Pekín, 1 feb (EFE).- En un momento en el que, sobre todo Pekín, intensifica la prevención por los Juegos Olímpicos, que comenzarán el próximo viernes, China festeja desde la noche del 31 de enero la llegada del Año del Tigre, con celebraciones que se verán limitadas en las grandes ciudades por precaución contra la pandemia.
China ha registrado en enero diversos rebrotes a lo largo de su geografía, incluyendo el primero por la contagiosa variante ómicron en la ciudad nororiental de Tianjin.
Pese a que Tianjin ya declaró «una victoria completa» contra el brote la semana pasada tras aplicar los métodos habituales de confinamientos selectivos y campañas masivas de pruebas PCR, otros lugares como la provincia oriental de Zhejiang o la nororiental de Heilongjiang han visto su número de casos crecer en las últimas horas.
Los días festivos en el país asiático se extenderán desde hoy hasta el próximo sábado, pero los chinos se enfrentarán durante este período a restricciones de viaje y a suspensión de eventos tradicionales.
AÑO NUEVO, MISMO MANUAL
Poco ha cambiado en la estrategia china desde que hace aproximadamente un año comenzara el Año del Buey que acaba hoy: sigue manteniendo a rajatabla una estrategia de cero tolerancia contra el coronavirus, que incluye restricciones a los desplazamientos y pruebas PCR masivas allá donde se detecta algún caso, además de mantener las fronteras cerradas para no residentes.
El manual permanece inalterable pese a una exitosa campaña de vacunación que ha administrado ya, según datos oficiales desvelados hoy, más de 3.000 millones de dosis entre una población de 1.412 millones de habitantes.
De momento, no hay ninguna señal de un posible cambio en la estrategia y, si lo hay, es para endurecerla en momentos delicados como este Año nuevo lunar.
En este período, los chinos suelen a volver a sus lugares de origen, costumbre por la cual se esperan 280 millones de viajes en tren y 600.000 vuelos en el país durante este período festivo.
Para minimizar el riesgo de contagio, numerosas autoridades locales han animado a los residentes a pasar la fiesta en su lugar habitual de residencia, para lo cual incluso han preparado recompensas de hasta 500.000 yuanes (78.730 dólares, 69.000 euros) a las empresas que logren retener a sus empleados en la ciudad.
Además, a lo largo de todo el país, ciudades como Shenzhen, Hangzhou o Tianjin han cancelado eventos tradicionales de la nochevieja lunar como la celebración de ferias y mercadillos o las reuniones en templos.
Las restricciones se extienden al interior de las casas: en ciudades chinas como Shanghái se ha pedido que las reuniones familiares en los hogares no superen los diez asistentes.
Asimismo, los chinos que se desplacen habrán de consultar las cambiantes regulaciones de entrada de las diferentes provincias y ciudades, varias de las cuales exigen pruebas de ácido nucleico negativas a la llegada y restringen el acceso a aquellos que hayan pasado por zonas consideradas de riesgo.
PEKÍN EXTREMA LA PRECAUCIÓN
Por su parte, la capital china, que se convertirá el viernes en la primera ciudad en haber organizado unos Juegos de Invierno y otros de Verano, se afanó el pasado fin de semana en controlar un rebrote.
A lo largo del pasado sábado, el distrito sureño de Fengtai, epicentro del rebrote, organizó la cuarta ronda de pruebas de ácido nucleico en menos de una semana a toda su población, de 2,2 millones de habitantes, el resultado de todas las cuales fue negativo, anunciaron las autoridades locales el domingo.
Asimismo, trabajadores de algunas empresas estatales en Pekín tienen prohibido salir de la ciudad para pasar las fiestas y todas las personas que lleguen a la ciudad han de presentar una prueba PCR negativa en las 48 horas previas.
Aquellos que procedan de lugares de China en los que se haya registrado un solo caso de contagio local de covid tienen prohibido su acceso a Pekín.
Pese a que, según las cifras oficiales, existen en Pekín 104 casos positivos activos, esta cantidad se encuentra en el límite de lo tolerable dada la estrategia de cero covid y la cercanía de una cita olímpica en la que la atención internacional estará puesta en la ciudad.
Las reuniones en templos y mercadillos en la capital china por la llegada del Año del Tigre han sido cancelados.
Sin embargo, el Comité Organizador de Pekín para los Juegos descartó hace dos semanas confinar la capital china por un aumento de positivos: «nos ceñiremos a las medidas existentes salvo que haya un gran brote durante el evento», explicó un funcionario del Comité.
Los Juegos Olímpicos se celebrarán bajo estrictas medidas de prevención que incluyen el total aislamiento de los atletas y empleados venidos del extranjero con respecto de la población pequinesa.
Según las cuentas de las autoridades sanitarias chinas, desde el inicio de la pandemia, se infectaron 106.073 personas en el país, entre las que 99.500 han logrado sanar y 4.636 fallecieron.
Fuente: Minuto30