El Gobierno ucraniano se mostró satisfecho y afirmó que “no tiene objeciones” a la respuesta por escrito que Estados Unidos entregó a Rusia sobre las garantías de seguridad que el Kremlin exige a Washington y a la Otán para crear un nuevo modelo de seguridad en Europa, que no amenace sus fronteras.
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“Habíamos visto la respuesta por escrito de EE. UU. antes de que fuera entregada a Rusia. No hay objeciones de parte de Ucrania”, tuiteó el ministro ucraniano de Exteriores, Dmitro Kuleba, actualmente de visita en Dinamarca.
“Es importante que Estados Unidos permanezca en contacto estrecho con Ucrania antes y después de todos los contactos con Rusia. No hay decisiones sin Ucrania. Esa es la regla de oro”, añadió.
Las garantías de seguridad exigidas por Rusia incluyen poner freno a una mayor expansión de la Otán, en particular a Ucrania y Georgia, el cese de toda cooperación militar con las antiguas repúblicas soviéticas y la retirada de las tropas y armamentos de la Alianza Atlántica a las posiciones que ocupaban antes de 1997.
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El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dijo que ambas partes no renunciarán a la política de “puertas abiertas” de la Otán, pero ha reiterado que Washington está dispuesto a hablar con Rusia sobre el control de armas o la transparencia en los ejercicios militares, como ha reiterado en las últimas semanas públicamente en varias ocasiones.
En Dinamarca, Kuleba dijo horas antes que la prioridad es que Rusia fracase en su plan de “desestabilizar” a Ucrania, en cuya frontera Rusia acumula más de 100.000 soldados, lo que hace temer a Kiev y a Occidente un ataque ante el rechazo de EE. UU. y la Otán de una respuesta positiva a todas sus exigencias.
El ministro cree que idea inicial de Rusia es apostar por la fuerza como amenaza para desestabilizar a Ucrania, usando además ciberataques y campaña de desinformación, para forzarla a hacer concesiones.
Sin embargo, Kuleba considera que Rusia aún se moverá al menos durante dos semanas en la vía diplomática, después de que el miércoles los asesores políticos del Formato de Normandía (Rusia, Ucrania, Francia y Alemania) acordaran una nueva reunión en 14 días en Berlín para seguir abordando la implementación de los Acuerdos de Minsk para la paz en el este ucraniano.
LAS RESPUESTA A RUSIA
Estados Unidos y la Otán respondieron formalmente este miércoles a las garantías de seguridad exigidas por Rusia, tendiendo la mano de la de diplomacia, pero avisando de que habrá “graves consecuencias” para Moscú si opta por una nueva invasión a Ucrania.
En medio de la escalada de tensiones por la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania, tanto Washington como la Alianza Atlántica cumplieron con el plazo marcado la pasada semana para responder a Moscú.
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La misiva de EE.UU. fue entregada en Moscú por el embajador estadounidense en Rusia, John Sullivan, en el Ministerio de Exteriores ruso. Un documento que según dijo el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en rueda de prensa en Washington, “incluye las preocupaciones de EE. UU.” y sus socios “sobre las acciones de Rusia que socavan la seguridad” así como “una evaluación de principios y pragmática de las preocupaciones expresadas por Rusia”.
LA PELOTA ESTÁ EN EL CAMPO RUSO
Ahora “la pelota ahora está en el campo ruso”, remarcó Blinken, al señalar que Moscú debe decidir si escoge el camino de la democracia o la confrontación. Si bien no quiso detallar el contenido de la carta para dar espacio a “conversaciones confidenciales”, reiteró el rechazo de Washington a negar la adhesión de Kiev a la Otán, algo solicitado por Moscú.
“La puerta de la Otán está abierta, sigue abierta, y ese es nuestro compromiso”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense. No obstante, se mostró dispuesto a trabajar junto a Moscú en una propuesta de “transparencia recíproca” sobre los movimientos militares y acordar el control armamentístico en la zona.
A juicio del jefe de la diplomacia estadounidense, la misiva “establece una serio camino diplomático, si Rusia lo decide”, aunque también insistió en que Washington está “listo” para imponer sanciones a Rusia que tendrían “graves consecuencias” si opta por la agresión a Ucrania.
El secretario estadounidense informó, asimismo, que espera tener una conversación “en los próximos días” con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para discutir la posición rusa.
Las garantías de seguridad exigidas por Rusia incluyen poner freno a una mayor expansión de la Alianza, en particular a Ucrania y Georgia, el cese de toda cooperación militar con las antiguas repúblicas soviéticas y la retirada de las tropas y armamentos de la Otán a las posiciones que ocupaban antes de 1997.
LA OTÁN REFUERZA SU PRESENCIA EN LA REGIÓN
Poco después de las declaraciones de Blinken, el secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, indicaba que había respondido también a Rusia “en paralelo a Estados Unidos”.
“Si bien esperamos y trabajamos para una solución buena, la desescalada, también nos preparamos para lo peor”, señaló Stoltenberg en conferencia de prensa.
Por ello, advirtió que junto con los esfuerzos “en la vía del diálogo”, la Otán también “ha incrementado la presencia, incluidas las regiones del mar Negro y Báltico, con más barcos y aviones”.
Con ese aumento, remarcó, se busca supervisar el desarrollo de los acontecimientos en torno a Ucrania así como proporcionar “tranquilidad” a los aliados.
Mientras continúan los esfuerzos diplomáticos, Washington sigue preparándose para un escenario de confrontación con la entrega de más material militar a Kiev y la recomendación de sus ciudadanos en Ucrania a abandonar el país ante la potencial invasión.
Moscú mantiene, mientras tanto, más de 100.000 tropas desplegadas en diversos puntos de su frontera con Ucrania, algo que para la inteligencia estadounidense podría apuntar a un ataque inminente. Este miércoles, la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, indicó que los informes apuntan a que el posible ataque se produciría de aquí a mediados de febrero.
EFE
Fuente: Portafolio