<\/span> A FINAL del a\u00f1o pasado orden\u00f3 un despliegue militar hacia la frontera occidental, a comienzos de \u00e9ste la reforz\u00f3 con artiller\u00eda pesada y desde semanas atr\u00e1s realiza maniobras militares conjuntas en la zona (Crimea y Bielorrusia). Esa estrategia del presidente ruso, Vladimir Putin, que dispar\u00f3 las alarmas sobre una posible invasi\u00f3n a Ucrania, es en el fondo una demostraci\u00f3n de fuerza para sentarse a negociar un tema complejo: la seguridad europea.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/strong> <\/p> \n Las ambiciones de este abogado que desde muy joven (23 a\u00f1os) se vincul\u00f3 a la inteligencia sovi\u00e9tica, donde fungi\u00f3 desde esp\u00eda cuando era la KGB hasta director del Servicio de Seguridad Federal, el organismo que la sucedi\u00f3, son tan grandes como el territorio que gobierna. Tras la ca\u00edda del r\u00e9gimen comunista (1989) y la disoluci\u00f3n de la Uni\u00f3n de Rep\u00fablicas Socialistas Sovi\u00e9ticas (URSS), la seguridad de Rusia se convirti\u00f3 en la m\u00e1xima prioridad. De all\u00ed que, desde su primera llegada al poder (2000), hubiese delineado la t\u00e1ctica y la estrategia para blindar sus fronteras, con un plan que en la \u00faltima d\u00e9cada incluy\u00f3 la anexi\u00f3n de territorios y el apoyo a separatistas en algunas zonas claves.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n El conflicto en Ucrania de vieja data. Surgi\u00f3 en 2014 cuando los ucranianos depusieron al presidente prorruso <\/span><\/span><\/span>Viktor Yanukovich y Rusia se anex\u00f3 la pen\u00ednsula de Crimea en el sur del pa\u00eds, no sin antes apoyar a los separatistas que capturaron la vasta regi\u00f3n de Donb\u00e1s. Meses despu\u00e9s y tras un esfuerzo diplom\u00e1tico internacional para poner fin a los enfrentamientos entre rebeldes y ej\u00e9rcito, se firmaron los Acuerdos de Minsk, que establecieron las autoproclamadas rep\u00fablicas populares independientes (no reconocidas por nadie) de Donetsk y Lugansk tendr\u00edan autonom\u00eda, pero bajo el control de Ucrania.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/strong> <\/p> \n Es precisamente Donb\u00e1s la frontera entre Ucrania y Rusia. All\u00ed fue a donde Putin traslad\u00f3 m\u00e1s de 100 mil efectivos, tanques de guerra y sofisticado armamento -una concentraci\u00f3n militar que no se ve\u00eda desde la guerra fr\u00eda- con la que no s\u00f3lo escal\u00f3 la tensi\u00f3n regional, sino que le ha servido de \u201carma\u201d para presionar una negociaci\u00f3n que considera inaplazable con Estados Unidos y los europeos: una nueva arquitectura de seguridad.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n Paralelamente a sus movidas en el plano militar, el presidente ruso jug\u00f3 su carta pol\u00edtica con la presentaci\u00f3n de lo que llam\u00f3 tratados: uno para Washington y otro para la Otan, en los que plasm\u00f3 varias exigencias, las de mayor envergadura: frenar la ampliaci\u00f3n de dicha Alianza Militar Trasatl\u00e1ntica hacia el este europeo, que Ucrania no sea aceptada en la misma y que Estados Unidos cese su ayuda militar tanto a ese pa\u00eds como a otros de la regi\u00f3n que hicieron parte del territorio sovi\u00e9tico.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n Pero cabe preguntarse por qu\u00e9 ahora y no antes Putin se decidi\u00f3 a \u2018jugar\u2019 esa arriesgada carta que tiene claras l\u00edneas rojas, as\u00ed como impredecibles consecuencias en caso de estallar una guerra, -la cual asegura no querer- no s\u00f3lo para su pa\u00eds sino a nivel global.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n Las razones son varias y de largo alcance, empezando por su reiterado alegato de que es inadmisible una fuerza de la Otan a las puertas de su territorio, pasando por un plan de anexi\u00f3n de la regi\u00f3n de Donb\u00e1s, tal cual lo ha pedido la Duma rusa y llegando al fortalecimiento de una potente alianza geopol\u00edtica, la rubricada con China.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n La tensi\u00f3n global que comenz\u00f3 con el primer paso que dieron las tropas rusas hacia la frontera oeste -meses atr\u00e1s- fue escalando progresivamente con fuertes declaraciones, cruces de amenazas, anuncio de sanciones y despliegues militares, ya no s\u00f3lo de Rusia sino de los pa\u00edses occidentales, llegando a cerrar la semana con la alarmante declaraci\u00f3n del presidente estadounidense Joe Biden: \u201cestoy convencido de que Putin tom\u00f3 la decisi\u00f3n de invadir Ucrania\u201d.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n Temerario o no, ese pronunciamiento reaviv\u00f3 los temores mundiales de una guerra, los que fueron atizados con im\u00e1genes de dos d\u00edas de bombardeos y la explosi\u00f3n de un oleoducto en la conflictiva zona del este ucraniano, haciendo a\u00f1icos el d\u00e9bil cese al fuego que generalmente se hab\u00eda observado durante los \u00faltimos a\u00f1os.