Como parte de la estrategia “Soya-Maíz: Proyecto País”, que busca sustituir competitivamente importaciones de estos dos rubros, se dieron cita en Bogotá representantes de las industrias de alimentos balanceados, como Solla, Italcol, Finca, Contegral, CIPA y Alimentos Polar, junto a los productores, para seguir incrementando las áreas de producción y fortalecer la cadena a nivel nacional.
Como resultado, en el caso de maíz amarillo tecnificado, el área sembrada en 2021 totalizó 104.295 hectáreas para el segundo semestre, con un crecimiento de 42 mil hectáreas, lo que representó un aumento de 34,5%. En cuanto a la producción, se alcanzaron 582.700 toneladas, un crecimiento de 27,5%.
Ahora bien, las importaciones (6.039.619 toneladas de maíz) durante el año pasado se redujeron en más de 122 mil toneladas, cifra que, según los cálculos, fue absorbida por la producción nacional, debido al elevado precio que se maneja en el exterior. Esto empieza a reflejar una disminución de las importaciones de maíz.
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Las 122 mil toneladas representan una cifra muy importante para el consumo interno de maíz en Colombia, que es comparable con la capacidad que tienen casi 3.500 tractomulas con capacidad para transportar 35 toneladas cada una.
El ministro Zea Navarro indicó que “cada uno de estos resultados hacen parte de la estrategia ‘Soya-Maíz: Proyecto País’, la cual fue anunciada por el presidente Iván Duque hace un año. Nuestro objetivo es impulsar los cultivos del maíz y soya, así como disminuir las importaciones paulatinamente de estos y otros cereales”.
Y es que “Soya-Maíz: Proyecto País” hace parte de “Agricultura por Contrato”, iniciativa bandera del presidente Iván Duque, que conecta a los pequeños y medianos productores con industriales y grandes compradores, con el fin de asegurarles la venta de sus cosechas, sin intermediarios y precios justos para los agricultores.
El Ministro de Agricultura además de mencionar las cifras positivas de producción, que pueden ir disminuyendo las compras que se hacen de maíz en el exterior, también detalló el incremento en la dinámica de financiamiento. De acuerdo con las cifras presentadas, la demanda de crédito por parte de los productores de maíz aumentó 72% en número de obligaciones y 65% en el valor de esos préstamos.
Fuente: El Nuevo Siglo