Por lo que más quieras, no te vayas a la cama sin antes lavar los trastes. Descubre en qué otros malos hábitos podrías estar incurriendo.
¡Cuidado! Casi todas las tareas pueden verse perjudicadas por malos hábitos y limpiar la casa no está al margen de esta situación. De hecho, todas estas malas practicas convierten la limpieza del hogar en un actividad más agotadora de lo que en realidad es.
Una limpieza mal hecha nos hace perder dinero y, peor aún, tiempo. Pero como casi todo en la vida, esto tiene solución, siempre que se esté consciente del error.
Limpiar las ventanas durante un día soleado o el mismo paño para limpiar superficies diferentes son solo algunos ejemplos. Descubre en qué otros malos hábitos podrías estar incurriendo al limpiar tu casa.
1. Iniciar la limpieza de abajo hacia arriba
Puede que al ver el suelo cubierto de residuos, polvo y basurillas tu instinto sea ir por ellos en primera instancia. Esto puede ser normal, pero lo razonable es iniciar limpiando de arriba hacia abajo.
De este modo, el polvo de lámparas, cuadros, repisas y demás muebles caerán al piso. Que debe ser el último lugar que limpies de la estancia.
2. Usar el mismo estropajo para limpiar todas las superficies
Paños, estropajos y otros instrumentos de limpieza pueden manchar algunas superficies si limpiamos con ellos zonas muy percudidas. Lo recomendable es sustituir por otro limpio, ya que podrías transferir la suciedad. Si el estropajo tiene mal aspecto y residuos incrustados, debes sustituirlo sin dilación.
3. Aplicar de forma directa los productos
Verter un producto de forma directa en una superficie podría mancharla, lo que hará más difícil lograr la prolijidad y la buena apariencia del área. La mejor forma de evitar estos accidentes es rociar el producto sobre un trapo, para luego pasar a limpiar la zona comprometida.
Incluso hay productos que debes rebajar con agua antes usar.
4. Usar jabón en exceso
Usar más jabón de lo necesario no limpiará más la ropa ni la vajilla, así como tampoco las superficies que necesiten ser estrujadas. Todo lo contrario: el exceso de jabón dejará más suciedad y tendrás que usar más agua para lograr un buen resultado.
Esto, sin contar con que podrías arruinar algunas telas. Lo recomendable es usar la cantidad de detergente que señalan las instrucciones del fabricante.
5. No asear los instrumentos de limpieza
¿El paño, la escoba, la mopa, la fregona, la esponja y la escobilla se limpian solos? Pareciese que sí. Ya están llevando suficiente jabón, lejía, desinfectante y agua mientras limpiamos. ¿Para qué volverlos a lavar?
Parece un poco razonable esta forma de pensar. Sin embargo, está muy lejos de la realidad.
A los instrumentos que usamos para limpiar suelen adherirse microbios y suciedad, por lo que cada objeto que empleamos para asear la casa debe ser higienizado. De lo contrario, estarás llevando la misma suciedad de un lado a otro.
6. Arrumar los paños húmedos
Estamos cansados porque ha sido un día largo limpiando la casa. ¿Qué es lo primero que hacemos? Dejar arrumados los paños o toallas que están húmedos.
Un error del que muchos no están conscientes. Sin saber, estos son perfectos para cultivar moho y bacterias. También debes contar que el olor a las pocas horas es desagradable.
La mejor práctica es tender cada paño húmedo para que se seque. Luego colocarlos en el cesto de la ropa sucia para lavarla cuando le toque.
7. No protegerte las manos con guantes
No arruines tu manos. Protégelas de los productos abrasivos, del maltrato y de posibles accidentes como cortaduras. La mejor medida para cuidar de tu manos mientras limpias la casa es usar guantes de hule de buena calidad. Asegúrate de que estos sean de tu talla.
8. No permitir que el producto actúe
No eres la única persona que tiene esta práctica: verter el producto de limpieza y de inmediato proceder a limpiar. Cada sustancia tiene un tiempo específico para hacer su trabajo. Podrás averiguarlo en las instrucciones.
Sin embargo, se podría decir que se requieren 30 segundos, en general. Así se logra el resultado deseado sin tener que tallar tanto el área.
9. Dejar las cosas regadas antes de ir a la cama
“Mañana friego los trastes, hoy estoy muy cansado”. Y al día siguiente: “vaya, ¡qué desastre! Lo hubiera hecho anoche”. Esa no es la única razón por la que dejar todo limpio antes de acostarte.
Recuerda que por las noches salen insectos y roedores que se alimentan de lo que has dejado. ¿Quieres tener pesadillas? Deja los trastes sucios y despierta en la madrugada a encender la luz de la cocina. Nos darás la razón después de ver la fiesta de bichos.
10. Llenar en exceso el lavavajillas y la lavadora
Llenar algunos electrodomésticos al límite es un error que solemos cometer. Se piensa que así podremos ahorrar tiempo, agua y energía, pero nada más falso que esto.
Resulta que la efectividad del electrodoméstico se da cuando lo llenas a 3/4 de su capacidad total. De lo contrario, corres el riesgo de que los objetos salgan sucios y tengas que repetir el procedimiento.
11. Caminar con los zapatos de paseo dentro de casa
Es un hábito de países asiáticos, pero si te detienes a pensar por un momento, permite que mantengas tu hogar limpio por más tiempo. Dejas la suciedad de la calle en la entrada de tu casa. ¿Sabes cuántas cosas pisas en un pequeño paseo?
12. Olvidarte de limpiar los interruptores de luz
Saltarse los interruptores de luz es más común de lo que crees. Estos resultan de los grandes olvidados de la limpieza.
Pero tomando en cuenta que estos se tocan a diario y varias veces al día, por manos distintas, debemos enlistarlos en nuestras superficies para aseo. Por lo menos una vez a la semana. Una toalla o paño con alcohol será suficiente.
Al limpiar tu casa, deja los malos hábitos atrás
Es posible que no te hayas dado cuenta, pero si tu casa no se mantiene limpia es porque hay muchos malos hábitos que debes detener ahora mismo. ¿De qué vale limpiar si lo arruinas al instante? Reconoce estos 12 malos hábitos al limpiar tu casa para que no cometas el error de trabajar sobre lo trabajado a los pocos minutos.
Fuente: Mejor Con Salud