Han pasado exactamente 19 meses desde que el 15 de marzo del año pasado el Concejo de Bogotá, por motivos de urgencia y frente a la situación generada por el coronavirus, le dio vía libre a las sesiones virtuales. Ese mismo día se suspendió el concurso público de méritos para elegir al Personero de Bogotá.
En estos 579 días el Concejo, que no dejó de sesionar, se ajustó a las nuevas metodologías, primero la virtualidad y después la semipresencialidad; pero ninguna de estas dos formas de debatir volverá a ser una opción: el martes la mesa directiva estableció que a partir del próximo 20 de octubre volverán las sesiones presenciales. Así, en la directiva fechada del 11 de octubre quedó incluida la obligatoriedad para que los funcionarios sesionen desde el Concejo.
La mesa directiva señaló que “considerando el estado actual de la pandemia y el adelantado proceso de vacunación de los servidores públicos y funcionarios del Concejo de Bogotá, se regresará a la presencialidad así: a las sesiones plenarias a partir del 20 de octubre de 2021 asistirán de forma presencial los 45 integrantes de la corporación. Asimismo, a las sesiones de las comisiones permanentes, a partir de dicha fecha asistirán de manera presencial los concejales que integran la respectiva comisión. Los demás cabildantes miembros de otras comisiones podrán sesionar de manera virtual sin perjuicio de que puedan asistir presencialmente si así lo consideran”.
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Control disminuido
¿Cuál es el balance de este atípico periodo? Pues bien, seis concejales consultados por EL NUEVO SIGLO reconocieron que la mesa directiva del año pasado le dio respuesta inmediata a la necesidad de la virtualidad que hasta cierto punto funcionó. Todos coincidieron en que el control político se vio perjudicado en este año y medio y hoy, ad portas de comenzar el debate del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), es más imperativo que nunca el trabajo desde las instalaciones de la corporación.
“Creo que la virtualidad fue necesaria en el marco de la pandemia porque permitió que nunca se paralizara el trabajo del Concejo. Creo que la pandemia nos hizo trabajar mucho más en lo que tiene que ver con proyectos de acuerdo. Se trabajó mucho más en comisiones accidentales en donde la presencia de los concejales fue permanente. Hubo bastantes mesas de trabajo en el marco de dichas comisiones y sin duda darán su resultado así eso no lo perciba la ciudadanía”, sostuvo el concejal de Colombia Justa y Libres Emel Rojas.
No obstante, con relación al control político, sí dijo que ya era necesario el retorno a la presencialidad plena, “pues se perdió y se está perdiendo el ejercicio del control político, que necesariamente tiene que ser presencial. El tema de la virtualidad para el control político no funcionó y a ese respecto hizo daño”, dijo Rojas.
En esto coincidió la cabildante de la Alianza Verde, Lucia Bastidas, quien resaltó que el Concejo, pese a que fue una de las primeras corporaciones en asumir la virtualidad, nunca paró de sesionar.
“En estos 19 meses se adelantó el Plan de Desarrollo y el cupo de endeudamiento. Muchos de nosotros llevamos ya varios meses en total presencialidad y creo que el rendimiento fue positivo. Aun así, la virtualidad le hizo daño al control político. No le ha servido la virtualidad pero sí a los proyectos del gobierno y a los proyectos de acuerdo de autoría de los concejales. La presencialidad es clave para el control político y ahora lo será para la discusión del POT y del presupuesto. Bienvenida la virtualidad, entendiendo las condiciones que demanda”, sostuvo la concejal Bastidas.
Por su parte, la concejal de Cambio Radical Carolina Arbeláez, resaltó la necesidad de la presencialidad sobre todo a razón del ejercicio de control político, pero también destacó muchos de los procesos virtuales que fueron incorporados, y gracias a los cuales una serie de procesos propios del Concejo se hicieron mucho más eficientes.
“Sin lugar a dudas es necesario regresar a la presencialidad plena porque hay sobre todo temas de control político que se deben abordar así. No es lo mismo contar con la presencia de los funcionarios en el recinto y todo lo que eso significa desde el punto de vista democrático”, dijo a este medio la concejal Arbeláez, quien destacó algunos puntos de lo que dejó la virtualidad como la junta de voceros, las comisiones accidentales y muchos procesos internos que tuvo la corporación.
Aunque la concejal de la coalición Colombia Humana-UP-Mais, Heidy Sánchez, celebró esta decisión aludiendo a la necesidad de conducir mejores debates de control político, dijo que la presencialidad debería ser siempre y para todos los concejales que deseen participar de todas las comisiones.
“Yo puedo ser de la comisión de Gobierno pero yo me conecto a la comisión de Plan. Nos pagan por esa sesión. Lo ideal es que estemos todos de manera presencial en el Concejo, independientemente de la comisión que seamos. Es nuestra responsabilidad”, indicó Sánchez.
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Otras consideraciones
Por el contrario, para el concejal del Polo Carlos Carrillo, el balance de los últimos 19 meses no es positivo, pues si bien la virtualidad en su momento fue necesaria, “nosotros habríamos podido regresar muy rápido a la presencialidad como le tocó a todo el mundo. Esto promovió el ausentismo más de lo que ya estaba posicionado”.
Añadió, como el resto de sus colegas, que el control político fue terrible durante los últimos 19 meses. “Si los secretarios no te ponen atención ni en el recinto y Luis Ernesto Gómez se ríe de nosotros en el recinto, imagínatelo en la virtualidad. Aun así me parece bien que se haya tomado esta medida: se le acabó la campaña al Senado a algunos”, finalizó diciendo.
Para la concejal del Centro Democrático Diana Diago el deficitario ejercicio de control político se ha debido más a un tema político por parte de Administración Distrital. Así mismo, celebró el retorno obligatorio a las sesiones desde las instalaciones del Concejo.
“Este ha sido siempre un Concejo muy juicioso. Nosotros trabajamos desde el día cero de la pandemia y nos organizamos muy rápido en la virtualidad. El proceso fue duro y porque nos tuvimos que adaptar, pero ya es hora de regresar. Y tenemos que regresar porque no es lo mismo un debate con los 45 concejales con los cinco sentidos puestos, a estar en un computador. Entonces yo sí creo que el Concejo, a pesar de todo, hizo su tarea de control político y creo que este se embolató más por temas políticos que por temas de virtualidad. Además, este POT necesita de toda nuestra atención”, manifestó Diago.
Fuente: El Nuevo Siglo