Con la noticia de Ultra Air, la aerolínea de bajo costo, de cambiar el tradicional uniforme de las azafatas (falda y tacones) por pantalón y tenis, la pregunta de qué tan reemplazables son los zapatos altos cobró mayor vigor.
Según explica Yuly Giraldo, capacitadora internacional de consultores de imagen, esta es una tendencia que viene fortaleciéndose desde antes de la pandemia, no solo en el público en general, sino también en las oficinas.
“Hoy en día las empresas están migrando de la formalidad a la comodidad, entonces cada vez las personas usan menos tacones, sin embargo, no quiere decir que se van a dejar de usarse, pero hay alternativas”, añadió la experta.
Precisamente, ante la búsqueda del consumidor por lo cómodo las marcas han respondido con distintas referencias para cada ocasión. Por ejemplo, para Giraldo un buen reemplazo de los tacones son las bailarinas o baletas, que comúnmente cuentan con suela plana o muy baja. El truco es elegir formas distintas, como puntas, moños, estampados y texturas, que complementen el look.
Los zapatos tipo Oxford, o estilo colegial, también han cobrado fuerza en el mercado, para usarse, principalmente, con trajes formales. Este tipo de modelo, además de brindar mayor comodidad al calzar, cuenta con diferentes alturas.
Otro calzado recomendado son las botas cortas o botines, ideales para mezclar con cualquier prenda, ya sea pantalones formales, jeans o incluso faldas y vestidos. “Los zapatos definen el nivel de formalidad o informalidad de un look”, recordó la asesora de imagen.
Y, para quienes continúan optando por los tenis, el truco para que no se vea demasiado informal será combinarlos con prendas clave como blazers o gabanes. “Esto para elevar el nivel de formalidad. Además hay que optar porque sean tenis casuales y no se hacer ejercicio”, precisó Giraldo.
¿Pero qué tan buenos consumidores de calzado son los colombianos? Durante el último año, según cifras del Observatorio de calzado y marroquinería Acicam – Raddar, el gasto fue de casi $3,4 billones. La cifra presentó un incremento de 38% versus lo alcanzado en 2020 y con un mayor retorno a la presencialidad y los eventos sociales, se espera continúe al alza.
Fuente: La Republica