Toda cocina necesita buena luz. La ubicación de las lámparas, la intensidad del color y el tipo de luminarias influyen para aprovechar el ambiente.
Mejorar la iluminación en tu cocina brinda un ambiente acogedor. Esta estancia es de las más frecuentadas en casa; no solo para preparar los alimentos, sino que también hace las veces de oficina, de sala de estudio o punto del compartir en familia.
Puedes dar claridad a la zona sin limitarte al uso de bombillas tradicionales. La variedad de focos abarca opciones decorativas y que aportan un toque moderno. Además, tu salud visual agradecerá una luz apropiada en el área.
¿Por qué es importante mejorar la iluminación de tu cocina?
En la cocina manipulas instrumentos, como las hornillas, los cuchillos, las sartenes en el fuego y otros utensilios que resultan peligrosos con un rango de visión deficiente.
La iluminación es un factor clave en la prevención de accidentes domésticos. Asimismo, instalar luces transforma el aspecto de los salones, logrando mayor apreciación del diseño y permitiendo aprovechar al máximo la funcionalidad de la estancia.
Por otra parte, la luz favorece el bienestar dentro del ambiente culinario. La relajación y la comodidad guardan relación con las temperaturas del color en las fuentes luminosas.
Al respecto, una tesis publicada por la Universidad de Granada reseña que la iluminación está asociada a cambios hormonales, fisiológicos y comportamentales, producidos por la sensibilidad de la retina ante la presencia de la luz.
¿Qué tener en cuenta para mejorar la iluminación de tu cocina?
Lo principal a considerar para enriquecer el alumbrado en la cocina es consultar con un especialista en iluminación sobre la disposición de las luces y la interacción entre los elementos de la sala. Así evitas el cansancio ocular.
Para cocinar convienen bombillas neutras o de luz blanca, ya que ofrece un espectro ideal en los puntos importantes y aseguran que veas los alimentos y los productos en su tono real. En el comedor son preferibles las luces planas y directas, acopladas con otra indirecta desde las paredes o desde el techo.
En cuanto a las instalaciones, ten en cuenta que las partes bajas de los muebles están expuestas a condensaciones de vapor de aceite y de agua. Lo oportuno es seleccionar equipos de luz con tubos homologados para estos sectores. Iluminar las cocinas responde a reglas, como las establecidas por la Asociación Española de Normalización.
Las mejores ideas para mejorar la iluminación de tu cocina
Mejorar la iluminación de tu cocina con estructuras que salgan de lo convencional la hará atractiva. A continuación, listamos una serie de recomendaciones que benefician la luz en esta sala.
1. Gradúa la intensidad
No todos los rincones de la cocina requieren la misma intensidad. La luz cálida es aconsejable encima de la mesa del comedor.
En cambio, la luz blanca o fría ayuda a visualizar mejor los colores y a estar alerta cuando manipulas los alimentos y los utensilios. Entonces, es mejor como luz de trabajo.
2. Selecciona la luz correcta
Revisa los tipos de lámparas y de focos, de manera que el elegido corresponda al estilo de tu cocina y sea funcional. Las clases de luces para esta zona son las siguientes:
- Led: sirven para iluminar los cajones, la despensa y los armarios. En esta categoría entran las tiras led, que encienden a través de sensores activados al abrir las gavetas y las puertas.
- Colgantes: se trata de lámparas elegantes que, por lo general, van sobre las mesas del comedor, las islas o las barras.
- Empotradas: aquellas que adaptas a cualquier tipo de cocina, en especial a las modernas.
- Apliques o rieles: quedan perfectas en los casos en los que el techo no es apto para empotrar. Son estilizadas y de tamaño reducido. Hay apliques para paredes, útiles cuando no dispones de gabinetes que sujeten la iluminación.
- Candilejas: el efecto led en zócalos del techo o del suelo ilumina de modo indirecto y sutil, proporcionando calidez al ambiente.
Recuerda la luz de trabajo encima de la cocina. Aquí funciona una campana extractora de humo con iluminación.
3. Reparte los focos
La luz general tiene que ser constante y uniforme, mientras que los refuerzos se destinan a las áreas como la encimera, el fregadero y los fogones. La Asociación Española de Fabricantes de Iluminación sugiere utilizar una fuente adicional que, en caso de necesitarla, puedas ajustar y posicionar.
4. Ilumina la isla
Muchas cocinas disponen de islas que sirven como desayunador y como base para las preparaciones. Puedes colgar una iluminación decorativa o focos orientables si cuentas con una pared cercana.
5. Instala luces en los muebles altos
En la base de los muebles elevados tienen cabida algunos puntos de luz. Un técnico trabajaría el cableado para que el montaje sea invisible. A esta clase de instalaciones se les conoce como iluminación puntual y es común ponerla con tiras led.
6. Alumbra sobre la mesa
Las lámparas de techo colaboran en la creación de una atmósfera acogedora. La temperatura de color en las bombillas sobre la mesa oscila entre 2700 y 3000 °K. Ubica estas luminarias a una altura que no interfiera con la vista de los comensales.
7. Aprovecha la luz natural
Durante el día, los ventanales son aliados en la penetración de la luz natural. Hacen que los espacios luzcan amplios y aportan frescura. Si planeas una remodelación, considera la posibilidad de crear una ventana en el área de cocina.
La iluminación de tu cocina y el ahorro energético
Indaga con especialistas en iluminación sobre las bombillas led o de bajo consumo para las cocinas. Estas piezas alumbran lo suficiente, reducen el gasto energético y minimizan la facturación mensual.
Una publicación del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria destaca que los modelos de luces son variados, menos contaminantes y útiles en habitaciones donde el calor es excesivo.
Fuente: Mejor Con Salud