Uno se podría engañar sobre el poder del nuevo computador Mac Studio si ve este equipo compacto reposando silencioso en un escritorio. Lo digo porque es posible que usted –al igual que yo– asocie las estaciones de trabajo con los computadores enormes, ruidosos y de formas tradicionales de hace unos años. El Mac Studio exhibe un pequeño cuerpo de líneas cuadradas, pero en su interior se esconde una bestia de altísimo rendimiento, con un doble procesador integrado en un mismo chip, docenas de gigabytes de memoria RAM, hasta 8 TB de almacenamiento en una unidad SSD de alta velocidad y una gran cantidad de puertos avanzados, como los Thunderbolt 4. Es, en esencia, el computador más poderoso de Apple.
El Mac Studio es un nuevo computador de Apple, que ya está disponible en Colombia. Está dirigido a personas que necesitan una capacidad de cómputo por encima del promedio, como editores de video, programadores, personas que trabajan con software de modelado en 3D, fotógrafos profesionales y productores de música, entre otros. Es decir, pareciera que les apunta a los profesionales que comprarían un Mac Pro, aunque por el elevadísimo costo del Pro me parece que en Colombia el Mac Studio podría ser más bien la opción que estaban esperando las personas que quieren renovar su iMac de 27 pulgadas –el cual se descontinuó– para aprovechar el mayor rendimiento que ofrecen los procesadores ‘made in Apple’ (los M1) con los que el mundo Mac está dejando atrás los chips Intel.
El Mac Studio, que tiene un cuerpo compacto de solo 19,7 por 19,7 centímetros (y 9,5 cm de altura), se ofrece con dos opciones de procesador. La alternativa ‘más económica’ es el procesador M1 Max, que tiene 10 núcleos y una GPU de hasta 24 núcleos. La segunda opción es un procesador aún más potente, el nuevo M1 Ultra, que tiene 20 núcleos y una GPU con una cantidad de núcleos alucinante: hasta 64, es decir, la GPU ideal para cualquier usuario que tenga unos requerimientos gráficos tan grandes que desbordarían un computador más terrenal (la GPU es el componente del procesador que realiza el trabajo gráfico).
Llevo dos meses probando un Mac Studio con este nuevo procesador, el M1 Ultra, y no me cabe duda de que es el computador más veloz que he tenido la oportunidad de revisar. Me esforcé por lanzarle encima todo lo que pudiera para sobrecargarlo y verlo al menos un poco colgado. Nunca lo conseguí. Lo máximo que logré es que el cuerpo de aluminio del Mac Studio se pusiera ligeramente tibio con un benchmark muy exigente (Cinebench R23), en el cual igual me mostró unos puntajes sobresalientes, y ni siquiera en ese momento escuché sus ventiladores. Con las tareas del mundo real este computador no se cuelga nunca, permite trabajar de forma fluida con todos los programas y se mantiene silencioso, como un monstruo de corazón frío, porque el procesador M1 Ultra es una obra maestra de la ingeniería que logra ofrecer un desempeño muy alto con un consumo de energía muy bajo. Esa es su gran cualidad.
A continuación le cuento qué características tiene este equipo de Apple, cuyo precio es tan elevado como sus capacidades. El modelo que estoy revisando, con una CPU de 20 núcleos, una GPU de 48 núcleos, 64 GB de memoria RAM y 1 TB de capacidad de almacenamiento, cuesta 4.000 dólares en Estados Unidos (no encontré el precio de este modelo en ninguna tienda del país). Por su parte, el precio del Mac Studio con procesador M1 Max arranca en 10,8 millones de pesos en Colombia, con 32 GB de RAM y 512 GB de capacidad (aclaro que este artículo se enfoca en el Mac Studio con chip M1 Ultra).
