Las sanciones de Occidente acorralan a la economía rusa

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En la actual invasión de Rusia a Ucrania, Occidente ha priorizado un accionar de sanciones, ‘disparándolas’ por tandas y estrictamente diseñadas para atacar a las empresas, oligarcas y políticos, pero cuyos efectos ya pueden sentir los ciudadanos de pie.

Pero esta ola de sanciones no es nueva y se suma a aquellas impuestas desde 2014, cuando bajo el telón del Euromaidán, Rusia invadió la provincia de Crimea y se la anexó.

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Las sanciones económicas a Rusia pueden categorizarse en tres fases. La primera, en 2014; la segunda, sacnciones unilaterales de EE.UU. entre 2017 y 2021 y la tercera, desde la invasión a Ucrania”, reseña un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IFI).
A pesar de ello, analistas internacionales han señalado que las anteriores restricciones “han sido muy débiles” y otros las han desestimado.

“Una crítica sobre Occidente en el pasado fue que las sanciones fueron muy débiles y no tuvieron un impacto real sobre Rusia, a las cuales ha respondido con contrasanciones que han impactado en las empresas de Occidente que operan en dicho país”, dijo a Portafolio, el analista Stephen Dalziel, analista político experto en Rusia.

Sin embargo, las recientes sanciones articuladas de Occidente y sus aliados, como las trabas a los mayores bancos o la salida del sistema SWIFT ha sorprendido y causado gran daño a la economía rusa.

Esperamos que las sanciones impuestas en los últimos días tengan un efecto dramático en el sistema financiero de Rusia, así como en toda la economía”, dice el reporte de la IFI.
El lunes, el rublo ruso cayó un 30% y la bolsa de valores de Moscú suspendió sus operaciones, al mismo tiempo que el banco central ruso subió las tasas de interés hasta un 20% en un intento por frenar la depreciación de la moneda. “Creo que esta vez Rusia ha sido sorprendida por la extensión y la unidad de las sanciones expuesta por Occidente. La manera en la que cayó el mercado de valores ruso; la depreciación del rublo y las largas filas en los bancos de personas intentando sacar su dinero, dice mucho del impacto, más allá de lo que el Kremlin diga”, apuntó Dalziel.

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De hecho, una reflejo de este impacto es que las tarjetas de algunos bancos han dejado de funcionar.

Creo que esta vez Rusia ha sido sorprendida
por la extensión y la unidad de las sanciones

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“No pudimos pagar porque la tarjeta es de VTB”, banco sancionado por Occidente, dicen unos jóvenes en el metro de Moscú a Efe.

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Asimismo, El País (España) relató que el efectivo ha comenzado a escasear en muchos cajeros automáticos en la calle.

Si bien Rusia está siendo excluida del SWIFT, dado su acercamiento con China y otros países de ideología similar, aún está la posibilidad de que se vincule al CIPS (Cross-Border Interbank Payment System), el sistema del Partido Comunista chino. “En este sistema están las naciones ‘parias’, todo aquel al que le ponen sanciones (…) Este tipo de actuaciones termina elevando el atractivo al menos para el Gobierno ruso de usar este sistema de pagos”, expuso Diego Camacho, economista sénior internacional de Credicorp Capital.

EL EXILIO DE LAS EMPRESAS

La invasión está dejando un éxodo masivo de empresas desde Rusia que, paralelamente con las sanciones y prohibiciones de negocios, consideran que los riesgos políticos no son compatibles con sus valores.

La británica BP, por ejemplo, anunció la venta del 20% de su propiedad en Rosneft, mientras la estadounidense Shell canceló sus acuerdos con Gazprom. Equinor la estatal noruega también se desprenderá de sus negocios en el gigante euroasiático.
Para la británica, esto supone reducir su producción mundial de gas y petróleo.

ROBERTO CASAS

Fuente: Portafolio