La rotura de un oleoducto petrolero en un sector de la Amazonía ecuatoriana afectado por un proceso de erosión del suelo, generó el viernes 18 de enero un vertido de crudo en una amplia zona montañosa, lo que generó preocupación en la población.
La empresa privada Oleoductos de Crudos Pesados (OCP) confirmó que la avería se produjo en el sector del río Piedra Fina, en la zona de San Luis, donde se ha registrado un proceso de erosión regresiva natural y un socavón de tierra, un fenómeno que obligó a cambiar la dirección de varias tuberías de transporte de petróleo y derivados.
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La empresa OCP indicó que el percance se produjo luego de la caída de rocas sobre la tubería en una zona cercana al volcán Reventador, que mantiene una actividad eruptiva permanente. Aclaró que el vertido ya ha sido controlado y que el sitio de la rotura del OCP no se encuentra directamente expuesto a los ríos que atraviesan por la zona.
La firma no ha precisado información sobre el volumen del vertido generado por la ruptura de la tubería. El gerente de operaciones de OCP, Roberto Grijalva, aseguró en un comunicado de su empresa que “se han dispuesto todas las medias correspondientes para precautelar (proteger) cualquier daño ambiental y para ello ha dispuesto todos los recursos necesarios para cumplir con dicho compromiso“.
Asimismo, dijo que la firma trabaja conjuntamente con el Gobierno y las autoridades locales de la provincia amazónica de Napo, donde se produjo la avería. De su lado, la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia informó de que el ministro de Energía, Juan Carlos Bermeo, encabezará un Comité de Crisis para vigilar y dar seguimiento y control a las acciones de contención y respuesta ante el percance.
La fuente indicó que personal y equipos de la empresa estatal Petroecuador apoyarán las tareas de contingencia en la zona del vertido. OCP, como parte del contrato para el transporte del crudo ecuatoriano, cuenta con una póliza de seguros de responsabilidad civil y daños al ambiente, agregó la fuente. Aclaró que el percance no ha alterado las operaciones para la exportación del crudo nacional a los mercados internacionales.
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Precisó que el estatal Sistema de Oleoducto Transecuatroiano (Sote) y un poliducto para el transporte de derivados que cruzan por la zona no han sufrido alteraciones y operan con normalidad. El Ministerio del Ambiente ha emprendido una investigación y ha dispuesto de manera urgente la gestión de las actividades de contingencia, limpieza y remediación de la zona afectada. Las autoridades ecuatorianas han pedido a la empresa OCP que presente un plan de emergencia y una evaluación de daños ambientales y sociales.
Además, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), que controla las actividades en este tipo de eventos, ha activado a una de sus unidades para garantizar el uso, la calidad y cantidad de agua para la población de la provincia de Napo. El Gobierno “mantendrá vigilancia permanente para superar la situación y verificará que se cumplan las acciones de reparación que sean necesarias“, concluyó la Secretaría de Comunicación en su boletín.
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El proceso de erosión regresiva en la zona del volcán El Reventador, por donde pasa el río Piedra Fina, se empezó a registrar en 2020 y desde entonces Petroecuador y OCP han construido algunas variantes para reconducir sus tuberías. Con una producción diaria de unos 530.000 barriles, Ecuador tiene en la exportación petrolera a una de sus principales fuentes de ingreso de divisas y de financiación de su presupuesto estatal.
EFE
Fuente: Portafolio