Con la pandemia por covid-19, las dinámicas laborales cambiaron radicalmente. El teletrabajo llegó para imponerse y, con ello, trajo grandes impactos para los trabajadores. Entre estos: ansiedad.
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La tensión psicológica por este nuevo entorno laboral ha llevado a un aumento del 28% en el número de personas que muestran signos de trastorno de ansiedad, pasando del 8% en 2019 a un máximo de 36% a finales de 2020, según el más reciente estudio de la Consultora Bain & Company The Working Future: More Human, Not Less.
“La pandemia nos obligó como sociedad a lidiar con el duelo, adaptarnos a condiciones de aislamiento social y reconfigurar la manera en la que trabajamos al mismo tiempo. Esto no solo ha afectado los indicadores de salud mental en todo el mundo, sino que pone en evidencia su importancia en los espacios de trabajo” explicó Catalina Fajardo, Socia de Bain & Company en Colombia.
Ahora bien, el informe explica que los niveles de estrés de los trabajadores han aumentado incluso antes de la pandemia. Las afectaciones estarían concentradas, principalmente, en la población joven.
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¿Las causas? El aumento de la inequidad, la desaceleración económica y la precarización de las condiciones de vivienda han puesto barreras para que las nuevas generaciones alcancen estabilidad financiera.
“Hoy en las economías desarrolladas, la posibilidad de lograr movilidad social absoluta, esto es, ganar más que los padres es la más baja en la historia desde la segunda guerra mundial y a esta creciente presión económica se suman otros desafíos del mundo contemporáneo como la flexibilización del trabajo, el impacto del cambio climático y la polarización política” añadió Fajardo.
Esto ha implicado que el 61% de los trabajadores menores de 35 años tengan preocupaciones sobre sus finanzas, seguridad laboral y la imposibilidad de cumplir sus metas profesionales. Solo el 40% por encima de este rango de edad, tienen estas preocupaciones.
La consultora explica que estas presiones psicológicas son importantes tenerlas en cuenta pues ha implicado que los jóvenes se desilusionen del sistema económico y la política, haciendo que se enfoquen en movimientos políticos radicales.
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“Tanto en las organizaciones como en la sociedad debemos empezar a repensar el rol que el trabajo tiene en nuestras vidas, esto pasa no solamente por crear políticas para cuidar la salud mental de los colaboradores, sino en repensar el espacio laboral en función del desarrollo de nuestras potencialidades exclusivamente humanas”, concluyó Fajardo.
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Fuente: Portafolio