Cobertura caso Bermeo y sus aliados

Carlos Bermeo
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Mira, déjame explicarte. Ahí está la plata, ahí hay 500, es lo único que te puedo mostrar ahorita. Tengo un millón y medio más en la camioneta, tenemos dos
millones

El viernes pasado el país se escandalizó con toda razón con unas imágenes bochornosas para la nueva Jurisdicción Especial para la Paz. En estas se veía a un funcionario de la Unidad de Investigación y Acusación que recibía un fajo de billetes para, según la Fiscalía, supuestamente incidir en el proceso de Jesús Santrich.

Ayer, la Fiscalía reveló sus argumentos y varias de las pruebas que sustentan la bomba sobre la JEP que soltó el viernes. Esas noticias deja claras varias cosas pero también abren interrogantes que probablemente se irán despejando en el proceso.

En la audiencia de imputación, que continuará hoy, quedó claro que para la Fiscalía el exfiscal de la JEP, Carlos Julián Bermeo, el exsenador condenado por parapolítica Luis Alberto ‘Tuerto’ Gil y otras tres personas, recibieron medio millón de dólares por incidir en el trámite de extradición de alias Jesús Santrich y a la vez coordinaron enviar 120 kilos de cocaína a Roma.

También, que hay audios y vídeos que muestran a Bermeo y Villamizar recibiendo la plata, discutiendo cómo demorar la extradición, datos del envío de droga y, sobre todo, cuestiones logísticas del pago y de la confianza entre las dos partes.

Pero quedan, por lo menos, estas 10 preguntas.

¿Qué tiene que ver la DEA con un caso de presunta corrupción en la JEP?

Hasta ahora es claro que la Fiscalía utilizó un agente encubierto que supuestamente estaba interesado en frenar la extradición de Santrich, para dejar al descubierto una red de corrupción que estaría operando en la JEP.

Sobre cómo llegó a esa información, ayer la Fiscalía reveló que tiene una carta enviada por la DEA en la que le alertó sobre un presunto plan para enviar droga fuera de Colombia, les advertían sobre esas irregularidades. Es decir, que todo el proceso se originó en el trabajo de la agencia gringa encargada de la lucha contra las drogas.

Según el fiscal del caso, en esa misma comunicación la DEA la pidió a la Fiscalía hacer un operativo con un agente encubierto, que fue lo que ocurrió. Eso también demuestra que la estrategia para indagar en lo que había encontrado la DEA, la ideó la misma agencia.

Sin embargo, no es claro hasta qué punto siguió involucrada la DEA, pues no está claro si el agente encubierto que aparece en los videos, hablando con acento mexicano, es de la DEA o de la Fiscalía.

Tampoco, si es de la DEA, por qué buscó información de hechos diferentes al narcotráfico.

La Fiscalía fue clara en que el proceso se adelante por dos grandes crímenes: narcotráfico y corrupción judicial. Lo que no es claro es qué tienen que ver los dos.

En las conversaciones se nota que Bermeo y Villamizar hablan de los dos hechos, pero no queda claro por qué lo hacen, en qué momento el agente encubierto logra pasar de un tema al otro o por qué se plantean en paralelo esas dos posibilidades de negocios.

Eso es llamativo porque la DEA aparece en escena porque el narcotráfico, pero la bomba política es por la JEP. Y sin la DEA, no habría ocurrido lo segundo.

¿Hasta dónde llegaron las acciones del agente encubierto?

Como explicó ayer el penalista Mauricio Pava en El Espectador, en Colombia está prohibido que un agente encubierto incite a otras personas a cometer un delito. Si lo hace, ese “agente provocador”, como lo llaman los académicos penalistas, no estaría exonerado de ese delito, y podría terminar siendo el responsable de él.

Eso a diferencia de Estados Unidos, donde esa estrategia, conocida como entrapment, es legal y muy usual (como se puede ver en series de televisión o películas). Por ejemplo, la usa la DEA al ofrecer comprar droga para saber si un sospechoso efectivamente la vende.

Por eso, es central saber cuál fue el papel exacto del agente encubierto. Por ejemplo, si fue quien propuso cometer alguno de los delitos, se podría caer todo el proceso – algo que no es solo una hipótesis, a juzgar por otro artículo de El Espectador que dice que hay versión de que el agente fue quien buscó con insistencia llegar a ese punto.

