Para optimizar los mecanismos que permitan mejorar las condiciones de vida a los productores y agricultores, el Ministerio de Agricultura y el Departamento Nacional de Planeación (DNP) acompañan la segunda jornada de Revisión de Política de Desarrollo Rural en el marco de los compromisos adquiridos ante la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Esta iniciativa revisará la política actual y espera recibir recomendaciones en tres pilares fundamentales: formalización como eje del fomento al desarrollo rural; priorización y provisión de bienes y servicios, y mejorar la gobernanza.
En el taller, que tendrá lugar hoy en las instalaciones del Banco Agrario en la ciudad de Bogotá, se mostrarán los avances de la primera y segunda misión y se ajustarán detalles según consideración de la OCDE.
Este escenario busca discutir los beneficios y retos de una política rural nacional para Colombia, por lo que contará con un panel de expertos, miembros del Gobierno nacional y regional, gobernaciones y alcaldías, revisores de Chile, Finlandia, Irlanda y la Unión Europea, académicos, sector privado, expertos nacionales, y por su puesto la OCDE, que discutirán la utilidad de una política de este estilo en el país, sus beneficios y retos, así como su diseño y los actores claves en el proceso.
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En julio, la OCDE entregará una revisión con recomendaciones que permitirán mejorar la competitividad y el bienestar de las zonas rurales del país. Entre los objetivos de esta revisión rural se encuentran: realizar un diagnóstico de las principales tendencias, desafíos y oportunidades sin explotar en las regiones rurales colombianas; mejorar el acceso a servicios públicos en zonas rurales (especialmente internet) y el manejo y formalización de tierras (con un enfoque en minorías); y apoyar el desarrollo de una política rural nacional para mejorar la gobernanza y la coordinación interinstitucional e intersectorial.
El papel de la OCDE es clave en el diseño de la hoja de ruta para los años que vienen y por eso este taller se presenta como un espacio idóneo para poner sobre la mesa desafíos y puntos de vista que nutran el debate y permitan generar conocimiento que contribuya a la toma de decisiones de política rural.
Fuente: El Nuevo Siglo