Antes del juramento de posesión a la nueva vicepresidente Francia Elena Márquez (quien además recordó a sus ancestros negros y les juró luchar por su dignidad) el presidente Gustavo Petro le ordenó a la casa militar traer desde el Palacio de Nariño la espada de Bolívar.
La orden fue celebrada fervorosamente por el público presente en la plaza, y supone una inesperada acción, la primera, de Gustavo Petro como presidente.
En las últimas horas se supo que Iván Duque quiso dañar el libreto de la posesión de Gustavo Petro en la que la presencia de la espada de Bolívar era fundamental: se atravesó a última hora y no permitió la salida de ésta de la Casa de Nariño donde se encuentra en una urna.
Desde hace cuarenta días, cuando ganó las elecciones el equipo del presidente electo realizó todos los trámites -permiso de Mincultura, del Museo Nacional y adquisición de una costosa póliza de seguro- para contar con el simbólico objeto que finalmente es un patrimonio de los colombianos.
Pero a última hora Duque hechó para traás y no lo permtió. Un cambio de idea tardío que dejó fuera de base a Gustavo Petro que quería reivindicar, con este símbolo, la lucha del Movimiento guerrillero M-19 al que perteneció y que nació precisamente con el robo de la espada de la Quinta de Bolívar en Bogotá el 17 de enero de 1974.
Fuente: Las2orillas