La metformina es un fármaco para tratar la diabetes. Los efectos secundarios que produce llegan a ser muy molestos para algunas personas. Así mismo, existen algunas advertencias de la FDA en torno a su uso.
La metformina es un fármaco confiable para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Sin embargo, también es posible que cause efectos secundarios de consideración en algunas personas, por lo que no siempre es la indicación de rigor.
Además, en el año 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) recomendó el retiro de las tabletas de metformina de liberación prolongada de algunos fabricantes. Esto se debió a que encontraron un nivel inaceptable de un posible cancerígeno en esos fármacos.
Se estima que la metformina ha sido recetada a más de 120 millones de pacientes diabéticos en el mundo. Sin embargo, es posible que cause efectos negativos sobre el sistema digestivo. Por eso, muchas personas optan por dejar de tomarla.
¿Qué es la metformina?
La metformina es el medicamento más común en todo el mundo para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Su papel es el de ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Se ingiere por vía oral con las comidas y viene en dos presentaciones: tabletas y líquido transparente.
Este fármaco también se receta para las personas con prediabetes y en algunos casos de ovarios poliquísticos. Se utiliza sola o en combinación con otros principios activos. Pertenece a una familia conocida como biguanidas.
La metformina no provoca aumento de peso y se le considera el medicamento más accesible del mercado para el tratamiento de la diabetes. Los expertos están de acuerdo en que es posible dejar de tomarla, adoptando un estilo de vida saludable. Sin embargo, esto siempre debe estar autorizado por un profesional de la salud.
¿Cómo funciona?
La metformina no es un medicamento para curar la diabetes tipo 2, sino para tratar sus síntomas. Su acción básica es la de reducir el azúcar en la sangre de manera eficaz.
Esto se logra a través de 3 mecanismos:
- Disminuye la producción de glucosa por parte del hígado.
- Reduce la absorción de glucosa por parte del intestino. Esto retrasa la llegada del azúcar al torrente sanguíneo.
- Incrementa la sensibilidad y recepción de las células del cuerpo a la insulina. Esto permite que la glucosa se aproveche mejor como fuente de energía.
Además, la metformina ayuda con otros aspectos asociados a la diabetes tipo 2, como los siguientes:
- Reduce el apetito. Esto favorece la pérdida moderada de peso.
- Aumenta el colesterol buenoo HDL.
- Reduce el colesterol malo o LDL.
- Contribuye a que disminuya el nivel de triglicéridos en la sangre.
Riesgos y efectos secundarios de la metformina
Muchas de las personas que consumen este fármaco presentan problemas digestivos. Un estudio publicado en la revista Diabetes, Obesity and Metabolism en 2017 señala que los síntomas gastrointestinales más comunes son la diarrea y las flatulencias.
Otros problemas habituales son los siguientes:
- Náuseas y vómitos.
- Calambres abdominales.
- Pérdida del apetito.
- Sabor metálico.
En general, la metformina no se recomienda para personas que tengan los siguientes antecedentes:
- Enfermedad hepática.
- Problemas renales graves.
- Trastorno por consumo de sustancias psicoactivas.
Deficiencia de vitamina B12
Se han detectado algunos casos en los que la metformina disminuye la absorción de la vitamina B12. Esto solo se presenta después de un uso prolongado del medicamento. De cualquier modo, el médico debe monitorear los valores del nutriente durante la duración del consumo del fármaco.
Hipoglucemia
La hipoglucemia es una condición en la que hay bajos niveles de azúcar en la sangre. Es un efecto raro de la metformina, pero es posible que suceda. Lo más habitual es que esto tenga lugar cuando se combina con otros principios activos o con insulina.
Acidosis láctica
La acidosis láctica es una afección que puede ser mortal. Tiene que ver con la acumulación de ácido láctico en la sangre.
Es un efecto secundario poco común de la metformina, ya que se estima que solo tiene lugar en 1 de cada 100 000 pacientes. Por lo general, esto ocurre en personas que también tienen insuficiencia renal.
¿Cómo dejar de tomar metformina?
La metformina es una parte importante del tratamiento de la diabetes tipo 2, pero en algunos casos es posible reducir las dosis o suspenderlas. Para esto, lo primero es consultar con el médico tratante, ya que él es quien tiene el criterio correcto.
Sin supervisión médica, puede ser muy riesgoso.
Es posible dejar de tomar metformina e incluso superar la diabetes tipo 2 con algunos cambios en el estilo de vida, como veremos más adelante. Entre tanto, se debe cumplir con ciertos criterios para que sea posible reducir o retirar el fármaco:
- El nivel de azúcar en la sangre en ayunas o antes de las comidas debe ser de entre 80 y 130 miligramos por decilitro.
- La hemoglobina glicosilada tiene que ser inferior al 7 %.
- El nivel de glucosa debe ser igual o inferior a 180 miligramos por decilitro después de comer.
Si no se cumple con esos criterios, dejar la metformina podría ser demasiado arriesgado. Lo indicado es que el médico supervise todo el proceso.
Cambios en el estilo de vida
Un estudio publicado en 2017 señaló que es posible controlar la diabetes tipo 2 mediante conocimientos, actitudes y prácticas dietéticas. Esto es un estilo de vida saludable, basado en un plan de alimentación adecuado.
Otra investigación de 2018 señaló que la mitad de los participantes en un programa lograron la remisión de la diabetes tipo 2 luego de un año de mantener un estilo de vida saludable. Así pues, la mejor manera de dejar la merformina, cuando se cumple con los criterios, es adoptando hábitos adecuados.
En general, los cambios que deben hacerse incluyen las siguientes acciones:
- Hacer ejercicio en forma regular.
- Reducir el consumo de carbohidratos.
- Mantener un peso saludable.
- No fumar y no tomar alcohol.
Otras opciones disponibles y alternativas a la metformina
En algunas ocasiones es posible sustituir la metformina por otros fármacos. Esto podría estar indicado para aquellos casos en los que hay efectos secundarios muy molestos, pero el paciente no está en condiciones de dejar el consumo de antidiabéticos por completo.
Los posibles sustitutos son los siguientes:
- Prandin ® o repaglinida.
- Canagliflozina o Invokana ®.
- Dapagliflozina o Farxiga ®.
- Empagliflozina o Jardiance ®.
- Actos ® o pioglitazona.
También existen algunas plantas medicinales que podrían emplearse para reducir los síntomas de la diabetes. Dentro de ellas están el melón amargo, el fenogreco, el vinagre de sidra de manzana, el aloe vera y el neem. Cualquiera de esas opciones debe contar con la aprobación médica correspondiente.
No sobra insistir en que para dejar de tomar metformina es necesario contar con el visado profesional. De lo contrario, no solo es posible que se incrementen los síntomas de la diabetes, sino que también aparezcan complicaciones.
Fuente: Mejor Con Salud