Francia celebra este domingo la segunda vuelta de sus elecciones presidenciales repitiendo los aspirantes de los comicios pasados y bajo una coyuntura de geopolítica, inflación y medio ambiente cruciales para el futuro.
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El presidente saliente, el centrista Emmanuel Macron se enfrentará a la diputada de la derecha extrema Marine Le Pen, en un ambiente previo que parece favorable para el actual mandatario.
En la más reciente encuestra de la consultora Ipsos, Macron adelantaba a su adversaria política con una ventaja de 54% versus el 44% de Le Pen.
“Después del debate del miércoles, Macron y su equipo están confiados en su victoria. No se modificó la relación de fuerza y, más bien, se confirmó la última tendencia favorable”, dijo Florent Frasson-Quenoz, profesor de la facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, Bogotá.
De cara a esta segunda vuelta, Le Pen ha intentado matizar su discurso y acercarse a los electores de otras fórmulas de derecha, como Éric Zemmour, cuarto en la primera vuelta.
“Ha confundido un poco a su electorado, porque dijo que ya no quería salir ni de la Unión Europea o de la eurozona. Ha borrado de su discurso esas posiciones fuetes con las que la identifican”, aseguró Eugénie Richard, docente investigadora de la Universidad Externado.
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Por otro lado, Florent Sardou, profesor de ciencias económicas y sociales del colegio francés de Santiago (Chile), dijo que los electores tienen la sensación “particular” de “la importancia del voto” ante el choque de las dos propuestas “totalmente diferentes”.
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Fuente: Portafolio