Dos grandes fabricantes de la industria cervecera mundial, Heineken y Carlsberg, aumentarían el precio de sus productos a los consumidores ante el aumento de los costos de producción por el alza de las materias primas y de fletes para su elaboración y transporte.
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Heineken prevén que a mediados de este año el costo de sus insumos incrementará por hectolitro.
Según la cervecera, aunque las utilidades generadas por países como Brasil y Nigeria han ayudado a sostener la deficiencia de la venta europea, es seguro que se aumenten los precios de sus productos en grandes cantidades para compensar los gastos que provienen del aluminio, la cebada y el flete chino.
De acuerdo con la empresa holandesa, a pesar que los mercados asiáticos podrán recuperarse con rapidez durante este año, a los europeos aún les queda mucho camino por recorrer en este ámbito. Incluso, la empresa dueña de más de 300 productos tuvo que retrasar la actualización de su guía para 2023, debido a la incertidumbre económica por la que atraviesa el sector.
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Por su parte, el cuarto mayor productor de cerveza, Carlsberg, también anunció que sus ganancias se verán afectadas negativamente en este periodo, debido al alto impacto negativo del covid-19, a pesar del optimismo con el que venía la marca.
“Estamos muy satisfechos con el desempeño del Grupo en 2021. Aunque nuestro negocio se vio afectado significativamente por el covid-19, logramos un fuerte crecimiento en los resultados y un flujo de caja libre”, aseguró Cees ‘t Hart, director ejecutivo en un comunicado.
Sus ventas habían aumentado en un 14 % durante 2021, pero durante enero la empresa pronosticó un aumento limitado en las ganancias operativas de entre cero y siete por ciento debido al aumento de los costos, al igual que su competencia holandesa.
En cuanto a la industria de bares y restaurantes europeos, que se vieron cerrados por la pandemia, estos podrían tardar años en recuperarse, más ahora con la constante subida de precios de las marcas productoras.
Cabe señalar que a finales del año pasado la industria de los licores se vio afectada por una escasez transitoria en una de las bebidas más consumidas durante diciembre, la cerveza. El paro nacional y la alta demanda lograron que los productores y vendedores de este líquido prendieran las alarmas.
No obstante, este cambio pudo ser solventado y, lo que parecía ser el inicio de una crisis, no pasó a mayores.
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Fuente: Portafolio