El hecho ocurrió en horas de la mañana de este 17 de febrero en una guadería infantil en Stanitsa Luganska, Ucrania. Lugar en donde más de 57 niños se encontraban desayunando cuando fueron sorprendidos abruptamente por un bombardeo que dejó a tres trabajadores escolares heridos.
El incidente se produjo a 20 kilómetros de Luhansk, zona controlada por los rebeldes separatistas prorrusos. Según el ejercito ucraniano, 32 proyectiles han estallado durante las últimas semanas en la ciudad como producto del conflicto con Rusia.
Por su parte, la profesora Natalia Slessareva, de 54 años, recalcó que los niños entraron en pánico ante el riesgo y el estado de vulnerabilidad en el que se encontraban. La institución no contaba con una infraestructura que permitiera proteger a los menores ni al personal ante la severidad de los explosivos.
“La explosión tuvo lugar alrededor en horas de la mañana. Estaba en la lavandería. La onda expansiva me lanzó hacia la puerta. Ya no sentía el lado derecho de mi cabeza. Tenía mucho miedo, no hay ningún refugio antibombas en esta guardería, solo paredes gruesas. Se puede ver que fueron dañadas. No logro calmarme”
Expresó la mujer en una entrevista para AFP.
Tras el atentado, los lideres occidentales mostraron su indignación a través de redes sociales mientras que los separatistas denunciaron una posible manipulación de Kiev.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) manifestó que teme que Rusia este preparando una operación de bandera falsa, es decir, una serie de acciones que justifiquen la invasión al vecino país.
Fuente: Cablenoticias