Los sectores de industria y comercio en Colombia registraron un crecimiento de 16,3% y 19,9% respectivamente, lo que indica que el declive económico provocado por las medidas de contención contra el covid-19 se ha superado notablemente.
De acuerdo con expertos de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercados de Bancolombia, este resultado estuvo en línea con la expectativa de 10,8% para la industria y 8% para las ventas minoristas, mostrando así la solidez de la economía colombiana en su nivel de producción y ventas, a pesar de los altos costos provocados por los aún persistentes problemas en las cadenas globales de suministro, presionados por la invasión de Rusia a Ucrania.
Por el lado del comercio, los artículos relacionados con la movilidad de los hogares, combustible, prendas de vestir, calzado, de aseo personal y bebidas son los que más han aportado a la buena dinámica global.
Por su parte, la manufactura se vio favorecida por la mayor demanda de bienes durables manufacturados para la preparación del comercio del primer Día del IVA del año, que se realizó a inicios de marzo y que, además, también se ha visto beneficiado por la producción para empaques de bienes agroindustriales a partir del papel, cartón y plástico.
Por último, a pesar de haberse presentado una divergencia en los crecimientos mensuales, a partir de las series corregidas por efecto estacional, las magnitudes de estas datan de una estabilización de la actividad. En efecto, con relación a enero, en febrero el comercio mostró avance de 1,2%, mientras que la industria presentó un leve declive de -0,7%.
Industria manufacturera
Por otra parte, de acuerdo con el estudio, el resultado manufacturero estuvo caracterizado por la solidez de los segmentos de la agroindustria, textiles y productos químicos. Desde los menos dinámicos, sobresale el mal momento del café. Así pues, en su variación anual, el 79% de los rubros manufactureros gozaron de una expansión de su actividad productiva. Entre los menos dinámicos sobresale el declive del sector cafetero -trilla de café- que presentó una contracción anual de -13% gracias a la menor producción local, consecuencia de los problemas climáticos que aún persisten.
Además, se sumaron la fabricación de vehículos (-17,6%), refinación y coquización de petróleo (-5,5%) y productos de molinería (-6,3%), principalmente. Con relación al sector automotor, los altos costos de insumos, el mayor plazo de llegada de estos y el encarecimiento del crédito ha debilitado el sector que, para este mes, observó una contracción de 2% de las ventas de vehículos.
En cuanto a la industria alimenticia, principalmente de la elaboración de bebidas, así como del sector textil, en concreto, los cuatro segmentos de mayor aporte fueron la confección de prendas de vestir (27,7%), la elaboración de bebidas (13,4%), la fabricación de productos de papel, cartón y derivados (24,5%) y de productos farmacéuticos (12,7%) que juntos explicaron la tercera parte del crecimiento total de la manufactura.
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Comercio minorista
En cuanto a este rubro, durante febrero, cuatro de los 16 segmentos del comercio minorista presentaron una contracción anual en ventas. Es decir, el 75% de los segmentos prolongó su buena dinámica. Asimismo, es de resaltar que todas las ramas ya se encuentran por encima de los niveles prepandemia (febrero de 2019).
Es por esto que, a pesar de haber sido uno de los sectores más afectados por las restricciones de movilidad, el comercio ha gozado de una gran recuperación ante el control de la pandemia, gracias a los avances en vacunación, lo que se ha visto reflejado en una mayor movilidad y en una cantidad mínima de restricciones, a tal punto que, incluso, en algunos municipios ya no es necesario el uso de tapabocas en espacios públicos.
En este contexto, los hogares han podido reactivar su consumo de prendas de vestir, que mostró un crecimiento anual de 29%, y de calzado y artículos de cuero con una expansión del 48,8%. Además, la venta de combustibles (10,1%) y de repuestos (16,9%) ha vuelto a gozar de una mejor dinámica, como consecuencia de la mayor movilidad.
Fuente: El Nuevo Siglo
