El Huesca empuja al hoyo al triste Málaga de Natxo González

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El Huesca, como no podía ser de otra forma, pescó en el balneario en que este Málaga de cartón piedra ha convertido La Rosaleda. Lamentable espectáculo blanquiazul dando alas a un adversario que las pasaba canutas lejos del Alcoraz y que en esta ocasión jugó como en casa. Un tremendo error de Dani Barrio regaló el 0-1 de Mateu. Y en plena debacle malaguista, Seoane sentenció. Gran enfado de la afición que abroncó a sus jugadores. El Huesca vuelve a solar con el playoff y el Málaga se acerca al descenso a velocidad de crucero.

Natxo González introdujo novedades con respecto al equipo que naufragó la semana pasada en Fuenlabrada. El primer sacrificado fue Brandon Thomas tras su tremendo error en ataque que supuso pasar de posible 0-1 a desconsolador 1-0. El joven Andrés Caro, lateral derecho con Escassi central. Los puntas, Roberto y Paulino. Xisco, por su lado, no quiso hacer revoluciones tras la victoria salvadora contra el Burgos.

Escudo/Bandera Huesca

El primer tramo del encuentro fue insoportable. Miedo y precauciones en exceso. Los intentos de desborde de Jairo y los centros de Mateu… y poco más. A estas alturas del campeonato todos temen encajar por lo complicado que resulta remontar. Y más en el caso del Málaga como volvió a demostrarse. Cuando le marcan primero pierde. Solo ha remontado una vez. Y fue contra el Sanse.

En un partido sin noticas, la primera que resaltar fue mala. Jairo, que intentaba proyectar su velocidad, se lesionó tras una carrera en su muslo derecho. En su lugar entró el marroquí Hicham un extremo con tanta velocidad como mala fortuna con las lesiones. A los 38’ el árbitro le persona la amarilla a Gerard Valentín por un antológico piscinazo dentro del área… la acción más brillante en este tramo de soberano bodrio polar.

El primer disparo a puerta del partido fue a los 44’ con Andrés Fernández interceptando un cercano disparo de Roberto tras un buen centro de Hicham que, por supuesto, mejoraba el teatro de Gerard Valentín antes mencionado. Así terminaba una primera parte que, en líneas generales, fue insoportable para cualquier espectador. El balance fue el siguiente; un disparo a puerta del Málaga por cero del Huesca.

La segunda mitad comenzó con el habitual estilo catastrófico que caracteriza al Málaga. Dani Barrio, en lugar de quedarse con un sencillo balón, lo blocó lo suficientemente mal como para regalárselo a Escriche quien, con agilidad, asistió a Marc Mateu que le fusiló cuando regresaba a la desesperada. El Huesca, en su primer remate anotaba el 0-1. El Málaga se derrumbó y el Huesca, de manera placentera, dobló su ventaja en una brillante jugada donde Escriche volvió a ser protagonista para asistir de maravilla al técnico Seoane que, con una buena vaselina, superó al atropellado Dani Barrio.

Lo demás, ya lo saben. Un Málaga en encefalograma plano. No ha marcado en 13 de las 33 jornadas de esta Liga y ya son ocho sin ganar en La Rosaleda. Tres puntos de 24 posibles. A lo mejor el problema no era José Alberto López…

Jairo se retira lesionbado. Jugada clave del partido.

Natxo González trató de compensar la tristeza que transmite este Málaga sacando del campo a los ineficaces Paulino y Paulino para dar cancha a Brandon y Antoñín. La afición empezaba a perder la paciencia con un clásico primer aviso pidiendo a sus jugadores ‘atributos masculinos’.

El Huesca, un equipo con futbolistas notables, medía los nervios y debilidades de un adversario deplorable para meter la estocada. Andrés, como todo portero que se enfrenta a los blanquiazules, carecía de trabajo. Un penoso Málaga que encendía los ánimos de la sufrida hinchada: “¡Jugadores mercenario!” o el no menos doloroso “¡Esta camiseta no la merecéis! Por desgracia, nada nuevo en La Rosaleda.

Los cambios de Natxo no aportaban. El control del Huesca era total y absoluto. Con poco hacía mucho. Y con mucho sembraba de terror a un equipo sin identidad. Un alma en pena que sobrevive rezando por los errores de sus rivales por eludir el descenso. Cada punto del Sanse o el Amorebieta es una puñalada para un Málaga pobre, tembloroso y sin sensaciones. Ya no cuela eso de “nos salvamos porque los rivales son muy malos”. En pleno placebo oscense Mikel Rico echó fuera el 0-3 a los 85’. Con la grana malagusita soliviantada con unos jugadores que no dan más de sí se acabó el partido. EL Huesca coge impulso u parece haber superado su bache. Y lo peor para el Málaga: no hay efecto Natxo. Más bien lo contrario.

 

Cambios

Boussefiane (34′, Jairo), Joaquín Muñoz (45′, Darío Poveda), Dani Escriche (45′, Pablo Martínez), Brandon (59′, Vadillo), Antoñin (59′, Paulino De la Fuente), Lago Junior (71′, Mateu), Mikel Rico (74′, Mosquera), Ramón Enríquez (76′, Aleix Febas), Chavarría (77′, Roberto Fernández), Juan Carlos (79′, Jaime Seoane)

Goles

0-1, 46′: Mateu, 0-2, 56′: Jaime Seoane

Tarjetas

Arbitro: Daniel Jesús Trujillo Suárez
Arbitro VAR: Daniel Ocón Arráiz
Florian Miguel (41′,Amarilla) Jozabed (49′,Amarilla) Andrés Caro (53′,Amarilla) Braian Cufré (72′,Amarilla) Joaquín Muñoz (87′,Amarilla) Mikel Rico (91′,Amarilla

Fuente: AS