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Anemia en el posparto: causas y tratamientos

La anemia en el posparto, por lo general es leve y se resuelve de forma espontánea en la primera semana. Sin embargo, constituye una patología muy frecuente.

Anemia en el posparto: causas y tratamientos

Última actualización: 10 abril, 2022

La anemia en el posparto es una de las complicaciones más frecuentes que acompañan al proceso de dar a luz. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anemia es una afección en la que el número de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina dentro de estos es menor de lo normal.

La hemoglobina se encarga del transporte de oxígeno a los diferentes tejidos, por lo que las principales manifestaciones asociadas con la anemia están relacionadas con la disminución de oxígeno en sangre (hipoxemia) y en los tejidos (hipoxia).

El tratamiento de la anemia en el posparto depende de su causa, la severidad y de los factores de riesgo maternos o comorbilidades asociadas.

Definiendo la anemia en el postparto

La anemia posparto se define como la presencia de valores de hemoglobina menores a 11 gramos por decilitro en la primera semana posterior al parto o de 12 gramos por decilitro hasta la octava semana posterior al parto. Se estima que la prevalencia es del 50 % en las primeras 48 horas y suelen resolverse espontáneamente la mayoría de los casos.

Los síntomas de la anemia en el posparto dependerán de su severidad. Por lo general, la forma leve no suele presentar signos marcados.

Cuando la anemia es sintomática, se manifiesta más frecuentemente por fatiga excesiva y debilidad generalizada. También se puede asociar con mareos, aturdimiento, palidez en la piel, pérdida de peso, tensión arterial baja, palpitaciones, extremidades frías, dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad y depresión.

Para poder diagnosticarla es necesario realizar diversos exámenes de sangre. El más importante es el conteo sanguíneo completo y la medición de los niveles sanguíneos de hierro. Se pueden solicitar, además, niveles de vitamina B12, de ácido fólico y de otras vitaminas.

El diagnóstico de anemia solo puede realizarse mediante un análisis de laboratorio.


Causas de la anemia en el posparto

La anemia en el posparto se suele deber a la combinación de sangrado durante el parto junto con la deficiencia crónica de hierro presente desde el embarazo. La deficiencia de hierro se acarrea en el tercer trimestre de embarazo debido a que hay un mayor gasto de nutrientes para el crecimiento del bebé.

Por otro lado, la repercusión de la pérdida de sangre dependerá de la masa corporal de la mujer y del volumen estimado total de su sangre. Al igual que depende también de sus comorbilidades. Por ejemplo, una mujer con un defecto cardíaco tiene mayor descompensación ante menor pérdida de sangre.

La hemorragia posparto se presenta hasta en el 15 % de las mujeres encinta y se refiere a aquel sangrado mayor a 500 mililitros después de que se complete el tercer periodo del trabajo de parto (alumbramiento). En un parto natural se estima que la pérdida de sangre está entre 500 y 700 mililitros, mientras que en una cesárea puede ascender hasta 1000 mililitros.

Las causas de hemorragias posparto más frecuentes son las siguientes:

  • Atonía uterina (el útero no se contrae).
  • Desgarros perineales durante el parto vaginal.
  • Lesiones incidentales durante una cesárea.


Factores de riesgo asociados

Los factores de riesgo más asociados a la anemia posparto son la presencia de anemia preparto y el tipo de parto. Siendo más común la anemia cuando se usan fórceps y ventosas. También influencia el peso del neonato, la paridad previa, la etnia de la mujer, los desgarros perineales y el corte que se realiza en la vagina para facilitar el parto.

Tratamiento de la anemia posparto

El tratamiento de la anemia dependerá de su causa y severidad. En el caso de la anemia leve, producida por deficiencia de hierro, es la toma del mineral vía oral lo que corregirá el defecto. Cuando la anemia es grave se puede indicar el hierro vía endovenosa, sin embargo, no es lo más común.

Cuando el origen sea por una hemorragia posparto, se debe detener el sangrado y realizar reposición del volumen, dependiendo de la severidad del sangrado. Se puede requerir la reposición inmediata con soluciones fisiológicas para mantener la perfusión y la posterior transfusión de sangre heteróloga.

Sin embargo, las transfusiones sanguíneas en caso de anemia en el posparto se deberían reservar para casos de emergencia. Es decir, cuando hay las siguientes circunstancias:

  • Pérdida severa de sangre después del parto espontáneo.
  • Anemia severa con signos de shock.
  • Anemia severa durante el embarazo, asociada a descompensación materna.
Las cesáreas aumentan las pérdidas de sangre, lo que incrementa el riesgo de anemia.

El mejor tratamiento es la prevención

La principal medida de prevención de la anemia en el posparto es el adecuado tratamiento y prevención de la anemia en el tercer trimestre de embarazo. Además de la terapia oportuna de las hemorragias durante el parto y el puerperio.

Lo ideal es recibir suplementos de dosis bajas de hierro oral durante la segunda mitad del embarazo y mantener una dieta balanceada. Se recomienda una pauta rica el hierro, con el consumo de carnes rojas o vísceras bien cocidas, al igual que frutas y verduras con vitamina C.

Mantener los niveles de hierro adecuados durante el embarazo es la mejor prevención.

Fuente: Mejor Con Salud