Estoy revisando el Mac Studio junto con el nuevo monitor Studio Display, de Apple, que también parece salido de una lista de deseos a papá Noel: su resolución 5K brinda una nitidez cautivadora, soporta mil millones de colores, presenta 14,7 millones de píxeles, es de 27 pulgadas pero con muy poco borde (y por eso no ocupa tanto espacio), trae su propio procesador (para permitir, entre otros, que la cámara lo mantenga a uno centrado en las videoconferencias), incorpora seis parlantes, soporta Audio Espacial y trae tres puertos USB-C y un Thunderbolt 3. Esas, y otras características, lo convierten en el complemento perfecto para el Mac Studio, ya que ese computador viene sin monitor (este, al igual que el teclado y el ratón, se deben comprar aparte). El Studio Display merece un artículo aparte, así que, aunque aquí menciono por encima algunas de sus características, la próxima semana publicaré un artículo sobre este nuevo monitor de Apple.
Énfasis en la capacidad de cómputo
Con el Mac Studio, Apple se enfocó en ofrecer la máxima capacidad de cómputo posible. Y esto se ve claramente en las características del nuevo procesador M1 Ultra, el más poderoso que ha creado la compañía californiana. El procesador M1, el primero fabricado por Apple para sus Mac, llegó al mercado en unos computadores lanzados en noviembre del 2020, y se ha venido mejorando rápidamente, primero con el M1 Pro, luego con el M1 Max y ahora con el M1 Ultra. Ha pasado solo un año y medio desde que Apple comenzó su transición de los procesadores de Intel a chips propios, y el M1 Ultra ya ofrece siete veces más transistores que el M1 original. En esta foto se puede ver cuánto ha aumentado el área de esta familia de procesadores:
El M1 Ultra es, en esencia, dos procesadores M1 Max integrados en un mismo chip. Pero la gracia del M1 Ultra es que se logró que esos dos procesadores se comuniquen por ‘vías’ de muy alta velocidad, y además el software ve al M1 Ultra como un solo chip, así que los desarrolladores no tienen que modificar sus programas. Cuando se lanzó el Mac Studio, Apple explicó así cuál es la ventaja de la arquitectura del M1 Ultra:
“La forma más común de aumentar el rendimiento es conectando dos chips a través de una tarjeta madre, pero esto trae importantes desventajas, como mayor latencia, menor ancho de banda y más consumo energético”. Apple agregó que su arquitectura UltraFusion “interconecta los chips con más de 10.000 señales para ofrecer 2,5 terabytes por segundo de ancho de banda de baja latencia entre los procesadores, que es más de cuatro veces el ancho de banda de la tecnología de interconexión multichip líder en el mercado. Esto permite que el M1 Ultra funcione y sea reconocido por el software como un único chip, para que los desarrolladores aprovechen toda su potencia sin requerir un trabajo extra de programación”.
El resultado de estas innovaciones es un chip de 5 nanómetros con unas especificaciones notables: tiene 114 mil millones de transistores, 20 núcleos en la CPU, una GPU de hasta 64 núcleos y un Neural Engine de 32 núcleos (el Neural Engine es el componente que se encarga de las tareas relacionadas con inteligencia artificial).
Otros componentes que influyen en el rendimiento del computador también ostentan muy buenas capacidades, lo que apoya el trabajo del procesador: por ejemplo, el Mac Studio se puede configurar con hasta 128 GB de memoria RAM unificada, y esa memoria tiene un ancho de banda de 800 gigabytes por segundo (esa cifra se refiere a la velocidad a la que el procesador puede enviar y recibir datos de la memoria RAM). Un paréntesis: hablamos de ‘memoria unificada’ porque, en vez de tener un repositorio de memoria para la CPU y otro para la GPU, en la familia de procesadores M1 toda la memoria está en un mismo sitio, al que acceden la CPU, la GPU y otros componentes.
La capacidad de almacenamiento del Mac Studio también es enorme: se puede configurar hasta con 8 terabytes (TB) en una unidad SSD mejorada que puede transferir datos a 7,4 gigabytes por segundo.
