Cooperativas perdieron $34.000 millones por alza en el dólar


Nuevas tecnologías, educación financiera y austeridad administrativa serán claves para que el sector solidario, que aporta cerca del 4% del PIB, se reponga del impacto cambiario, que le originó pérdidas cercanas a los $34.000 millones este año.

Según María Eugenia Pérez Zea, presidenta de la Asociación Colombiana de Cooperativas (Ascoop), el sector tomó medidas para resistir el impacto del comportamiento del precio del dólar registrado desde julio de 2022, con una tendencia alcista que lo llevó a máximos históricos de $4.600, afectando la rentabilidad de los excedentes del sector, que se utilizan para reinvertir en las entidades, según su naturaleza, y que para este año se estiman en 9% menos que en 2021, equivalentes a $34.000 millones.

“El sector se alista para hacerle frente a las consecuencias de la revaluación, que afecta y afectará la rentabilidad de los fondos de inversión de las cooperativas, los ingresos de los ahorradores, el alza en la canasta familiar, las dificultades que enfrentan las cooperativas dedicadas a procesos coproductivos como las agrícolas, y llevará a la disminución en las valoraciones de los patrimonios”, destacó la directiva en el marco de la conmemoración de los 62 años de existencia de Ascoop en el país.

Según la Superintendencia de la Economía Solidaria, el cooperativismo en Colombia representa cuatro puntos del Producto Interno Bruto (PIB), desde las distintas áreas en las que se especializan las 3.104 cooperativas vigiladas por el ente de control al 31 de diciembre de 2021. Estas entidades de origen solidario organizan y lideran procesos de transformación social, productiva y económica en todas las regiones del país, incluyendo las más apartadas, pero aún enfrentan retos para convertirse en aliadas estratégicas del desarrollo.

Ingryd Mora, gerente general de Financiera Progressa, reveló que la cooperativa de ahorro y crédito hizo ajustes presupuestales acordes con lo sugerido por el impacto del dólar, y destacó que existen áreas intocables.

“Estamos apalancando nuestra gestión con acciones de mejoramiento, apoyados en tecnología para ofrecer productos digitales que sean más cercanos a los asociados (o colombianos), en búsqueda de garantizar mayor cobertura. Acciones que, junto a la educación financiera de socios y colaboradores, están enfocadas a hacerle frente al impacto de la revaluación que afectará los excedentes de nuestras entidades y a prestar un mejor servicio”, destacó la gerente a EL NUEVO SIGLO. 


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Transformación

De acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), denominado “Capacidad digital en las cooperativas financieras de América Latina y el Caribe”, la transformación digital orientada a clientes y/o procesos es crucial para que las cooperativas financieras (CF) sean competitivas, pues mientras la banca ha reconocido el valor y la necesidad de digitalizar sus negocios, y ha avanzado en el proceso, existe una brecha creciente entre bancos y CF en este aspecto, que cada día se reduce más por la velocidad y la escala de la transformación digital (vía aplicaciones móviles, Big Data, la nube, etc.).

Destaca el documento que “el desarrollo digital requiere superar las limitaciones para un entendimiento real de las economías detrás del proceso de digitalización. Identificar costos y beneficios, calcular puntos de equilibrio y planificar la sostenibilidad financiera de los canales digitales no es fácil para muchas CF. Más aún, la colaboración de CF y Fintechs que aún no se ha desarrollado con terceros, lo que complica el proceso y reduce las oportunidades de disminuir los costos de la digitalización”.

Al respecto, la gerente de Financiera Progressa instó al sector a incorporar cuanto antes en sus prioridades organizacionales la digitalización, la educación financiera y el estudio de las necesidades de los ahorradores e inversionistas que hacen parte del esquema del cooperativismo, para agilizar la bancarización en la región y garantizar servicios financieros a personas de bajos ingresos que viven en zonas rurales y no tienen buenas conexiones a internet.

El sector solidario espera respuesta del Gobierno nacional, al que le propuso conformar mesas técnicas para discutir y avanzar en las soluciones que las cooperativas ofrecen al país, así como sobre el respaldo que el Ejecutivo puede brindarle a este sector de la economía que urge apoyo estatal para desarrollarse plenamente, mientras aporta a la igualdad de oportunidades y garantías para poblaciones vulnerables y excluidas, y a la democratización del crédito.

Expectativas

Desde el gobierno pasado, las cooperativas habían hecho un llamado de alerta para solventar la situación que se vive. “Desde Ascoop esperamos que el Gobierno reflexione sobre el impacto económico y social que tendría para Colombia la modernización del sector solidario, dándole igualdad de condiciones a las cuatro mil entidades de este tipo registradas ante la Superintendencia de Economía Solidaria”, explicó María Eugenia Pérez Zea, directora ejecutiva de Ascoop.

Fuente: El Nuevo Siglo