Aunque la economía colombiana está respondiendo de manera favorable a los estímulos para volver a recuperar la senda de crecimiento y que este año podría estar cercana al 9,8%, tras la peor caída en las últimas décadas en 2020, el fantasma de la inflación ha aumentado los temores de que el próximo año la lucha que contra ese fenómeno realiza el Banco de la República pueda resentir el aparato productivo.
(Con subida de medio punto, Emisor lleva las tasas al 3 %).
El aumento de la tasa anunciada por el Emisor en medio punto porcentual el viernes pasado, con lo que la autoridad monetaria llevo la tasa al 3%, busca contener la inflación y sus expectativas que además se alimentaron con el incremento del 10,07% en el salario mínimo.
Estas dos cifras, inflación de este año, que según los analistas superará el 5,2%, junto con el incremento del salario mínimo alimentarán muchas de las tarifas, cuotas, salarios, pagos, arrendamientos que se aplicarán en los primeros días del 2022.
Así, en los primeros meses del próximo año es muy posible que la inflación continúe subiendo por los ajustes en todos los precios.
Y con el aumento de las tasas por parte del Banco de la República y las que vendrán en los siguientes meses, se podría generar un efecto colateral que impactará sobre la actividad económica, aunque no de una manera inmediata, pero sí rezagada, en una transmisión que según analistas puede durar hasta 18 meses.
Ese efecto se siente de manera material en tasas más altas para el crédito lo que debería desincentivar la inversión de los empresarios, así como el consumo de los hogares.
(Así afecta su bolsillo la subida de tasas del Banco de la República).
Para Camilo Pérez, jefe de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, la pregunta es qué tanto se va a ver impactada la actividad y considera que eso tiene que ver con la tasa de interés adecuada en cada espacio de tiempo. Recuerda que en este momento la tasa del Banco de la República (3%) sigue siendo negativa en al menos dos puntos porcentuales pues la inflación en términos anuales es del 5,2% y por lo tanto todavía hay estímulo para el crecimiento “y si el Emisor tiene que subirla mucho y llegar hasta que esta no fuera negativa sino positiva, por allá por encima de 1% o 1,25% que será cerca de la tasa neutral, ahí habría un impacto en la actividad económica”, advierte el analista.
Sumado al crecimiento de la economía, para Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, considera que el país también está experimentando incrementos en los precios que de cierto modo están obedeciendo a tendencias internacionales, pero en la medida en que pueden generar efectos de indexación o una prolongación en presiones a otros precios que no deberían estar afectados, el Emisor decidió emprender este incremento en sus tasas.
La economista cree que el otro año se van a ver ajustes en la tasa, tal vez de una mayor magnitud, “porque vamos a experimentar probablemente mayores subidas en los precios y en respuesta a ello, el banco central podría acelerar ese ciclo de subida de tasas de interés.
EL RECALENTAMIENTO
Los analistas afirman que el aumento de la tasa de interés del Emisor de 50 puntos básicos estaba en línea con lo esperado por los mercados y difícilmente puede llegar a tener un efecto en el corto plazo en materia de inflación y crecimiento.
Pero hacia mediados de 2022 sí se podrían evidenciar correcciones en el ritmo de expansión de la actividad, moderándose frente al observado en 2021.
Por esta razón, como dice Carolina Monzón, gerente de Análisis Económico de Itaú Colombia, la expectativa de que el ciclo de normalización continúe con más aumentos de tasas, sí contribuiría a evitar un recalentamiento de la economía así como también a contener el aumento de las expectativas de inflación que han venido mostrando incrementos considerables en los últimos sondeos.
(¿Qué política monetaria seguirá el Banco de la República?).
La analista estima que el ciclo de subida en la tasa de política monetaria del Banco de la República se extenderá hasta el 5,25 % desde el nivel actual del 3 %.
Y es que considera que el aumento en tasa de interés “conllevaría a moderar el ritmo de expansión de la demanda interna y por tanto ayudar a corregir el elevado nivel de déficit externo, un factor de vulnerabilidad ante un escenario de retiro del estímulo monetario en las economías desarrolladas”.
Con las perspectivas de crecimiento de la economía, el recaudo tributario y menor gasto, el ministro de Hacienda José Manuel Restrepo, reafirmó tras la junta del Emisor que el déficit fiscal proyectado para el 2021 iba a ser de 8,6% del Producto Interno Bruto (PIB) que se disminuye en un punto porcentual, una cifra que equivale a $11 billones, lo que va a contribuir a que se reduzca casi tres puntos porcentuales el nivel de deuda pública.
AUTONOMÍA DEL EMISOR
Para Jorge Restrepo, profesor asociado de economía de la Universidad Javeriana, la decisión de subir medio punto porcentual la tasa de interés “moderará el recalentamiento de la economía, pero ello depende de que la Junta del Banco de la República continúe reafirmando su independencia” y anticipa que los precios responderán a la moderación de la demanda.
Por su parte, María Claudia Llanes, economista de BBVA Research, considera que el escenario inflacionario y de rápida recuperación en la actividad, concentrada en el consumo, “justifican que el Banco de la República lleve su tasa por encima de su nivel natural en 2022 para controlar las expectativas de inflación”.
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Fuente: Portafolio