En el mundo real, semejantes especificaciones se traducen en una máquina que puede realizar de forma fluida cualquier tarea que se le ponga, hasta con los programas más avanzados. Para un profesional creativo, eso significa que puede pasar más tiempo dándole rienda suelta a sus ideas, y menos tiempo esperando a que se ejecuten demorados procesos que son comunes en el día a día de ciertas áreas, como el render de un proyecto arquitectónico en 3D muy elaborado o la exportación de un voluminoso video en 4K a su formato de entrega final.
Yo probé constantemente el Mac Studio con el software de edición de video Final Cut Pro, mientras mantenía el computador haciendo varias tareas más y conectado a dos monitores grandes: un Studio Display de 27 pulgadas (de resolución 5K) y un monitor de 32 pulgadas (full HD). En este segundo monitor mantenía a toda hora entre cinco y seis servicios de streaming en cuatro navegadores diferentes (por ejemplo, partidos de fútbol en Directv, películas en Star+ y HBO Max, series en Amazon Prime Video o Claro Video, conciertos en YouTube y Netflix, todo al mismo tiempo). Además, mantenía varios programas más abiertos y un antivirus haciendo análisis completos uno tras otro. Y de ñapa a veces ponía el computador a sacar un backup grande en un disco duro externo. Sé que uno no trabaja así en el mundo real, pero quería ver qué tanto se deterioraba el rendimiento al trabajar en Final Cut Pro. Sorprendentemente, el desempeño no varió. Siguió mostrando la misma fluidez en las tareas que estaba realizando en Final Cut Pro.
Me quedó claro que esas no son labores que ‘estresen’ mucho este equipo, y manejar los dos monitores también es una prueba menor, ya que el Mac Studio puede soportar hasta cuatro monitores Pro Display XDR de 32 pulgadas –que son de resolución 6K– más un televisor 4K, todos conectados al mismo tiempo (eso equivale a manejar 90 millones de píxeles), gracias a sus enormes capacidades gráficas y a que tiene 6 puertos Thunderbolt.
También me llamó la atención que mientras trabajé con los proyectos en Final Cut Pro, todo lo que hice funcionó de forma inmediata, sin ningún tipo de retraso: importar los clips de video (solo trabajé con videos 4K), recortarlos o moverlos en el timeline, agregar transiciones, incluir efectos, hacer modificaciones de color, incluir textos, etc.
El tiempo que toma exportar un proyecto final podría dar una idea de la velocidad del Mac Studio. Pero yo destacaría algo que me parece más importante: todo lo que uno hace durante todo el día, cada uno de los pequeños procesos o tareas, se realiza de forma fluida y sin demoras, lo cual brinda una gran experiencia de trabajo con programas que son muy exigentes con el hardware de un computador (el tiempo que toma exportar un proyecto en Final Cut Pro no me parece tan relevante porque una de las cualidades de ese programa es que va renderizando en el trasfondo a medida que uno trabaja, por lo que la exportación final es muy eficiente. Pero igual le doy un ejemplo: me tomó solo 35 segundos exportar un video 4K de 3 minutos –con audio– al formato de altísima calidad ProRes 4444 XQ, lo que generó un archivo de 20 GB).
Otra característica del procesador que ayuda a que el rendimiento sea muy bueno es que el M1 Ultra tiene varios ‘motores de medios’ que aceleran mediante hardware tareas como la compresión y descompresión de los videos en formatos muy usados en el mundo profesional, como H.264, ProRes y ProRes RAW. De hecho, Apple da un dato que muestra la inmensa capacidad de este equipo: el Mac Studio puede reproducir hasta 18 instancias de video ProRes 422 de resolución 8K (ProRes es un formato de compresión de video de alta calidad de Apple, que usan profesionales de esa área).
