Han pasado ya más de dos semanas desde que líderes políticos de Nueva York visitaron las instalaciones de la infame prisión de Rikers Island, y salieron a la luz todo tipo de denuncias abrumadoras sobre la crisis humanitaria, condiciones deplorables, problemas de salud mental desatendidos y la cultura de violencia que se vive al interior de ese penal.
Y tratando de que la Administración De Blasio, encargada del manejo de esa cárcel, responda con claridad sobre la manera como está solucionando la grave problemática de Rikers Island, donde han muerto 12 presos en el último año, 5 de ellos por suicidio, la Asamblea Estatal convocó este viernes a una audiencia para escuchar directamente de quienes manejan la prisión, qué está pasando con esa correccional.
“Todos estamos enterados de reportes recientes, incluidos los reportes del monitor federal (que fue nombrado para revisar la crisis de la prisión y emitir recomendaciones), que muestran condiciones horrorosas en nuestras cárceles neoyorquinas. Y lo que está ocurriendo allí es verdaderamente una crisis humanitaria”, aseguró David Weprin, presidente del Comité de Correccionales de la Asamblea, durante la diligencia.
“Los reclusos han sido sometidos a condiciones inhumanas. El personal y los guardianes, a menudo están teniendo que trabajar turnos dobles y triples debido a la ausencia de personal. Esto, combinado con el aumento de la población carcelaria, parece haber creado condiciones intolerables para el personal penitenciario, médicos, empleados de las cortes, abogados y presos”, agregó el asambleísta.
Weprin cuestionó a los representantes de la Administración Municipal sobre lo que él mismo vio cuando estuvo en Rikers Island, que calificó como “horrendo, cruel e inhumano” , y exigió respuestas sobre la falta de cuidado a los internos, la manera en qué ocurrieron las muertes de ya una docena de presos, y el manejo que se está haciendo de los evidentes problemas mentales y de salud física desatendidos.
La audiencia en la Asamblea sobre Rikers Island ocurrió mientras a las afueras del edificio legislativo, que queda frente a la sede de la Alcaldía, decenas de manifestantes se tomaron la calle, cerrando el tráfico por casi una hora para exigir que sus demandas sean escuchadas y se tomen acciones sobre lo que describieron como “la isla de la tortura”.
“Yo estuve encarcelado en Rikers Island en 1971, y hoy, 50 años después, las cosas ahí están igual o peor. Tengo mucha rabia por el trato inhumano que se ha perpetuado ahí, y por eso le exijo a los oficiales electos de estas edificaciones que hagan el trabajo para el que fueron elegidos, que es proteger a todos y poner fin al infierno de esa prisión que no fue diseñada como prisión sino como centro de detención de paso”, advirtió el exrecluso.
Lo admite la Ciudad: “Eso es inaceptable”
“Eso que usted vio es inaceptable y estamos manejando cada una de esas situaciones y esos retos con suma urgencia. En las últimas dos semanas hemos tenido pasos grandes, sabemos que esto debe resolverse, y como dice el Alcalde, debemos seguir persiguiendo la meta de cerrar Rikers”, aseguró Dean Fuleinhan, primer vicealcalde de la Administración De Blasio.
El funcionario destacó como punto importante que gracias a las ordenanzas que emitió el mandatario local hace unas semanas, se redujo ya la población carcelaria en 400 internos en 15 días, y más guardianes están acudiendo a trabajar, pero insistió en la urgencia de que se tomen medidas para que los tribunales realicen los juicios de la amplia mayoría de presos en ese penal, pues han estado en pausa, afectando a más del 90% de los reclusos.
“El resto del Gobierno abrió tras la pandemia, pero el sistema judicial no lo hizo. Necesitamos que las cortes se muevan. Tenemos a más de 700 internos desde antes de la pandemia esperando. Necesitamos ayuda para que las cortes funcionen a todos los niveles, y que se trabaje con la ley de fianzas, porque ahora hay más que antes”, agregó el funcionario.
“Mea culpa” del Departamento de Correccionales
El comisionado de Correccionales de la Ciudad Vincent Schiraldi, tambien manifestó su “mea culpa”, admitiendo que no hay justificación para defender la crisis humanitaria y las condiciones deplorables que han sido denunciadas al interior de Rikers Island, y más allá de advertir que las “necesidades urgentes” han mejorado en las últimas dos semanas, con la apertura de dos instalaciones clínicas y una unidad carcelaria mejor y más grande en el penal, insistió en que la falta de personal cumpliendo con sus horarios, sigue afectando la crisis.
“Necesitamos que una tercera parte del personal que no está acudiendo a trabajar, lo haga. Muchos han abusado del tiempo de enfermedad, algunos están enfermos de verdad, y a ellos les pedimos que estén en sus casas y se mejoren, pero otros creo que están falseando las cosas y deberían sentirse avergonzados y regresar a trabajar”, manifestó el Comisionado, quien insistió en que a medida que la mayoría de los más de 7,230 miembros de personal se reporten a trabajar, mejorarán las condiciones de cuidado de los presos.
