Colombia se está posicionando como un ecosistema de impacto en la región, demostrando así su capacidad para movilizar capital privado a escala y con ello, apoyar a la solución de retos sociales y ambientales a nivel nacional.
De acuerdo con el último informe de la Red Aspen de Emprendedores para el Desarrollo (ANDE, en inglés); 16 inversionistas reportaron haber invertido en Colombia US$67 millones en empresas en etapa de crecimiento en sectores como agricultura (58%), servicios financieros (11%) y microfinanzas (9%), con expectativas de retorno financiero ajustadas al riesgo del mercado.
(Lea: Estos serían los nuevos topes de aportes a salud y pensión en Colombia).
Sumado a lo anterior, Colombia también ha sido pionera y referente en la implementación de esquemas de pago por resultados como los Bonos de Impacto Social. En el país se han lanzado tres: Empleando Futuro, Cali Progresa con Empleo y CREO.
“La inversión de impacto supone un cambio de paradigma en las decisiones de inversión, identificando oportunidades que encuentran un balance entre el impacto social y ambiental y el retorno financiero, contribuyendo a solucionar los desafíos sociales y ambientales a los que nos enfrentamos”, comentó Juan Pacheco, gerente del GSG-NAB Colombia.
Así mismo el directivo agregó que, “este modelo, representa la posibilidad de cerrar la brecha de financiación de los objetivos de desarrollo sostenible y la existente entre la oferta de capital privado y la demanda de inversión”.
PORTAFOLIO
Fuente: Portafolio