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n \u00a0 <\/p> \n \u201cArtiller\u00eda diplom\u00e1tica\u201d<\/span><\/span><\/span><\/strong><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n Aunque Putin ha insistido en que no tiene planes de invadir o agredir Ucrania, su consabido apoyo a los separatistas en Donb\u00e1s, que retomaron los ataques en los \u00faltimos d\u00edas, ser\u00edan parte de la estrategia definida como \u201cfabricar bandera\u201d, que en t\u00e9rminos m\u00e1s coloquiales es \u201cconstruir un pretexto\u201d para justificar una acci\u00f3n militar.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/strong> <\/p> \n La ofensiva diplom\u00e1tica internacional, que incluso llev\u00f3 a un encuentro virtual a comienzos de a\u00f1o entre Biden y Putin en el que acordaron mantener el di\u00e1logo, fue de envergadura. As\u00ed, a diario se conoci\u00f3 sobre encuentros entre personajes de peso pesado, entre ellos el secretario de Defensa norteamericano Anthony Blinken con su par ruso, Sergei Lavrov; visitas al Kremlin del mandatario franc\u00e9s Emmanuel Macron (en su calidad de presidente del Consejo Europeo); del canciller alem\u00e1n Olaf Scholz (cogestor del oleoducto Nord Stream 2) y cumbres de la Uni\u00f3n Europea y el G7, entre otras.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n Todos a una, encabezados por Biden y Putin, han apostado a la soluci\u00f3n pac\u00edfica a la crisis, lo que de suyo pareci\u00f3 configurarse a mediados de esta semana cuando ambos mandatarios declararon, casi que conjuntamente, estar \u201clistos para negociar\u201d, luego de que el ruso anunciara un repliegue militar. Pero la distensi\u00f3n dur\u00f3 solo unas horas ya que no solo hubo tal retiro de tropas, sino que seg\u00fan el Pent\u00e1gono se registr\u00f3 un aumento de las mismas -un 40% estar\u00eda en posici\u00f3n de ataque- y la ofensiva sobre el terreno de los separatistas del este ucraniano.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n En esta alerta global, una coyuntura que evoca la que se vivi\u00f3 en 1982 con los misiles instalados en Cuba, cuando Estados Unidos y la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica estuvieron cerca de un conflicto nuclear, el presidente estadounidense envi\u00f3 un claro mensaje a su par ruso: elegir entre \u201cguerra\u201d y \u201cdiplomacia\u201d.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n Si Putin hace honor a su palabra no habr\u00e1 guerra, por lo que entrar\u00e1 de nuevo en acci\u00f3n la \u201cartiller\u00eda diplom\u00e1tica\u201d. De antemano, el propio Biden inform\u00f3 que este jueves se encontrar\u00e1n presencialmente Blinken y Lavrov, mientras que \u00e9l har\u00e1 lo propio, pero virtualmente, no s\u00f3lo con varios dignatarios de la Uni\u00f3n Europea sino con los del G7.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/strong> <\/p> \n En el entretanto, aunque dif\u00edcil es clave que Ucrania no reaccione violentamente, porque ello ser\u00eda dar el banderazo a Rusia para <\/span><\/span><\/span>pasar al ataque. Y aunque el Kremlin ha insistido a trav\u00e9s de distintos funcionarios, como su portavoz de que \u201clo que ocurre en el Donb\u00e1s es muy preocupante y potencialmente muy peligroso”, el gobierno de Kiev, a trav\u00e9s de su ministro de Defensa Reznikov, ha dejado en claro que \u201cno tenemos la intenci\u00f3n de efectuar ninguna ofensiva. Nuestra misi\u00f3n es no hacer ninguna de las cosas que los rusos est\u00e1n intentado provocar. Tenemos que frenarlos, pero mantener la sangre fr\u00eda\u201d.<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n Y en esa l\u00ednea tambi\u00e9n se pronunci\u00f3 el presidente Biden al desmentir rumores rusos sobre un posible ataque de las fuerzas ucranianas en el este del pa\u00eds. “No hay evidencias de estas afirmaciones, y desaf\u00eda la l\u00f3gica b\u00e1sica creer que los ucranianos elegir\u00edan este momento, con m\u00e1s de 150.000 soldados (rusos) desplegados en sus fronteras, para escalar el conflicto”, afirm\u00f3 al tiempo que denunci\u00f3 que la \u201cdesinformaci\u00f3n\u201d puede ser otra de las \u201carmas\u201d a utilizar por el Kremlin -como lo ha hecho antes- para desatar una guerra. <\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span> <\/p> \n A hoy, Putin ha cumplido progresiva y pensadamente con una hoja de ruta para forzar una negociaci\u00f3n con los occidentales sobre el rol de la Otan. Sus declaraciones, movimientos y ejercicios militares son una demostraci\u00f3n de su fuerza. Estados Unidos y los europeos mantienen la apuesta por la diplomacia, mientras Ucrania, pese a que la presi\u00f3n est\u00e1 en el punto m\u00e1s \u00e1lgido, no da espacio al calculado \u2018libreto ruso\u2019.\u00a0<\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/span><\/strong> <\/p> \n \u00a0 <\/p> \n<\/div>\n
\n <\/span> <\/p> \n