En conclusión: no solo no hay manera de hacer que el computador ‘se cuelgue’, sino que nunca se siente ni siquiera tibio, y uno no escucha sus ventiladores; es un equipo muy silencioso, ya que el procesador M1 Ultra tiene la capacidad de ofrecer una gran cantidad de poder con un consumo de energía muy bajo. En el lanzamiento del M1 Ultra, el vicepresidente de tecnologías de hardware de Apple dijo que “cuando se compara con el procesador de 16 núcleos para PC más veloz que hay, el M1 Ultra ofrece un desempeño 90 por ciento más alto con el mismo consumo de energía promedio”.
Los procesadores de la familia M1 sacan provecho de una arquitectura que proviene de los procesadores de los iPhone y los iPad, en donde el consumo de energía es muy importante. Por eso, no todos los 20 núcleos del Ultra funcionan a su máxima capacidad todo el tiempo. De hecho, el M1 Ultra tiene 16 núcleos de alto desempeño, que se encargan de realizar las tareas más exigentes, y tiene 4 núcleos de alta eficiencia energética, que realizan sus labores optimizando al máximo el consumo de energía (estos 4 núcleos son los que se encargan de las tareas básicas que no requieren tanto poder ni energía).
De otro lado, aunque la mayor parte del mérito está en la gran eficiencia energética del procesador M1 Ultra, también influye el diseño del Mac Studio. Ese computador tiene más de 4.000 pequeños agujeros en la parte inferior y en la parte trasera, por donde circula el aire que refrigera el procesador y otros componentes a través de unos ventiladores.
Las tareas más mundanas, por supuesto, también se realizan muy rápido en el Mac Studio. De los programas que yo uso, el que más se demora en cargar es Final Cut Pro, que la primera vez en una sesión tarda 12 segundos. Word 365 carga en 7 segundos. Los navegadores y muchos otros programas se inician en 1 o 2 segundos. Reiniciar el Mac Studio (desde que doy clic en Reiniciar hasta que llega a la pantalla para introducir la contraseña) toma 25 segundos; y después de introducir la contraseña, el sistema MacOS está completamente cargado en 3 segundos. Además, el Mac Studio se ‘despierta’ de forma instantánea cuando está en reposo, tal como un celular.
Formateé mi iMac para dejarlo como recién salido de fábrica y medí esos mismos tiempos: Final Cut Pro carga en 24 segundos, Word en 12 segundos, Safari en 1 segundo, pero Chrome en 6. El computador se reinicia en 30 segundos, el MacOS carga en 5 segundos y el iMac también sale del reposo de forma casi instantánea.
Qué dicen los benchmarks
Como la promesa del Mac Studio es en gran medida ofrecer un rendimiento sobresaliente, usé un par de programas de benchmarks para ver qué dicen sobre el desempeño del computador, más allá de mis pruebas ‘caseras’. Usé dos herramientas muy populares en ese campo: Geekbench 5 y Cinebench R23.
Para darle contexto a las pruebas, medí el rendimiento del Mac Studio frente al de tres computadores que uso regularmente: un portátil MacBook Pro modelo 2021 con procesador M1 Pro de 8 núcleos, una GPU de 14 núcleos, 16 GB de RAM unificada y unidad SSD; un iMac de 27 pulgadas (del 2019) con procesador Intel Core i5 de octava generación (de 6 núcleos y 3 GHz), 8 GB de RAM, unidad SSD y gráficos Radeon Pro 570X; y un portátil Lenovo IdeaPad S340 del 2019 con procesador Intel Core i5 de décima generación (de 4 núcleos y 1,2 GHz de velocidad), gráficos Intel UHD, 12 GB de memoria RAM y una unidad SSD. Probé los tres Mac luego de formatearlos para dejarlos como recién salidos de fábrica y todos usando la misma versión del sistema MacOS, la 12.4, o Monterey (el portátil Lenovo, por su parte, usa Windows 11).