Aunque las pruebas de la Fiscalía ya demuestran que esa versión incurre en mentiras, como decir que nunca se habló de Santrich cuando las grabaciones y videos lo demuestran, hasta ahora ninguna ha revelado cómo se llegó a esos temas ni quién le ofreció cometer un delito a quién.

¿Cuánto tiempo duró la operación encubierta?

En una de las transcripciones que reveló la Fiscalía, y cuando el agente encubierto está hablando con Bermeo sobre la demora de la extradición, el agente dice “prácticamente ya nos has estado ayudando” y Bermeo responde “sí, desde que usted me dio la mano aquí el 28 de diciembre”.

Eso significa que la operación arrancó por lo menos en diciembre, cuando la JEP ya había pedido pruebas de los hechos imputados a Santrich en Estados Unidos y había hecho pública su postura de revisarlas a fondo para definir si se debía aplicar o no la garantía de no extradición al jefe fariano.

En eso coincide con la versión opuesta a la de la Fiscalía que reveló El Espectador ayer.

La importancia de la duración de la operación es que muestra desde cuándo la DEA y la fiscalía tenían claro que había un fiscal corrupto en la JEP.

¿Cuál era el rol del Tuerto Gil?

Del exsenador condenado por parapolítica, la Fiscalía señaló que era la cabeza de una organización criminal, junto con su mano derecha, Orlando Villamizar. Además detalló que él era el encargado de “hacer contactos, negociar, recibir dinero producto del cohecho propio y del tráfico de influencias”.

Más allá de eso, su rol en el caso concreto no es claro.

Eso, porque, aunque Bermeo y Villamizar hicieron parte de su extinto partido político, no es claro por qué lo contactan a él para intermediar en un caso en la JEP, cuando fue uno de los desinflados cuando el Congreso definió que los parapolíticos no se podían acoger a esa justicia transicional.

Tampoco es claro cómo llegó a liderar una red de narcotráfico que ofrecía enviar droga a Roma a través de Bermeo, pues ayer la Fiscalía no dio detalles de eso a pesar de imputarle cargos por narcotráfico a Gil.

¿Hubo algo más que una oferta de llevar cocaína a Roma?

Lo que se sabe del episodio del presunto envío de 120 kilos de droga a una discoteca en Roma, Italia, está condensado en la transcripción de una conversación entre Bermeo, un tercero no identificado, y el agente encubierto.

En esa conversación, Bermeo dice que tiene una discoteca en Roma que desde hace un año administra su amigo Alexander Toro, y desde donde distribuirían droga en Italia.

Aunque no se refieren explícitamente a drogas, la Fiscalía dice que hablan cifradamente y era una operación de narcotráfico porque mencionan valores en euros y en pesos semejantes a los del costo del kilo de coca.

También reveló la Fiscalía que dicen que usarían la ruta Bogotá-Atlanta, Atlanta-Roma.

Como esa conversación habría sido grabada el mismo día de las capturas, eso significa que la intención de enviar droga solo quedó en planes, y eso abre la duda de si hubo delito de tráfico.

¿Para qué eran los 2 millones de dólares?

En la audiencia la Fiscalía mostró audios que hablaban de dos montos diferentes.

El primero, sobre el que hay claridad, es el de los 500 mil dólares que cobraban Bermeo, Gil, Villamizar y los otros dos capturados, por supuestamente demorar la extradición Santrich.

Ese dinero es el que aparecen recibiendo en los vídeos que reveló la Fiscalía desde el viernes, y que contó que había sacado de su fondo de bienes.

El segundo es de 1,5 millones de dólares adicionales que tenían la expectativa de cobrar ese mismo día, y que, en una de las conversaciones, el infiltrado dijo que tenía en una camioneta.

Sin embargo, no es claro si esa plata iba a ser para pagar por eso mismo o si tenía que ver con el delito de narcotráfico.

Eso, porque en una de las conversaciones que mostró la Fiscalía, Bermeo le dice al agente infiltrado que su tarifa era de 500 mil dólares, y el agente le responde que tiene 2 millones porque eso fue lo que acordó con el Senador (como se referían a Gil), sin decir respecto de qué.

Así que falta que la Fiscalía explique cuál era el destino específico de ese 1,5 millones de dólares.

¿Cómo habría hecho Bermeo para frenar la carta del proceso de Santrich?

Según las interceptaciones de la Fiscalía, Bermeo dijo que utilizó a un secretario de la JEP, encargado de recibir documentación, para frenar el envío de la carta en la que esa justicia le pidió a Washington enviar pruebas dentro del caso Santrich para que en Colombia se tomara una decisión sobre la solicitud de extradición.