Schiraldi mencionó que hay días en los que la tercera parte del personal penitenciario no se presenta a trabajar, es decir que llega a haber una falta de casi 2,500 trabajadores que impactan el funcionamiento y cuidado de la cárcel. A pesar de ello, agradeció a quienes han cumplido a cabalidad su rol, y advirtió que han estado tomando muy en serio las necesidades urgentes con acciones.
“Estamos tratando dramáticamente de arreglar las cosas. Claro que necesitamos movernos más rápido, pero estamos trabajando en mejorar las condiciones”, dijo el jefe de las prisiones, agregando: “El nuevo sitio es más decente, y mejor y si los legisladores fueran hoy verían mejores condiciones. Todavíá falta mucho por hacer, pero estamos trabajando”.
¿Qué ha pasado con los suicidios?
La asambleísta Carmen de la Rosa interrogó a los representantes carcelarios sobre los suicidios registrados en Rikers y preguntó si hay relación entre algún tipo de castigo de retener a internos en duchas, como confinamiento solitario, como legisladores observaron en su visita, pero las autoridades penitenciarias afirmaron que ese no es el caso, aunque no pudieron suministrar datos sobre las personas que se quitaron la vida y los otros que han muerto.
Los legisladores criticaron además que en su visita a Rikers no vieron que se estén implementando protocolos de seguridad contra el COVID, pues muchos trabajadores ni siquiera usan máscaras y sonaron las alarmas sobre la falta de seguimiento a que se sigan reglas de cuidado y protección.
Otro dato que resultó preocupante fue conocer que apenas poco más del 50% del personal penitenciario está vacunado contra el COVID, lo que puede representar un riesgo.
Angel Tueros, miembro de la organización Freedom Agenda, que exige el cierre inmediato de Rikers Island y el fin a los abusos cometidos allí, criticó que las autoridades de correccionales pretendan mostrar que el problema del penal se debe a la falta de personal, cuando prácticamente el número de guardianes supera el de internos, y pidió a la Ciudad que asuma su responsabilidad y clausure el penal ya mismo para evitar más daños y muertes.
“Rikers Island es el centro de detención más grande de todo el mundo y debe cerrarse hoy. Hasta ahora han fallecido innecesariamente 12 personas en un ambiente donde impera la violencia. Exigimos el cese a la violencia por parte de las autoridades que están ahí”, dijo el activista. “Estamos pidiendo que se cierre Rikers Inmediatamente porque las condiciones físicas de los edificios son paupérrimas, deplorables, infrahumanas, el trato es horrible, está sobrepoblada y la cultura de violencia que ha imperado durante años sigue criminalizando a los latinos, a los negros y a los pobres”.
El problema es el mal manejo que se ha hecho
Tras escuchar sus descargos, los asambleístas insistieron en que la crisis de Rikers no se debe a la falta de personal, más aun cuando se espera que 600 guardias adicionales lleguen pronto, y compartieron la postura del monitor federal Steve Martin, quien acotó que el problema del penal no es la falta de personal sino el mal manejo que se ha hecho.
El presidente del sindicato de Oficiales de Correccionales de Nueva York Benny Boscio también se sumó a esa posición y criticó que pretendan señalar a los guardias como la causa del problema, y exigió responsabilidades a la Administración De Blasio.
“Nuestros oficiales deben soportar día tras día ambientes inseguros mientras nos etiquetan como que nos tomamos días sin permiso y como chivos expiatorios de la crisis que ha causado la negligencia criminal del alcalde De Blasio”, dijo Boscio. “¿El crimen se dispara en nuestras calles y en nuestras cárceles y su enfoque está en el servicio al cliente? ¡El 1 de enero de 2022 no puede llegar lo suficientemente pronto!”.
Rikers Island en cifras
- 11,000 presos había allí en 2014.
- 6,000 presos había hace dos semanas.
- 5,542 reclusos hay actualmente en Rikers Island.
- 90% de los presos ni siquiera han visto al juez.
- 400 internos fueron liberados en las últimas dos semanas.
- 12 presos han muerto en el último año.
- 5 de ellos se suicidaron.
- 7,230 es el personal penitenciario que hay en Rikers Island.
- 2,500 en promedio llegan a faltar al trabajo cada día.
- 1,367 se reportan enfermos en promedio diario.
- 700 no acuden porque tienen restricciones médicas.
- 5,160 guardias y personal trabajan cada día, algunos en turnos dobles y otros turnos triples.
- $400,000 cuesta tener a cada preso en Rikers Island cada año.
- 2026-2027 es la fecha pautada para cerrar definitivamente Rikers Island.
Fuente: El Diariony