Con el peor de los escenarios que se podría imaginar, la Selección Colombia se apresta a disputar las dos últimas fechas de la eliminatoria para el Mundial de Catar, ante Bolivia en casa y Venezuela a domicilio.
El ambiente, para completar, se acabó de enrarecer con la filtración de la defensa que hizo el técnico Reinaldo Rueda ante los directivos de la Federación Colombiana de Fútbol y en la que, se dijo, culpó de lo que ha pasado en el combinado patrio y que lo tiene al borde de la eliminación a los jugadores.
El estratega, que se ha equivocado, que ha planteado de manera errónea algunos de los compromisos, como el de La Paz ante Bolivia, Montevideo Frente a Uruguay o contra Paraguay, así como en la mayoría de los cambios, no asumió su responsabilidad.
Así que, aunque los jugadores son profesionales y no van a querer quedarse fuera del Mundial de Catar, aunque sea a través del repechaje, no van a llegar con la mejor disposición.
Para colmo de males, Colombia, que hoy está en la séptima casilla, a cuatro puntos de la quinta (ocupada por Perú), no dispondrá de varios de los jugadores que tradicionalmente son convocados, como Yerry Mina, Falcao García y muy probablemente James Rodríguez.
Otros, como Dávinson Sánchez, no vienen jugando con regularidad, por lo que Rueda tendrá que empezar por volver a ‘remendar’ la defensa.
En cambio sí debería dar tranquilidad el momento de tres delanteros: Luis Fernando Muriel, Alfredo Morelos y Luis Sinisterra.
Sin embargo, surge la duda: ¿será que cuando lleguen a la Selección mantendrán su producción ofensiva?
Hasta ahora la evidencia deja dudas porque normalmente los artilleros, llámense como se llamen, han llegado al representativo nacional con un nivel alto en sus respectivos clubes, pero al enfundarse la tricolor parece que perdieran el olfato goleador.
Es ahí en donde vuelve a jugar papel determinante el estratega porque gran parte de la culpa de que a los artilleros se les moje la pólvora es el sistema de juego implantado por el técnico.
De nada vale tener tres, cuatro o cinco delanteros si todos están a 30 o 40 metros del arco rival, si no hay quién les lleve la pelota y los ponga mano a mano con el golero rival.
Obligado a arriesgar
Para el cierre de la eliminatoria a Colombia no le queda otra que ganar o ganar y esperar a que sus rivales le sigan dando la mano.
Hoy, en el séptimo lugar de la tabla de posiciones, superado por Perú, que es quinto y está en zona de repechaje, y Chile, no depende de sus propios resultados, sino de los de sus rivales.
Colombia, si derrota a Bolivia en Barranquilla y a Venezuela a domicilio, llegará a 23 puntos y hasta podría escalar hasta la cuarta posición, pero para ello se necesitaría que Uruguay empate ante Perú en Montevideo y pierda frente a Chile, caso en el que la casilla se definiría por gol diferencia.
No obstante, la igualdad ante los charrúas le seguiría dando vida a los incas, por lo que tocaría esperar a que Paraguay, que anda en horas muy bajas, haga el milagro y gane en Lima.
Se pueden hacer todas las combinaciones y cálculos posibles para demostrar que esa pequeña luz de esperanza que hay es real, pero de nada servirá si Colombia mantiene su ‘empatitis’ y la falta de gol.
El milagro se puede dar y clasificar por lo menos al repechaje, solo que si no se derrota a Bolivia en Barranquilla y a Venezuela a domicilio, de nada servirá que se den otros resultados a favor del onceno nacional.
Ahora, no hay que olvidar que la Vinotinto históricamente le ha complicado la vida a Colombia y de esperarse que José Pekerman esté en el banco técnico es posible que con mayor razón lo haga.
El argentino, con cédula de ciudadanía e hija colombianas, adora al país pero tiene una espinita clavada por la forma como Ramón Yesurún y compañía lo alejaron del onceno nacional, así que no le regalará nada.