La primera prueba, el Geekbench 5, mide el rendimiento de la CPU y la GPU. En el caso de la CPU, este benchmark evalúa el desempeño con cargas de trabajo que simulan escenarios del mundo real básicos y avanzados, como la compresión de datos, el procesamiento de imágenes, la realidad aumentada y el aprendizaje de máquina (una parte de la inteligencia artificial). Por su parte, la prueba de la GPU evalúa su capacidad para manejar cargas de trabajo como las de reproducción de videojuegos, procesamiento de imágenes y edición de video, entre otros, usando APIs como OpenCL y Metal. Los resultados los puede ver en esta tabla:
En esencia, el Mac Studio supera por un margen muy amplio todos los demás computadores. Y más que la comparación con el MacBook Pro del 2021, yo creo que es relevante la comparación con el iMac de 27 pulgadas del 2019, ya que ese es el tipo de computador que en Colombia tienen muchos creativos y profesionales de diversas áreas que podrían estar pensando en actualizar su iMac basado en chips Intel a un procesador de la familia M1 (me refiero a que el MacBook Pro 2021 es tan reciente y potente que seguramente alguien que tenga ese portátil no está pensando en comprar adicionalmente un Mac Studio).
Frente a mi iMac del 2019, que tiene un procesador Intel de octava generación, la CPU del Mac Studio es cinco veces más rápida, y la GPU es 2,7 veces más veloz en la prueba con OpenCL (o tres veces más rápida en la prueba con Metal). Es una diferencia muy grande. Aunque hay que mencionar que mi iMac solo tiene 8 GB de RAM, frente a los 64 GB del Mac Studio, lo cual tiene un impacto grande en el rendimiento.
También probé estos mismos computadores con Cinebench Release 23, un software de benchmarks de la empresa Maxton que mide el rendimiento del procesador cuando realiza tareas que son comunes al trabajar con el software de modelado tridimensional Cinema 4D. Esta prueba es muy exigente, ya que lleva el procesador al límite durante 10 minutos con tareas basadas en el render de una imagen 3D (cuando hice esta prueba fue la única vez en dos meses que sentí el cuerpo del Mac Studio ligeramente tibio, pero aun así se mantuvo silencioso). Los resultados con Cinebench R23 están en esta tabla:
El resultado que me parece más diciente de la prueba con Cinebench R23 es este: el Mac Studio obtuvo un puntaje de 24.145 en la prueba con todos sus núcleos (multicore), mientras que mi iMac de 27 pulgadas sacó un puntaje de 5.937; es decir, el Mac Studio es 4 veces más veloz (si usted quiere probar el rendimiento de su computador, estos programas son una buena opción: están entre los más populares en su campo y ambos tienen una versión gratuita. Geekbench 5 está disponible en www.geekbench.com, mientras que Cinebench R23 se consigue en www.maxon.net/es/cinebench).
Hace año y medio, algunos analistas decían que para Apple era importante demostrar que sus chips M1, que provienen del mundo móvil, no solo son muy eficientes en el manejo de energía, sino que podían ser muy poderosos para los requerimientos del mundo de los PC. A medida que se ha ido mejorando ese procesador, en especial con el M1 Ultra, queda claro que el segundo objetivo se consiguió con creces. Apple se está volviendo el rey del ‘desempeño por vatio’ en el mundo de los computadores, lo cual además muestra que valía la pena su apuesta de abandonar los procesadores de Intel, que los Mac usaron durante 14 años.
Algo más para mencionar. Yo no tengo acceso a un Mac Pro para compararlo con el Mac Studio. Ese computador, el más costoso de Apple, está basado en el procesador Intel Xeon y se ofrece en configuraciones de hasta 28 núcleos (el Mac Pro se actualizó por última vez en el 2019). Ahora bien, los benchmarks de otros medios que encontré en Internet muestran que el Mac Studio también es más veloz que el Mac Pro. Y Apple tiene sus propias cifras: la CPU del Mac Studio basado en el M1 Ultra ofrece hasta 60% más rendimiento que un Mac Pro con un procesador Intel Xeon de 28 núcleos; y al medir la GPU, el desempeño es hasta 80% mayor que el del Mac Pro con la tarjeta gráfica más potente que esa esa línea, la Radeon Pro W6900X (Apple está trabajando en una nueva versión del Mac Pro, basada en procesadores propios, pero no se sabe cuándo llegará al mercado).
