Después de la vacaciones solemos agarrar hasta un 13% más de grasa corporal, aumentando en ocasiones hasta 20 libras. Esto ralentiza el metabolismo, baja la masa muscular y crea un círculo vicioso que hay que detener.
Hemos estado todo el año esforzándonos con ejercicios y programas de alimentación para estar en forma, pero parece que el espíritu veraniego lo permite todo.
Nuestro cuerpo es mucho más fuerte de lo que creemos. A poco que le demos un respiro, comienza a equilibrarse y regenerarse. Por tanto, el más beneficiado con el descanso vacacional es el cerebro, que se libera de tareas y metas, recupera el ritmo circadiano del sueño y equilibra la digestión y la hidratación.
Entonces, si has pasado un verano descuidado, corres el riesgo de crear desórdenes metabólicos, además de los ya mencionados, como disminución de la densidad ósea, aumento de la toxicidad hepática por el consumo de alcohol y grasas saturadas, exposición al sol en largos periodos sin la protección adecuada, ralentización mental, depresión postvacacional y aumento del colesterol malo (LDL).
¿Como podemos reiniciar el organismo después de las vacaciones?
Lo primero, con un plan de ejercicios de cuatro días por semana, con aeróbicos de bajo impacto (de 45 minutos a 1 hora), trote suave, caminatas a ritmo 1-2-3, bicicleta por una hora o patinaje.
Realiza lo anterior durante dos días, y otros dos dedicarlos al ejercicio de fuerza con pesas. Así se queman más calorías y aumenta la testosterona.
Intenta beber más que comer. Que el primer acto de la mañana sea tomar abundante agua, antes de la primera comida del día. Cada una hora y media, bebe 150 ml de agua, de forma continua.
Retoma la dieta 11-2-9, que ya vimos en encuentros anteriores, toma batidos verdes o de frutas en la mañana, con su sabor natural, sin azúcar añadida. Incorpora más vegetales, hortalizas y granos, y más proteínas provenientes de pescado, pavo, pollo y huevos cocidos.
En cuanto a remedios naturales para una détox hepática y bajar de peso, te recomiendo cúrcuma, cardo mariano y té verde. Haz una bebida con estas tres infusiones y echa dos bolsas de cada una en un litro de agua. Puedes beber un vaso cada tres horas para acelerar el metabolismo. También, hacer una bebida con limón, cáscara de piña y cola de caballo. Otras opciones naturales son el jengibre para el desayuno y la comida, la carnitina, la colina y la vitamina C.
Fuente: Dr. Luis Montel