La idea era llegar a esta última jornada ya clasificados pero los empates y derrotas acumulados en la era Rueda dieron al traste con esa ilusión y ahora el futuro es más que incierto.
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¿A quiénes llamará?
Son varios los factores a tener en cuenta. El que más preocupa, no obstante, es ¿con qué cara recibirá Rueda a los jugadores después de echarlos al agua?
El que debería darles la cara a los seleccionados, en este caso, debería ser quien filtró lo que se habló en una reunión privada en la que el técnico rindió cuentas y en la que, antes que nada, debió plantear lo que pensaba hacer para lograr en dos partidos lo que no consiguió en ocho.
La última vez que Colombia saboreó una victoria fue el 9 de septiembre del año pasado ante Chile, 3-1 en Barranquilla. De ahí en adelante sus resultados dieron al traste con sus aspiraciones y vivió de la ayuda de sus rivales para mantenerse entre los cuatro primeros o en zona de repechaje.
Frente a Uruguay en Montevideo empató 0-0, igual marcador en Barranquilla ante Brasil, Ecuador y derrota contra Brasil 0-1. El 0-0 regresó ante Paraguay, derrota contra Perú 0-1 y caída frente a Argentina por 1-0.
Si bien es cierto que Rueda logró devolverle cierta solidez a la defensa, también lo es que perdió profundidad, volumen de juego ofensivo y contundencia. No han sido muchas las opciones de gol generadas y por ello resulta más costoso dilapidarlas.
Ante este panorama la pregunta es ¿a quiénes llamará Rueda, a sabiendas de que un empate ante Bolivia o Venezuela acaba con cualquier esperanza de ir aunque sea al repechaje?
En el arco no hay problema. David Ospina y Camilo Vargas mantienen su nivel y a ellos debería unirse Álvaro Montero, quien tiene la valla menos vencida en la liga nacional.
En la defensa no debe haber cambio en los laterales, sí en la pareja de centrales. Mina no está jugando por lesión y Sánchez porque el técnico del Tottenham, Antonio Conte, no lo tiene como titular. Así que tendrá que acudir a Óscar Murillo, Carlos Cuesta o al mismo William Tesillo.
Wilmar Barrios y Mateus Uribe deben conservar su lugar en la primera línea de volantes y Juan Guillermo Cuadrado con Luis Díaz como extremos, mientras que por el momento que vive en River Plate, el enganche tendría que ser Juan Fernando Quintero.
Para jugar en punta está Muriel, o Morelos, o Sinisterra. Rueda no se puede poner a inventar, sino que realmente debe dejar de lado el cuento de que “debemos ser inteligentes” y cumplir lo que prometió: poner a los que estén al 500% y no a los que vienen al 10%.
Otro factor a tener en cuenta es que los dos partidos no le dan oportunidad para utilizar laterales que no salen y que los extremos no deben estar a 40 o 50 metros del arco rival. Sí, deben ayudar a marcar a los laterales rivales para la situación que amerita hacer presión alta.
Rueda, que acierta en la escogencia de la formación titular pero se equivoca en el sistema y en los cambios, no puede errar, aunque la responsabilidad no es solo suya, sino que los jugadores tienen que aportar.
Se necesita que haya inventiva, que dependiendo como se presenten los partidos decidan en la cancha qué es lo mejor, si se rompe el esquema montado por el técnico y se buscan alternativas. Para ello se necesitan líderes positivos y hasta ahora no lo ha habido, el único es Ospina pero desde el arco es poco lo que puede hacer para contagiar a sus compañeros y motivarlos para hacer lo que las acciones demandan.
REINALDO RUEDA tendrá que usar toda su inventiva para que la Selección Colombia gane ante Bolivia y Venezuela./FCF
JUAN FERNANDO Quintero atraviesa por un gran momento en River y sería el enganche./River Plate
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Fuente: El Nuevo Siglo
