una planta para purificar el aire del hogar

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Se trata de una especie pequeña, fácil de cuidar y muy decorativa. Por lo que es ideal para espacios reducidos con poco recambio de aire.

Cinta o malamadre: una planta para purificar el aire del hogar

Última actualización: 14 agosto, 2022

Las plantas de interior suelen elegirse por su estética y el aporte que realizan a la decoración del hogar. En el caso de la cinta o malamadre, una especie nativa de Sudáfrica, se dispone también de un efecto purificador. Con esta variante, es posible renovar el aire del ambiente en menos de 24 horas.

Además, sus métodos de cuidado son sencillos y adaptables a diferentes condiciones climáticas. Por todas estas razones, la cinta o malamadre es una planta cada vez más elegida en sectores internos y externos de los hogares.

Sus largas hojas de color verde y blanco, su facilidad de cultivo y su uso gastronómico convierten a esta especie en una popular opción para cualquier ambiente.

Características y tipos de cinta o malamadre

Su nombre científico es Chlorophytum comosum, sin embargo, es reconocida por varios apodos: lazo de amor, araña, cinta o malamadre. Se trata de una planta de la categoría perenne o vivaz, debido a que su ciclo vital se extiende por años. Además, pertenece a la familia de las agavóideas. Debido a su tallo corto, ingresa en el género Acaule.

La cinta o malamadre posee unas hojas muy características, alargadas y verdes, pero con tonalidades blancas y amarillentas. La longitud de las mismas ronda entre los 20 y los 70 centímetros, mientras que tienen unos 2 centímetros de grosor. La altura total de la planta suele superar por poco el medio metro.

Otra de sus particularidades son las flores, las cuales presentan un tamaño pequeño y un agradable color blanco. La elegancia de sus hojas y la facilidad de cuidado hacen de la cinta una planta muy elegida para interiores.

Pero además, son comunes en jardines externos. Allí se vuelven ideales para ocupar espacios con algo de sombra, debido a que no pueden tener contacto permanente con el sol.



Variedades de Chlorophytum comosum

La familia de los lazos de amor presenta una gran cantidad de variantes con ligeras diferencias. Las mismas residen en su velocidad de crecimiento, el color de sus hojas y el tamaño.

Sin embargo, todas son aptas para cultivo interior y uso ornamental:

  • Mandaianum: un poco más pequeña que el resto de las variantes y con hojas que incluyen tonalidades amarillentas en el centro.
  • Pictoratum: en este caso, se trata de un tipo de cinta con crecimiento más lento. A su vez, requiere más luz y sus hojas son más oscuras.
  • Amaniense: la principal característica que presenta es que sus hojas son un poco más anchas.
  • Variegatum: este tipo de malamadre tiene el centro de la hoja verde y las tonalidades claras se ubican en los bordes.
  • Vittatum: una variante de crecimiento más lento, muy común por la línea blanca en el centro de sus hojas.
La variedad variegatum tiene la parte clara de las hojas en los bordes externos de las mismas.

Ventajas de la cinta o malamadre

La elegancia que presentan estas plantas es solo una de las ventajas por las que son elegidas para decorar interiores. La facilidad de cultivo, cuidado y reproducción transforma a la cinta en una opción ideal en múltiples ambientes.

  • Purificación. Uno de los motivos por los que son muy elegidas es por su capacidad de purificar el aire. Así lo indica un estudio de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Las cintas eliminan un gran porcentaje de monóxido de carbono en solo 1 día.
  • Humedad. Al ser originaria de regiones húmedas de Sudáfrica, son ideales para ambientes y zonas con la misma condición climática.
  • Larga vida. Con dedicación y cuidado, los lazos de amor pueden durar años.
  • Versatilidad. Sus condiciones de crecimiento la vuelven apta para interiores y exteriores, mientras que su elegancia hace que ocupen salas de estar con frecuencia. Sin embargo, también son ideales para baños y cocinas, gracias a su capacidad de soportar la humedad.
  • Consumo. Sus hojas son aptas para el consumo, pero es importante que se mezclen con agua hervida. Es posible elaborar infusiones y utilizarlas para descongestionar el sistema respiratorio mediante la inhalación.