Más allá de la versión de Bermeo no hay nada que por ahora pruebe que sí intermedió. Y más cuando la carta salió de la JEP con destino a la Cancillería a fines de noviembre, aparentemente antes de que empezara toda la operación, y la demora se debió a que la Cancillería tardó casi un mes en remitírsela al Ministerio de Justicia, y éste la envió por 4-72, no le hizo seguimiento y el operador postal tardó en llevarla a Estados Unidos.

Eso significa que ningún secretario de la JEP habría sido útil para demorarla, y que Bermeo tendría que haber tenido incidencia en alguno de los dos ministerios o en 4-72, algo que no aparece mencionado, por lo menos en las pruebas que ha revelado la Fiscalía.

De ser así, la corrupción no estaría solo en el fiscal de la JEP sino en por lo menos un funcionario o contratista de alguna de esas entidades.

¿Quién es el magistrado “Rigal”?

Según la transcripción de la Fiscalía de la conversación entre Orlando Villamizar y el agente encubierto, es el nombre de magistrado que dio Bermeo es “Rigal”.

Ninguno se llama así. En la Sección de Revisión, que es la que tramita directamente la extradición, son tres magistradas y dos magistrados, Jesús Ángel Bobadilla y Adolfo Murillo. Ninguno de ellos tiene un nombre o apellido similar a “Rigal”.

El único que tiene un apellido semejante es Roberto Carlos Vidal, un académico de la Universidad Javeriana que está en la Sección de Reconocimiento, que no tienen ninguna función respecto de la solicitud de extradición.

Tampoco hay en la JEP otros funcionarios de apellido Rigal, por lo que no es claro a quién se podría referir Bermeo.

¿Bermeo infiltró a la JEP y es narco, o es un cañador?

Según lo que reveló la Fiscalía en la audiencia, las principales pruebas sobre la presunta red de corrupción en la JEP son audios y videos en los que Bermeo le dice al agente infiltrado que tiene la capacidad de incidir en el proceso de Santrich.

Aunque como fiscal Bermeo no tendría acceso directo ni injerencia alguna en ese proceso, según la transcripción de la Fiscalía, dijo que había ayudado a extraviar la carta en la que la JEP le pedía a Estados Unidos que le remitiera pruebas para definir la extradición de Santrich.

También dijo que podía dilatar el proceso 90 días más porque tenía a un magistrado de su lado y podía hacer que la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP sacara “varias órdenes judiciales” y le pidiera al magistrado una prórroga por 30 días (no se especifica para qué).

Pero no es claro cómo habría demorado la carta (ver pregunta 7), quién sería el magistrado (pregunta ni qué órdenes o solicitudes de la prórroga podía hacer la UIA en un proceso en el que no interviene.

Es posible que estuviera convenciendo al agente infiltrado de que le pagara 500 mil dólares para comprar a más funcionarios, aunque la Fiscalía hasta ahora no ha revelado nombres y pruebas de que el secretario o el magistrado que menciona Bermeo en efecto existían y estaban coaligados con él en el delito.

¿Por qué la Fiscalía no ha hecho lo usual en los casos grandes, que es revelar sus pruebas en público?

Normalmente cuando la Fiscalía da golpes duros despliega todo su aparato de prensa para dar detalles de las investigaciones, exponer pruebas y dejar que el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, o en su defecto, alguno de sus delegados, entregue declaraciones a medios. Al tiempo redactan un comunicado de prensa, en varios casos, aún más detallado que todo lo anterior.

Lo común es que todo ese andamiaje se mueva a pocas horas de las capturas y antes de que se cumplan las diligencias de imputación.

Solo en los últimos días la Fiscalía lo hizo para:

  • Anunciar las imputaciones a dos exgerentes de EPM por irregularidades en la contratación de Hidroituango.
  • Para dar detalles del operativo de incautación de bienes por $150 mil millones que habrían sido adquiridos con recursos que le habrían robado a las arcas de San Andrés (entre otros el exgobernador Ronald Housni).
  • Para anunciar la captura del denominado zar de los textiles por contrabando y enriquecimiento ilícito.

Sin embargo, en el caso de Bermeo, salvo el trino inicial del viernes y un par más con audios y un video que fueron revelados durante la audiencia de imputación (es decir, mucho después de lo que suelen hacerlo), no ha habido mayores detalles ni comunicaciones oficiales.

En eso se parece al caso Santrich.


Fuentes consultadas :: lasillavacia / caracoltv / semana / elheraldo