La disfunción en la sínfisis púbica durante el embarazo hace que se produzca un dolor persistente en la pelvis. A veces, este llega a ser muy intenso y afecta la calidad de vida.
La sínfisis púbica o sínfisis del pubis es la articulación que une las dos partes del pubis. En las mujeres se encuentra ubicada encima de la vulva. Al tocarlo se siente como si hubiera un hueso, pero lo que hay en realidad es una articulación. Allí se unen los dos huesos de la pelvis con unos ligamentos muy rígidos.
La acción de las hormonas durante el embarazo hace que se vuelva más flexible la zona para facilitar el parto. A medida que avanza la gestación, la sínfisis púbica aumenta la separación entre las dos partes del pubis. Esto hace muy común que las madres experimenten un dolor intenso en esa zona, en particular durante el último trimestre.
La disfunción de esta articulación podría provocar un dolor pélvico crónico. A veces es punzante y aparece de manera súbita cuando se hace un movimiento. Otras veces es insidioso y progresivo.
¿Qué es la disfunción de la sínfisis púbica?
La disfunción de la sínfisis púbica es un cuadro en el que hay un dolor persistente en la zona del pubis. El mismo se siente hasta el parto e incluso hasta un año después. Lo más común es que se presente en el tercer trimestre de embarazo.
A veces, este dolor empeora al adoptar determinadas posturas. De hecho, puede dificultar el sueño. La molestia podría irradiarse hacia la espalda, las caderas y los muslos.
El síntoma característico es el dolor. Este se hace casi siempre más intenso cuando hay movimientos de las extremidades inferiores. También cuando se cargan pesos, se suben escaleras o se realiza una caminata.
Puede ser muy intenso, al punto de que se vuelva invalidante. Muchas mujeres con este problema presentan alteraciones en su forma normal de caminar y lo acusan con una marcha de pato.
Lo más frecuente es que el dolor aparezca entre el quinto y el octavo mes de gestación. Tiende a desaparecer 6 meses después del parto.
Causas
Casi siempre, el dolor ocasionado por la disfunción de la sínfisis púbica se presenta en mujeres que no tienen lesiones o problemas previos en esa zona. La molestia hace su debut con el embarazo y suele responder a dos causas básicas:
- Cambios hormonales: el cuerpo femenino segrega varias hormonas durante el embarazo, incluida la relaxina. Esta ayuda a que se relajen las articulaciones y los ligamentos para facilitar el parto.
- Causas mecánicas: el propio embarazo hace que se genere una presión en toda esta zona por el crecimiento del bebé.
La gestación hace que los huesos de la pelvis sean más móviles y esto favorece la disfunción de la sínfisis púbica. También hay algunos factores de riesgo que hacen más probable la molestia:
- Un bebé que tiene gran tamaño.
- Contracciones uterinas intensas.
- Patología pélvica previa.
- Traumatismos previos.
- Embarazo múltiple.
- Sedentarismo.
¿Cómo se trata la disfunción de la sínfisis púbica?
No existe un tratamiento específico para la disfunción de la sínfisis púbica. Si el dolor es muy intenso o intolerable, lo más indicado es buscar ayuda médica. Primero se debe descartar la presencia de lesiones previas.
Por lo general, se adopta un tratamiento conservador con dos medidas básicas:
- Reposo: la disfunción de la sínfisis púbica exige que la madre pase más tiempo en reposo, ya que los movimientos, incluso si son suaves, casi siempre incrementan el dolor.
- Cinturón pélvico: se trata de un dispositivo similar a una faja. Este ayuda a estabilizar la pelvis, alineando los huesos del pubis y brindándoles soporte.
Es posible que el médico recete algunos analgésicos permitidos en la gesta.
Otros consejos para aliviar el dolor
Un tratamiento de fisioterapia puede ser muy positivo para aliviar las molestias derivadas de la disfunción de la sínfisis púbica. Esto ayuda a reforzar la musculatura pélvica, enseña posturas adecuadas y contribuye a movilizar las articulaciones de forma correcta.
De todos modos, lo recomendable es que una mujer con problemas en la sínfisis púbica vigile bien la posición de sus piernas. Lo ideal es que estén siempre lo más simétricas que se pueda, sin apoyar todo el peso en una sola extremidad.
También se aconseja seguir estas recomendaciones:
- No cruzar las piernas al sentarse.
- No cargar ni arrastrar objetos de mucho peso.
- Dormir de medio lado, sobre el costado izquierdo, con un cojín entre las piernas.
Es esperable que el dolor no desaparezca de inmediato tras el parto. Lo más común es que persista por algunos meses.
Fuente: Mejor Con Salud