En medio de los bombardeos que han sacudido al pueblo ucraniano desde el miércoles de la semana pasada, el domingo el mandatario ruso elevó el conflicto a un nuevo nivel de tensión, al anunciar que pondría un “régimen especial de servicio” a las fuerzas de disuasión estratégicas del país, en respuesta a los agresivos comentarios formulados por los líderes de la OTAN.
“Régimen especial de servició a las fuerzas de disuasión estratégicas del país” significa, palabras más, palabras menos, que podrían entrar en servicio las fuerzas que son especializadas en el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero de gran alcance, y que son responsables del control habitual de armas nucleares y convencionales.
“Ordeno al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al jefe del Estado Mayor, Valeri Gerasimov, que transfieran las fuerzas de disuasión del Ejército ruso a un régimen especial de servicio de combate”, indicó en las últimas horas el Mandatario, en una serie de declaraciones que fueron recogidas por la agencia de noticias RIA Novosti.
Ahora bien, ¿qué llevó a que el Kremlin ordenara esta alerta? Pues bien, esta fue una decisión que vino acompañada de una denuncia: Vladimir Putin fue claro al calificar, en la misma alocución, de “ilegítimas” a las sanciones económicas que países como Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá le impusieron el sábado a su país.
Estas mismas, vale referirlo, excluyen a bancos sancionados rusos del mecanismo internacional de intercambio financiero Swift y paralizan los activos internacionales del Banco Central de Rusia.
“Los países occidentales no solo son hostiles a nuestro país en el ámbito económico, y con esto me refiero a las sanciones ilegítimas, sino que altos funcionarios de los principales países de la OTAN también se han permitido declaraciones agresivas contra nuestro país”, ha manifestado.
Apuesta del todo por el todo
Ahora bien, esta última movida en el ajedrez que puso en marcha Rusia, ¿cómo debería leerse?
De acuerdo con el profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, Roberto García, esta es una acción que corresponde “a mostrar los dientes, más que otra cosa”.
“Rusia está poniendo todas las cartas que tiene a su disposición encima de la mesa, de cara a presionar, y yo no creo, en lo personal, que vaya a llevar a cabo ninguna medida adicional de lo que ya ha hecho hasta este momento. Putin está jugando un órdago (cuando la apuesta es por todo el juego), a conseguir todo lo que pueda, dado que occidente está, en este escenario, en una situación de clara inferioridad”, advirtió a EL NUEVO SIGLO el internacionalista español.
Y precisó que es un escenario de inferioridad, pues ni Estados Unidos está dispuesto a meterse en un conflicto con Rusia, y menos en suelo ucraniano con un socio que no es aliado de la OTAN, “y la UE no está en disposición de negociar nada, cuando el grueso de Europa Central y Alemania dependen enormemente del gas ruso”, añadió el profesor García.
Estas fuerzas de disuasión estratégica, vale tenerlo en el radar, son las mismas que llevaron a cabo ejercicios en Bielorrusia justo antes de la invasión de Ucrania.
Durante estos ejercicios, fuerzas rusas lanzaron el misil balístico intercontinental RS-24 Yars, así como misiles de crucero desde portamisiles estratégicos de largo alcance Tu-95ms, que alcanzaron objetivos en Pemboi y Kura. Además, desde las aguas del Mar de Barents, un submarino nuclear estratégico de la Flota del Norte “Karelia” también ha hecho lanzamientos de un misil balístico modelo Sineva.
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Despliegue de mecanismos internacionales
Ante esta última movida, una de las primeras reacciones en llegar fue la del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien tachó de “irresponsable” a Rusia por poner en alerta a la “fuerza de disuasión” nuclear del ejército ruso. “Es una retórica peligrosa. Es un comportamiento irresponsable”, declaró Stoltenberg a la CNN, quien añadió que es aún peor si se combina con lo que el país está haciendo sobre Ucrania, una nación soberana e independiente.
Por su parte, hoy se reunirá el Consejo de Seguridad de ONU para evaluar la situación en Ucrania, y ayer la Unión Europea comenzó a prepararse para vetar a los medios de comunicación estatales rusos, así como a jets privados procedentes de dicho país.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que el cierre progresivo del espacio aéreo europeo que están aplicando los Estados miembro afectará también a “los jets privados de los oligarcas”, en el marco de un endurecimiento de las medidas contra el Kremlin que incluye también el veto a sus medios de comunicación, Russia Today y Sputnik.
“Proponemos una prohibición para todos los aeroplanos propiedad de rusos, registrados en Rusia o bajo control ruso”, indicó Von der Leyen, en una comparecencia sin preguntas.
El objetivo es que ningún avión propiedad de una persona física o jurídica rusa pueda “sobrevolar, aterrizar o despegar” en territorio de la Unión Europea, un veto que se aplicará a “los jets privados de oligarcas”, según ha subrayado la política alemana.
A este respecto vale referir que un total de 18 países europeos ya cerraron su espacio aéreo a los aviones rusos, en represalia por la invasión de Ucrania, incluidas grandes potencias como Alemania, Italia y Francia, que han anunciado este domingo esta restricción.
Conversaciones “con cautela”
De manera paralela a la declaratoria de Vladimir Putin, en la que puso sobre el tapete a las fuerzas de disuasión estratégica, así como a las últimas medidas que han sido adoptadas por la Unión Europea en contra de Rusia, el ministro de relaciones Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, indicó que llevar a cabo conversaciones con Rusia ya es de por sí una “gran victoria”.
Así mismo, anunció que recibió garantías por parte del presidente de Bielorrusia (aliado de Moscú), Alexander Lukashenko, de que este país no se sumará a la incursión por tierra.
No obstante, de acuerdo con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, su país “intentará” negociar con Rusia, pero fue claro al advertir que no hay mucha convicción de que las conversaciones puedan ponerle fin a la invasión.
“Digo las cosas claramente, como siempre: no creo que dé resultado pero tenemos que intentarlo, declaró Zelenski en un video, con respecto a las negociaciones que se programaron para el día de ayer en la frontera con Bielorrusia.
Fuente: El Nuevo Siglo