y aseguró que “la situación del hambre en Colombia sí es crítica”.
(Vea: Colombia, una de las zonas críticas del mundo por hambre aguda).
“a pobreza monetaria es la principal causa de la inseguridad alimentaria, entendida esta como la dificultad de una persona para acceder regularmente a suficientes alimentos inocuos y nutritivos que le permitan un adecuado crecimiento y desarrollo“, agregó la entidad.
Según Abaco, y basándose en los lineamientos dados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), alimentar a una persona en el país cuesta, en promedio, $423.000 al mes y, teniendo en cuenta datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), “21 millones de colombianos no no cuentan con recursos para comprar una canasta básica de alimentos“.
Desde la organización dijeron, además, que hay 5 millones de personas que sufren o sufrieron desnutrición crónica en su primera infancia y que hoy padecen sus consecuencias.
(Vea: La ONU respondió: presentan a Musk plan detallado contra el hambre).
“No es momento de buscar culpables y lamentarnos por la situación de inseguridad
alimentaria que se vive el país. Es importante poner el tema sobre la mesa, entender su dimensión y juntarnos para trabajar soluciones integrales”, afirmó Juan Carlos Buitrago, director ejecutivo de Abaco.
La organización insistió en que el 54,2 % de la población colombiana vive en inseguridad alimentaria, pero que la otra mitad de la población puede ayudar a cambiar esta realidad.
“El hambre es un fenómeno multicausal y solo a través de la articulación del sector público, privado, el tercer sector, los medios de comunicación, la academia y los organismos multilaterales vamos a poder generar acciones que tengan el impacto que necesita el país para superar esta problemática. Está demostrado que los esfuerzos desarticulados no generan resultados y por eso debemos juntarnos“, agregó Buitrago.
PORTAFOLIO
Fuente: Portafolio