En 2018 el presidente Iván Duque prometió en campaña que dejaría andando el proyecto para la construcción del Puerto de Tribugá, en la bahía chocoana. Cuando presentó su Plan Nacional de Desarrollo en 2019, el Congreso le aprobó un artículo que especificaba detalladamente el puerto como una prioridad, aún cuando la oposición era constante por el impacto ambiental que implicaría, pues en la zona de influencia del proyecto se encuentran parques naturales, concejos comunitarios de afrodescendientes y resguardos indígenas, quienes pueden reclamar propiedad sobre el territorio que han ocupado ancestralmente.
El proyecto planteado desde hace ya 20 años era impulsado por la Sociedad Arquímedes, una organización empresarial de economía mixta en la que está desde la Gobernación del Chocó, Caldas y Risaralda, hasta los gremios empresariales de Pereira y los departamentos del eje cafetero y Antioquia como como Surtizora, Zulupacífico, SAI y Constructower.
Pero todo parece que quedó en pausa tras el anuncio del presidente Duque desde París durante la cumbre One Ocean Summit donde le pidió a la Uniesco declarar la Bahía de Tribugá patrimonio de Biósfera de la humanidad. La riqueza de la región es infinita y es considerado un “hope spot”, algo así como una zona vital para los océanos donde se mantiene el equilibro ambiental y prospera la vida. Duque traicionó su promesa de campaña y acabó con su obsesión, dejando a los empresarios viendo un chispero.
#AEstaHora participamos en #OneOceanSummit, donde anunciamos la petición a @UNESCO_es que la Bahía de Tribugá se declare patrimonio de Biósfera de la humanidad. También, con @ConservationOrg lanzamos campaña de protección de 1 millón de corales, y lucha contra pesca de arrastre. pic.twitter.com/h6SZVPbTcc
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) February 11, 2022
Fuente: Las2orillas