¿Cómo cuidar una planta cinta?

Se trata de una planta originaria de regiones tropicales, en especial de África y Asia. En ambientes naturales suele ocupar espacios protegidos de la luz solar directa. Es conveniente tener en cuenta estas condiciones al momento de iniciar su cuidado, ya que son las que generan su crecimiento óptimo.

Riego de la cinta o malamadre

El riego es uno de los aspectos más delicados de esta especie. Si bien no es una tarea compleja, hay que tener en cuenta la estación del año y las condiciones climáticas.

En climas calurosos de verano, se recomienda regar 2 o 3 veces por semana. En invierno solo 1.

Sin embargo, es muy importante no encharcar la tierra, aunque sí mantenerla húmeda. En cuanto a las hojas, con un pulverizador es suficiente.

Abono

Se recomienda adoptar una rutina de abonado diferente según la estación del año. Mientras que en estaciones cálidas es conveniente colocar abonos con nutrientes 2 veces al mes, en invierno es suficiente con hacerlo solo una vez.

Luz solar

La clave de la cinta o malamadre es el concepto de semisombra. Es decir, un espacio que no reciba luz solar directa durante muchas horas del día. Esto puede secar las hojas. Por lo tanto, es recomendable ubicarla en sitios con sombra y humedad.

Temperatura

En este aspecto, el lazo de amor también posee gran versatilidad. Soporta temperaturas muy calurosas, con límites cercanos a los 30 grados centígrados.

En el otro extremo, puede subsistir con climas de hasta 2 grados bajo cero. Lo importante es que se mantenga la humedad de la tierra a través de un buen drenaje.

La pulverización para el riego es un buen método que simula la humedad necesaria de algunas especies.

Multiplicación y trasplante de la cinta o malamadre

La planta tiene un crecimiento muy sencillo a partir de la multiplicación, por lo que es ideal para principiantes. Basta con disponer de una planta madre y extraer los hijuelos que se encuentran en los estolones o tallos.

Luego hay que colocarlos en pequeñas macetas y rellenarlos con sustrato para plantas de interiores. Riegas con frecuencia durante 2 o 3 semanas. Transcurrido ese tiempo, lo más probable es que ya haya enraizado.

En ese caso, cortar el estolón y esperar 1 mes más. Luego, estará apta para el trasplante a una maceta más grande; acción que se recomienda realizar cada 2 meses, debido a su rápido crecimiento.

Para que ese crecimiento sea óptimo, es ideal plantar en meses de primavera o verano. Se trata de un método de reproducción asexual. Esto significa que la variedad de la planta será la misma que la original.



Plagas y enfermedades

Como cualquier planta, existen una serie de plagas que pueden afectar a la cinta, entre las que se encuentran los pulgones y la cochinilla. Además, durante los meses de calor es posible que la araña roja esté quitándole brillo.

Otros síntomas posibles de que la planta está sufriendo alguna enfermedad es que sus hojas estén secas, tanto en la punta como en el cuerpo. Esto se debe a que está ocupando un espacio demasiado caluroso.

Por otro lado, si la planta está creciendo de forma muy lenta, es posible que tenga una fertilización errónea. De todas formas, la Chlorophytum comosum es una especie con mucha resistencia a las plagas y enfermedades. La mayoría de ellas se solucionan con un insecticida.

La cinta o malamadre es apta para todos los ambientes

La cinta o malamadre es una planta que se utiliza en diversos ambientes, como salas de estar, dormitorios, cocinas y hasta oficinas de trabajo. Esto se debe a su capacidad para soportar la humedad, a la variedad de temperaturas en las que crece y, sobre todo, a su carácter purificador. Una alternativa que agrega elegancia y genera un ambiente natural.

Fuente: Mejor Con Salud