Así como se reactiva la economía, poco a poco también se recupera la confianza de los consumidores y, de hecho, las últimas cifras de la Encuesta de Pulso Social del Dane evidenciaron que en octubre el indicador aumentó 0,8 puntos porcentuales frente a septiembre, ubicándose en 38,5%.
Aunque la confianza continúa por debajo de la barrera de 50 puntos, lo que se traduce en pesimismo, este es el nivel más alto que se ha registrado desde que el Dane empezó a hacer la medición, en julio del año pasado.
Cúcuta fue la ciudad en la que se registró el mayor nivel de confianza, con un indicador de 45,7%. Seguido estuvieron Santa Marta, Cali, Bucaramanga y Montería, con tasas de 44,4%, 43,7%, 42,7% y 41,8% respectivamente.
No obstante, la capital del país registró el nivel más bajo de confianza, con una tasa de 32,6%, seguida de Popayán (32,7%), Barranquilla (33%) y Tunja (33,9%).
Por sexo, en octubre los hombres registraron un mayor nivel de confianza, con una cifra de 38,8 puntos; mientras que en el caso de las mujeres el dato llegó a 38,3.
“Se deben resalta el mayor registro para hombres que para mujeres, lo que refleja la realidad del mercado laboral. Es decir, el hecho de que los empleos femeninos se están recuperando menos rápido que los empleos masculinos”, anotó Juan Camilo Pardo, analista económico de Corficolombiana.
En cuanto a la economía de los hogares, el porcentaje de encuestados que consideraban que su situación estaba peor o mucho peor en el último año fue de 44,9%.
Mientras que en las expectativas hacia el futuro, aproximadamente 39,9% de los hogares aseguraron que esperan que dentro de un año su situación económica esté mejor o mucho mejor.
“Tenemos una caída frente a ese optimismo sobre la situación económica del hogar en los próximos 12 meses, en comparación con lo que sucedía en octubre de 2020, tenemos una caída de 5,3 puntos porcentuales en la calificación de ‘Mejor’”, anotó el director del Dane, Juan Daniel Oviedo.
Así mismo, se evidenció que aún continúan los efectos de la pandemia en la economía de los hogares, pues 62,8% de los encuestados reportaron que no tienen mayores posibilidades de comprar ropa, zapatos y alimentos. Sin embargo, ha habido una corrección en este indicador frente a octubre de 2020, pues para esa fecha el porcentaje era de 75,3%. Entre tanto, 77,2% de los hogares reportaron que no tienen la posibilidad de ahorrar y 8,2% aseguró que no tienen ingresos.
“Ese 8,2% de no tener ingresos es una mejora importante frente a lo que sucedía en el año inmediatamente anterior (2,15%), (…) lo cual muestra que las perspectivas económicas, y sobre todo las del mercado laboral, para el mes de octubre, van a ser posiblemente mucho más positivas que los resultados de septiembre”, explicó Oviedo.
La inflación llevó a menores expectativas
Algunos analistas aseguraron que los aumentos de la inflación llevaron a que los hogares tuvieran menores expectativas frente a la economía del país hacia el futuro. De hecho, 74,5% de los jefes de hogar prevén que los precios van a seguir aumentando en los próximos meses.
“La perspectiva de la economía en los siguientes 12 meses por parte de los hogares cayó debido, principalmente, a las presiones inflacionarias y los menores ingresos reales que eso representa para los consumidores. Adicionalmente, el exceso de ahorro ha venido disminuyendo”, aseguró Pardo.
Fuente: La Republica