Conectividad y diseño
Otra gran cualidad del Mac Studio son sus abundantes opciones de conectividad; este computador tiene todos los puertos que podría necesitar un usuario avanzado.
En la parte trasera ofrece cuatro puertos Thunderbolt 4, un puerto HDMI, dos puertos USB-A de hasta 5 Gbps (los USB grandes de antes), un puerto Ethernet de 10 Gb (para conectarlo a Internet a través de un cable de red) y una entrada de 3.5 mm para audífonos.
Los puertos Thunderbolt 4 brindan una gran capacidad de transferencia de datos: hasta 40 gigabits por segundo. Eso es tanto que permiten conectar hasta monitores de muy alta resolución. Por ejemplo, el monitor Studio Display con el que estoy probando este computador –que es 5K– está conectado con el computador a través de uno de esos puertos Thunderbolt 4 (el otro monitor que mencioné antes, de 32 pulgadas, lo tengo enlazado a través del puerto HDMI). Y es a través de esos puertos Thunderbolt que se podrían conectar hasta 4 monitores 6K a este computador.
Por su parte, el puerto de 3.5 mm se puede usar también para conectar el Mac Studio a unos parlantes externos o a un sistema de sonido más elaborado. Por ejemplo, yo lo tengo conectado por el puerto de 3.5 mm a un teatro casero Yamaha porque quería disfrutar de música con sonido envolvente ‘5.1’ en mi estudio. Pero no lo volví a usar con el teatro casero porque me basta con los parlantes del monitor Studio Display (en este caso, el audio pasa al monitor por el cable Thunderbolt). Ese monitor ofrece sonido de gran calidad y bajos poderosos, y también logra que el sonido se sienta envolvente cuando uno está trabajando frente al monitor y escucha audio o video basado en Dolby Atmos (el monitor soporta la tecnología de Audio Espacial). Lo que no es una buena opción, al menos para mí, es el audio incorporado en el Mac Studio; los parlantes internos del computador producen un sonido muy plano y con bajos débiles.
Como si todos esos puertos no fueran suficientes, en la parte delantera del Mac Studio hay dos puertos Thunderbolt 4 adicionales. Estos son útiles, por ejemplo, para conectar y desconectar dispositivos que uno no mantiene enlazados todo el tiempo, como un disco duro externo. En la parte delantera también hay una ranura para tarjetas flash tipo SDXC, algo útil, por ejemplo, para un profesional del video o la fotografía que necesita descargar sus videos o fotos desde la tarjeta de una cámara profesional (en los Mac Studio con procesador M1 Ultra los dos puertos frontales son Thunderbolt 4; pero en los Mac Studio con procesador M1 Max los dos puertos frontales son USB-C, de hasta 10 Gbps).
Algo más: este computador y el monitor tienen tal cantidad de puertos que ahora mantengo conectados varios cables con los que cargo a diario dispositivos como mis teléfonos, un iPad, un Apple Watch, etc. (los puertos Thunderbolt ofrecen bastante energía, así que la carga es rápida). Eso también es bastante práctico. Lo que no tiene el Mac Studio –y hace falta– son puertos que carguen los dispositivos mientras el computador está apagado.
Sobre el diseño del Mac Studio, hay que destacar que es un computador muy pequeño. De hecho, tiene exactamente el mismo ancho y largo del Mac Mini (9,7 por 9,7 cm); la única diferencia es que es más alto. Es casi como poner tres Mac Mini uno sobre otro, pero igual sigue siendo tan pequeño que uno puede poner el Mac Studio a un lado del Studio Display y no alcanza a tocar el borde inferior de ese monitor. Pero no es muy liviano: el Mac Studio pesa 7,9 libras.
Del diseño solo tengo dos críticas. Me pareció extraña la ubicación del botón de encendido: ese botón no está en el frente, sino en la parte trasera del computador. Uno se acostumbra, pero sería más cómodo tenerlo al frente. También me pareció que los puertos traseros están demasiado cerca unos de otros; sería más cómodo conectar y desconectar cables si estuvieran más separados.
