El Gobierno Nacional presentó en días pasados sus perspectivas fiscales para 2022, dentro de las cuales, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, destacó un panorama alentador, especialmente en relación al pronóstico de deuda bruta para este año, que sería de 62,7%.
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Esto implica, que en 2022, la proyección no solo mejoró en 5,9 puntos porcentuales frente al que se tenía definido en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) del año pasado (68,6%), sino que también está por debajo de la meta prevista que se tenía para 2032 (62,8%). Sin embargo, para algunos expertos esa meta podría tener varios retos que podrían diluir ese optimismo.
El Ministro aseguró que, originalmente, en el MFMP de junio de 2021 se esperaba que desde 2024 se iba a reducir el nivel de deuda para llegar a estabilizarlo en 62,8% para el 2032, pero el cambio en las perspectivas se dio gracias a que desde el año pasado se logró “que ese ajuste gradual y ordenado de las finanzas públicas se esté logrando más rápidamente”, esto como producto del mayor crecimiento en 2021 y el esperado en 2022, y también al mejor recaudo.
De acuerdo con Wilson Tovar, gerente de investigaciones económicas de Acciones y Valores, el año inició con el pie derecho, y se espera un crecimiento por encima de 10% para el PIB de 2021, pero el pronóstico de 5% para 2022 “es más desafiante”. Según Tovar, “hay un sinnúmero de variables que pueden hacer difícil lograr el número de crecimiento, y eso determina el nivel de deuda. Lo que está pasando es que la base con la que se está midiendo esa deuda es un PIB altísimo, y ya vemos revisiones a la baja, tanto del FMI y el mismo Banco de la República”, destacó.
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Entre los elementos que asegura Tovar que presentarán más retos para el crecimiento, y por ende para el nivel de deuda está el hecho de que la confianza del consumidor se redujo en enero y que también tenemos una inflación en que algunos rubros como la papa, la carne están subiendo más que le mínimo lo que, según el experto, ya genera una pérdida de poder adquisitivo. A esto, añade, se suma el panorama electoral, y que “seguramente a mitad de año las tasas de interés del Banco de la República estén por los lados de 5,5% o 6%”.
Por ello, sostiene que puede que el avance de los 10 años podría llegar a ser no tan agresivo.
Otros analistas tienen una postura más optimista, pero sin descartar los riesgos. José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, aseguró que la meta del gobierno de 62,7% sería una caída de 2 puntos porcentuales frente al máximo que abríamos alcanzado en 2020 con motivo de la pandemia.
“Es factible, porque este año vamos a seguir con una inercia de crecimiento importante”, aseguró López. El economista destacó como el recaudo de enero fue un buen termómetro de que la economía arrancó bien, pero reconoció que “hay incertidumbre sobre el tema electoral, la inflación y su efecto en el consumo. Son unos componentes importantes de incertidumbre sobre cuánto va a crecer la economía, pero nos parece que las proyecciones del Ministerio están relativamente bien y esto podría ser una meta lograble que anticipa una reducción de deuda prevista para 2032”.
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Para otros expertos, por el contrario, “las cifras actualizadas del plan financiero lucen favorables”, como lo expresó Camilo Pérez, director de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, y según el economista, la mejora que se da en la cifra de endeudamiento se deriva en gran medida de los buenos resultados de crecimiento que se tienen tanto para 2021 y 2022.
“Que se cumpla anticipadamente una meta que se tenía para un horizonte de 10 años tiene que ver con dos cosas: cuando se sacó la cifra anterior estábamos quizás en uno de los peores momentos fiscales de los que ha tenido registro Colombia, donde en su momento se pronosticaba un crecimiento muy bajo de la economía para 2021, alrededor del 5%. Era una situación diferente”, aseguró.
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE
PORTAFOLIO
Fuente: Portafolio