En cuanto a otras características, este computador de Apple soporta las tecnologías inalámbricas Wi-Fi 6 y Bluetooth 5.0.
Tres accesorios para sacarle provecho
En esta sección de accesorios recomendados para el Mac Studio estoy incluyendo el ratón y el teclado porque, como ya mencioné, Apple vende el Mac Studio como un equipo modular, al que los usuarios pueden comprarle los accesorios que deseen. Eso significa que, así como se debe comprar un monitor externo, también se deben adquirir aparte el teclado y el ratón. Yo probé el Mac Studio con los siguientes tres accesorios de Apple:
– El ratón Magic Mouse. El ratón inalámbrico de Apple se lanzó en una nueva presentación, con colores plata y negro. Este ratón tiene ventajas como su gran precisión y un cuerpo plano que permite usar algunos ‘gestos’ sencillos con los dedos, por ejemplo, para desplazarse verticalmente por una página web o para desplazarse horizontalmente por una hoja de cálculo extensa.
Otra ventaja de este ratón, que se conecta vía Bluetooth, es que se recarga a través de un cable USB-C (es decir, uno no tiene que andar comprándole pilas). La carga dura bastante, cerca de un mes, aunque eso depende del nivel de uso.
– Magic Keyboard con Touch ID. Este nuevo teclado de Apple, que también es de colores plata y negro, incluye a la derecha un teclado numérico, y por eso es más ancho que el teclado tradicional y más difundido de Apple. Esa es una característica muy útil para las personas que también usamos computadores Windows, ya que las teclas numéricas sí son habituales en los teclados externos del mundo Windows y uno se acostumbra a ellas.
Otra cualidad del Magic Keyboard es un lector de huella digital que está ubicado en la parte superior (a la derecha de la tecla F12). Este lector no solo permite desbloquear fácilmente el computador cada vez que se bloquea la pantalla, sino que la huella ahorra tiempo en otras cosas: por ejemplo, se puede usar la huella cada vez que a uno le piden la contraseña para bajar una app de App Store, o para modificar algunas configuraciones en Preferencias del Sistema.
Al igual que el ratón, este teclado es inalámbrico (se enlaza vía Bluetooth) y también se recarga a través de un cable USB-C, o sea que uno se ahorra la comprada de pilas.
– Magic Trackpad. Este es un accesorio inalámbrico (Bluetooth) que yo nunca había usado, y que es una ñapa interesante si uno tiene el presupuesto porque ofrece las funcionalidades de un ratón (por ejemplo, mover el cursor o dar clic), pero adicionalmente ofrece otras capacidades.
¿Por qué necesita uno este dispositivo si ya tiene un ratón? Porque su gran superficie permite hacer cosas que no son posibles en el ratón, como las que uno haría con el trackpad de un portátil de Apple.
Por ejemplo, el Magic Trackpad permite usar gestos más elaborados con los dedos para realizar ciertas tareas: si uno quiere abrir una pantalla que muestra todas las aplicaciones instaladas en el computador (el Launchpad del MacOS), hace un gesto de cierre con el pulgar y tres dedos más (el movimiento inverso vuelve a mostrar el escritorio); y si uno quiere ver las aplicaciones que tiene abiertas, desplaza tres dedos desde abajo hacia arriba y eso las muestra en mosaico.
También es posible hacer zoom sobre documentos de Word, archivos PDF o imágenes con dos dedos –para agrandarlos o reducir su tamaño–, tal como uno haría con los dedos sobre la pantalla de un iPhone o un iPad. Así mismo, es muy útil para desplazarse rápidamente con dos dedos de forma vertical (por ejemplo, por un documento de texto o un PDF).
Al igual que el monitor Studio Display, el Magic Trackpad merece un artículo aparte, que publicaré la próxima semana.
Imágenes: Apple
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